Susana Correa Borrero, directora de Prosperidad Social y gerente de la reconstrucción de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, hace un balance del primer año de la catástrofe natural que dejó prácticamente destruidas dos de las localidades del archipiélago. Señala que, aunque ha habido retrasos, los trabajos avanzan a buen ritmo.

Confiesa que le dolieron las críticas por demoras en las obras y pone una fecha exacta para la culminación de la reconstrucción.

La gerente para la reconstrucción de San Andrés y Providencia explica cómo será la tarea de reconstruir la isla en 100 días. | Foto: SEMANA

SEMANA: ¿Cómo va la recuperación de Providencia?

Susana Correa (S. C.): No ha sido fácil, es un tema bastante complicado por la localización de la isla. Estamos a 721 kilómetros de Cartagena, que es el continente más cercano a Providencia. Aunque tenemos unos problemas de logística graves, hoy en viviendas llevamos una ejecución del 54 %, tenemos alrededor de 962 casas entregadas y esperamos que a final del año lleguemos al 70 %. Seguimos conservando la misma meta, las viviendas deben acabarse en marzo de 2022 como lo dijimos desde hace algunos meses.

SEMANA: ¿Cuáles son los principales retos logísticos?

S. C.: Cuando llegamos con el presidente Iván Duque el 17 de noviembre de 2020, lo primero que queríamos era una avenida perimetral limpia para llevar las ayudas y a su vez un muelle desocupado para que los barcos llegaran con ayudas, pero cuando llegamos el muelle estaba taponado, porque uno de los barcos grandes quedó volcado sobre el muelle. Lo primero que hicimos fue eso, porque esa fase de atención es importante y ahí es donde está toda la ayuda humanitaria del inicio.

La Alcaldía de Providencia fue destruida casi en su totalidad. El puente que comunica a Providencia con Santa Catalina está siendo reconstruido en estructura metálica.

Limpiamos con la fuerza pública (Armada, Ejército, Policía y Fuerza Aérea). Otro de los problemas es que el muelle no tenía dragado para barcos grandes. Empezamos a dragar después de un tiempo y ya la entrada al muelle está en seis metros de profundidad, antes estaba en 2,5 metros. El muelle tiene bastante tiempo y ya tenía programadas unas labores de reconstrucción, que se están realizando en este momento; ya están los pilotes puestos.

Los barcos que traen los materiales son grandes, entonces empezamos a tener una serie de retrasos. Eso se sumó a unos atrasos de las estructuras de acero para las casas nuevas, así que optamos por hacer un muelle alterno, que lo pegamos a la tierra con unos puentes macizos. Eso es una barcaza, ahí el mar no tiene mucha profundidad, podemos estar en esa zona entre 1,8 y 2,5 metros de profundidad, por lo que sugerimos que los contratistas contrataran barcazas para traer los materiales y llegaran allí, a ese muelle alterno. Eso nos ha ayudado muchísimo y por eso hoy vemos casi 250 frentes de trabajo solamente en viviendas, porque los materiales pudieron llegar a tiempo. Por eso ya vemos el avance en viviendas nuevas y de reparación.

SEMANA: La frase inicial del presidente Duque de que Providencia sería reconstruida en cien días causó revuelo, pero hoy usted se compromete de nuevo a poner como fecha límite marzo para entregar la isla... ¿No es un poco arriesgado volver a entregar fechas exactas para la terminación de trabajos en el archipiélago?

S. C.: La fecha es segura. Nosotros estaremos entregando el 100 % de las viviendas, establecimientos de comercio, posadas, escenarios deportivos y aeropuerto en marzo. Seguramente vamos a quedar con el pendiente del hospital, pero de todas maneras queremos entregarlo en el gobierno del presidente Duque.

SEMANA: ¿Por qué el hospital quedará pendiente?

S. C.: Porque con el hospital hemos tenido una serie de contratiempos, porque el que se comprometió a entregar el señor presidente es de nivel dos, grande, con un presupuesto de 40.000 millones de pesos. Será construido en un lote de la Gobernación de San Andrés, ya tiene estudios y diseños con toda la normatividad antihuracanes. Cuando se designó ese hospital, nadie pensó qué iba a pasar en estos días, entonces se pensó que el antiguo hospital se debía reconstruir para que estuviera los dos años mientras se construye el grande.

Cuando se decide hacer el nuevo centro asistencial con presupuesto nacional, este otro hospital no se puede reconstruir con recursos públicos, sino que logramos conseguir algunas donaciones, entre esas de Cementos Argos, que está dando 4.300 millones de pesos; está Coomeva, que es la que va a dotar el hospital. Con otros recursos llegamos a alrededor de 8.000 millones de pesos, más la póliza que tenía el lugar. Sin embargo, todo eso tuvo una demora. Los estudios y diseños ya se están haciendo, se tiene hasta febrero para entregarlos, pero esperamos que lo hagan en diciembre para que la reconstrucción la pudiéramos iniciar antes de que se acabe el año.

SEMANA: Mientras eso pasa, ¿dónde están atendiendo a las personas?

S. C.: Aquí hay un hospital de campaña completo en unas carpas fuertes; sin embargo, es un hospital de campaña que se usa en estos casos de eventos naturales, pero se usa por periodos no tan largos. Estamos viendo la posibilidad de pasarlo a una estructura grande que tenemos y es de Fontur.

SEMANA: ¿Cuánta plata se ha invertido este año en la reconstrucción de Providencia?

S.C.: Los recursos los hemos dividido en varios frentes, tenemos unos para reconstrucción y unos para inversión estructural. El presidente Duque se comprometió con el archipiélago, con el acueducto y alcantarillado de Providencia, así como como con el alcantarillado fluvial de San Andrés, más el hospital nivel dos de Providencia. Esas son obras que no pertenecen a las afectaciones del huracán Iota, sino que son compromisos que tiene el Gobierno con la gente. Sumando todo esto, estamos alrededor de 1,4 billones de pesos en el total de recursos; hoy, solamente 330 mil millones de pesos invertidos en casas. En Providencia, en toda la reconstrucción, vamos a llegar a 800 mil millones de pesos.

Así avanza la reconstrucción de Providencia y Santa Catalina | Foto: Jamir Mina

SEMANA: ¿Qué va a tener Providencia que no tenía antes del huracán?

S. C.: Casas seguras, eso es lo más importante. Las viviendas ahora resistirán vientos de hasta 260 kilómetros por hora. Aquí había una forma de construir diferente, la gente no ponía vigas, no hacía columnas, en su gran mayoría usaba arena de playa que se desmoronaba. Yo creo que este huracán les dio a los raizales una lección, lastimosamente, para construir con normatividad, y eso es lo que hemos hecho nosotros en relación con todas las viviendas. Hay viviendas hechas en triples marinos, en cemento y concreto, así como en estructuras de acero.

SEMANA: Como funcionaria, ¿qué es lo más difícil que le ha tocado en este año en Providencia?

S. C.: Como funcionaria no ha sido la articulación de las autoridades, que es mi función principal, pero lo hemos logrado. Lo más difícil es que se entienda que este es el primer huracán nivel cinco que le ha tocado a Colombia, que aquí nadie conocía el tema, que aquí hemos venido aprendiendo todos los funcionarios del Estado que estamos trabajando.

Las posadas que están en proceso de reconstrucción son financiadas por Fontur. Se espera que antes de diciembre se hayan entregado más de 78 de estos establecimientos.

SEMANA: ¿En algún momento pensó en tirar la toalla?

S. C.: No es fácil. Aquí estamos alrededor de 80 funcionarios del Estado, madres con hijos chiquitos que han dejado a toda su familia, padres también con familias, jóvenes solteros que han dejados sus vidas. Yo creo que aquí todos estamos haciendo un sacrificio en venirnos para acá. Yo tengo una hija, pero ya grande, que venía a acompañarme muy a menudo, pero igualmente uno tiene padres, familia y todo cambia muchísimo porque nos tuvimos que trasladar acá. Fuera de eso, yo sigo manejando una entidad, que es Prosperidad Social, y era tratando de manejarla desde lejos porque los primeros meses estuvimos acá de lleno, ya hace tres meses le pedí al presidente que me dejara estar yendo y viniendo a Bogotá poder seguir manejando la entidad presencial y no a la distancia; entonces, muchas veces estoy una semana allá y otra acá, pero no es fácil.

SEMANA: ¿Dolieron mucho las críticas por el avance lento en algunas obras en Providencia?

S. C.: Me gusta mucho trabajar, mi capacidad de trabajo no está en duda, siempre ha sido así, entonces uno viene y dedica su vida acá porque son días enteros. Nosotros llegamos el 17 de noviembre con muchos de los que están hoy aquí todavía. Llegamos abiertos a ayudar y hacer lo que nos tocara hacer para sacar esto adelante, y eso lo tenía que entender la gente. Fue muy duro el anuncio de si lo hacíamos en cien días o no. Para nosotros no eran cien días la reconstrucción, para nosotros los cien días eran el periodo de atención. Entonces hubo bastante cosas que afectaron, pero aquí estamos y estaremos hasta marzo de 2022 cuando entreguemos Providencia totalmente reconstruida.