Todos los días, cientos de migrantes de distintos países, ahora sobre todo de Haití, llegan a Necoclí, Antioquia, en su camino hacia el norte del continente. Aunque la atención ya no posa sobre esa zona, las cosas están lejos de mejorar y cerca de 19.000 personas están represadas en el pequeño municipio.

El Gobierno colombiano y el de Panamá acordaron que 650 migrantes pueden pasar a diario hacia ese país desde Colombia, pero aparentemente el número es mayor.

En los últimos días ha aumentado el número de migrantes en tránsito que esperan allí durante días, por la imposibilidad para conseguir un tiquete que los lleve hacia la zona del Tapón del Darién, por el cual atraviesan la frontera hacia Panamá. Algunos lo describen como el camino del infierno, en donde la rudeza de la selva, la inseguridad, la presencia del Clan del Golfo y cientos de otros migrantes viven a diario un calvario.

“En el monitoreo y seguimiento a la crisis migratoria en el municipio de Necoclí, Antioquia, desde la Defensoría del Pueblo hemos podido constatar que se encuentran represados cerca de 19.000 migrantes en este municipio, con destino a Acandí, Chocó, para su tránsito a la frontera con Panamá”, aseguró Carlos Camargo, defensor del Pueblo.

De acuerdo con el defensor, trabajadores de la entidad en terreno han corroborado que las empresas de transporte marítimo Catamaranes y Caribe S.A.S., continúan respetando el cupo de 250 tiquetes diarios cada una, siguiendo con lo establecido en la reunión de las cancillerías de Panamá y Colombia. “Estas dos empresas sostienen que a la fecha tienen vendidos, hasta el 13 de octubre, 5.750 tiquetes cada uno, para un total de 11.500″, explicó Camargo.

No obstante, hay un número indeterminado de migrantes que todavía no han podido comprar sus tiquetes o quienes deciden cruzar el Golfo de Urabá en embarcaciones ilegales, sobre todo en horas de la madrugada, de acuerdo con la Defensoría.

Por esto, la entidad reiteró el llamado a las autoridades competentes para reforzar sus controles y evitar vulneraciones de los derechos de los migrantes.

El Ministerio Público agregó que sus funcionarios, desde la Regional Urabá Darién, siguen monitoreando estrictamente la situación y acompañando a la población migrante en la garantía de sus derechos.

“Dado que se trata de un fenómeno transnacional, en cuatro semanas nos reuniremos con los defensores del Pueblo de Iberoamérica para buscar mecanismos de cooperación que permitan mejorar la situación de los migrantes en tránsito”, puntualizó el defensor Camargo.

A propósito, hace menos de un mes el Gobierno de Panamá aseguró que el colombiano no está cumpliendo con el acuerdo de permitir 650 personas diarias de martes a sábado.

Dicho acuerdo firmado el 11 de agosto estableció que en septiembre Colombia permitiría ese número de migrantes en el paso y que la cantidad se disminuiría a 500 desde el 11 de septiembre.

La directora del Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá, Samira Gozaine, afirmó el 7 de septiembre que había 6.500 personas más de las permitidas.

El director de Migración Colombia, Juan Francisco Espinosa, señaló hace semanas que aunque se brindan todas las garantías y ayudas necesarias, “Colombia no puede ser responsable de una migración que no se origina ni tiene como destino este país”.