El uso de motocicletas en Colombia, se puede ver desde diferentes perspectivas. La primera de ellas, es la óptica de los que transitan en vehículos particulares, que las ven como la peor epidemia. La segunda, de los peatones, que a menudo sufren por los accidentes de tránsito. La tercera, de los que se sienten intimidados, porque creen que son el vehículo en el que transitan los criminales. Y la última, desde miles de familias colombianas, que las ven como sinónimo de progreso y generación de empleo, porque genera ahorro en su canasta familiar y en los tiempos de desplazamiento; lo cual sin duda mejora su calidad de vida. Por ello, el crecimiento de la producción de motocicletas (10% en el último año según la Andi) responde a una realidad económica y social del país. Para conocer el perfil de los compradores de motos en Colombia, el Comité de Ensambladoras de Motos Japonesas, que reúne los cuatro principales fabricantes de motocicletas en Colombia (Auteco, Fanalca-Honda, Incolmotos-Yamaha y Suzuki, Motor de Colombia), ubicados el Pereira, Medellín y Cali, realiza desde hace ocho años el ‘Estudio Sociodemográfico de los Usuarios de Motos en Colombia’. En el estudio de 2012, las cifras muestran que el 21,6% de los usuarios en el país, adquieren su motocicleta para generar ingresos para sus familias (medio de trabajo). El estudio es una iniciativa de la industria, que busca mejorar el comportamiento de los usuarios de este sector. Hoy la motocicleta es una realidad social, que llega a todas las ciudades y lo que se busca con el estudio es descubrir qué hay detrás de la realidad que vemos en la calle con los motociclistas, con el fin de saber cómo hacer que los usuarios tengan más sensibilidad con los temas de educación y respeto de la norma Además, se conoció que el 72.2% de los usuarios, recibe ingresos de uno o dos salarios mínimos, y que un 21 % compra una moto como medio de trabajo. En Colombia, ocho millones de personas se mueven al día en motocicleta. Y curiosamente el año pasado el 25% de las mujeres compró motos, casi la cuarta parte de los compradores. El fenómeno se debe a que a las mujeres se les ha quitado el miedo, cada vez son más arriesgadas y sobre todo, porque están pendientes de la economía; y las motos, son el medio de transporte más económico. Leonor Loaiza, una de las voceras del Comité de Ensambladoras de Motos Japonesas, advierte que otro de los serios problemas, es sacar un pase para este tipo de transporte casi que se regala en el país. Además, que la infraestructura de las vías no ayuda para nada. El 73 % de los compradores son bachilleres o con estudios tecnológicos, lo que quiere decir que muy pocos logran costearse un curso para aprender a manejar correctamente motocicleta y por ello, falta también conocer e identificar las señales de tránsito. El incremento de motos es una realidad en el país, y según el gremio motociclista, no se debe restringir, sino, atacarlo con educación. El Comité también se ha encargado de que en algunas ciudades se empiecen a hacer una especie de retenes, en donde se le evalúa al motociclista desde los documentos, hasta cómo maneja y cómo tiene su vehículo. Según cifras de la secretaria de movilidad de Bogotá, se ha presentado una reducción en la tasa de accidentalidad del 34.3%. Hay una reducción del 13 % de lesiones en moto y en el total de accidentes, en donde está involucrada una motocicleta, hay una reducción del 5%. Aunque según cifras del Fondo de Prevención Vial -autoridad a nivel nacional- la tasa de accidentalidad en motocicletas sigue siendo alta. En 2012, el 44% de los fallecidos viajaron en moto, el 35% de los peatones muertos fueron atropellados por motos y el 13% de los fallecidos que viajaban en moto, chocaron moto con moto. A pesar de que muchos colombianos no están contentos con la cantidad de motos que hay en las vías, según el Comité, el problema no es que haya más o menos motos, sino que falta compromiso para educar a los motociclistas.