Patricia Muñoz, profesora del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana y Doctora en Ciencias Sociales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), asegura que las elecciones legislativas son de vital importancia porque “permiten la conformación del cuerpo legislativo: el senado a nivel nacional, las cámaras a nivel departamental, circunscripciones territoriales y, en esta ocasión, las personas que ocuparan las curules en las circunscripciones especiales de paz”.
Este órgano legislativo, opina Muñoz, es indispensable para “mantener el equilibrio de poderes en las otras ramas del poder público” al tiempo que establece, fundamentalmente, controles “a las autoridades del poder ejecutivo”. Además, es el órgano que permite decantar “las alternativas de proyectos de ley basándose en las demandas ciudadanas”.
Para Luis Felipe Vega, profesor de planta de la Universidad Javeriana y doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Leipzig, las elecciones de 2022 representan un reto para el legislativo. Para Vega, este año, a diferencia de 2018, en el que habían agendas y bandos claros, “quienes defendían los acuerdos de paz e iban a protegerlos y los que no”, Colombia se enfrenta a una pluralidad de problemas y propuestas programáticas.
El legislativo, opina, debe entonces enfrentar una serie de problemas que tienen su raíz, fundamentalmente, en la pandemia de la covid-19. Así, el nuevo Senado debe combatir problemáticas en “por lo menos, cinco frentes: la reactivación económica, la creciente percepción de inseguridad en las ciudades, una reforma tributaria estructural al Estado, la migración ilegal y el control territorial contra la nuevas y viejas amenazas (Grupos Armados Organizados y Disidencias)”.
Para el profesor Vega, la importancia del legislativo en una democracia, como la colombiana, reside en que el Congreso es el lugar en “donde se tramitan las diferencias y los antagonismos sociales”, siendo el espacio en el que “el pluralismo ideológico puede enfrentarse sin resoluciones violentas”, sino terminando en leyes que resultan en beneficio para la sociedad.
SEMANA conversó con cinco candidatos a la Cámara y el Senado, provenientes de diferentes espectros y movimientos políticos, para discutir la importancia de las elecciones legislativas y las propuestas impulsadas desde sus candidaturas para 2022.
Nelson Reyes
Es candidato a la Cámara de Representantes por Bogotá, por el Nuevo Liberalismo. Ocupa el cuarto puesto en esta lista. Vivió en Inglaterra durante 15 años y realizó su pregrado en Derecho Internacional y Política en la Universidad Metropolitana de Londres, y tiene dos maestrías, una realizada en Inglaterra y otra en España.
Para este candidato, las elecciones legislativas son importantes no solo porque desde el Senado “se escriben leyes y se legisla”, sino también por el “control político”.
“Es necesario” dice Reyes, “que en estas elecciones” se logren “renovar las fuerzas en el legislativo” dando paso a “nuevos liderazgos que entienden que el mundo cambió”. Así mismo, considera que este 2022 es necesario llevar una “renovación al congreso” debido a que “Colombia se está jugando el continuismo y la maquinaria” en esta institución.
Para el candidato, la propuesta del Nuevo Liberalismo encarna este proceso de renovación de las fuerzas en el Congreso de la Republica.
Liza García
Es candidata al Senado por el movimiento Estamos Listas y ocupa el número dos de la lista. Es psicóloga de profesión, tiene máster en Identidad y Ciudadanía realizado en España y es doctora en Ciencias Sociales y Jurídicas también en este país. Ha ocupado varios cargos públicos, siendo la primera directora de diversidad social en Bogotá y la primera secretaria departamental de Cundinamarca y ha trabajado en plataformas como Colombia Diversa.
Estamos Listas es un movimiento feminista que surge después del plebiscito de 2016 y que sus candidatas definen como “un oasis en la política colombiana” y como un movimiento que pone en el centro “la vida”. Llegaron al Concejo de Medellín con casi 28.000 votos implementando mecanismos democráticos y de participación directa al interior del movimiento, y en la toma de decisiones.
Para Liza, las elecciones legislativas son importantes porque es en el Congreso que se “decide el plan nacional de desarrollo” siendo este el momento en el que “se pone en juego el futuro del país en los próximos cuatro años”. Para la candidata, es importante que se abra el espacio, desde movimientos como Estamos Listas, a la participación de la “mayorías sociales”: “mujeres, trabajadoras, clases medias y bajas”.
De llegar al Senado, el movimiento busca dar un impulso a leyes de “pensiones para mujeres y amas de casa”; proyectos para la ampliación “real de los mecanismos de participación de las mujeres y las mayorías sociales”; y reformas que pongan en “el centro la vida no laboral” implicando que la “gente trabaje menos, descanse más y no gane menos”.
Menderson Mosquera
Aspira a la curul especial de paz número 16 con el número 501. Creadas luego de los acuerdos de la Habana, las curules, dice el candidato, se establecieron con el fin de darles participación a las víctimas del conflicto armado en Colombia y a las poblaciones campesinas y rurales que lo vivieron de primera mano. Los candidatos que se presentan a estas curules deben estar acreditados por organizaciones sociales o de mujeres.
Para Mosquera, las elecciones legislativas son importantes ya que es el Congreso de la República “el que aprueba la conducción del país”. “Colombia debe observar con especial cuidado las elecciones legislativas” para tener conocimiento de las leyes que se aprueban, “como el plan nacional de desarrollo”.
Menderson fue desplazado de San José de Apartadó durante la época de la violencia. Ha sido líder social por varios años y es coordinador de la mesa departamental de víctimas de Antioquia desde 2017. Estudió una licenciatura en Lengua Castellana y Derecho en la Corporación Universitaria de Sabaneta.
Para Menderson, las elecciones de 2022 y las curules especiales de paz son una oportunidad para que las personas que “han construido a lomo y solos, con sus propios esfuerzos, el país” aspiren “al lugar que merecen” en los asuntos públicos, ayudando a crear legislatura, controlando la aplicación de las leyes y los poderes del ejecutivo.
Anastasia Rubio
Anastasia Rubio es cabeza de lista a la cámara de representantes por Bogotá en la lista de la coalición Centro Esperanza y es respaldada por el partido Verde Oxígeno. Es sobrina de Íngrid Betancourt.
Para la candidata, las elecciones legislativas son importantes debido a que el Congreso “es el ADN de la sociedad”. Votar bien y a conciencia en el Congreso permitiría al país “salir de la corrupción y las maquinarias que nos tienen atados desde hace 60 años”. Lo fundamental, para Rubio, es romper con las maquinarias de la “derecha y de la izquierda”, ya que todo lo que pasa en el Congreso “afecta tu vida”.
Anastasia estuvo casi diez años en el activismo social, trabajando con “niños con alta permanencia calle en Bogotá”. Llegó a la política, y a la Centro Esperanza, porque se dio cuenta de que “el activismo no es suficiente”, viendo en la política electoral una oportunidad para representar a las personas que “nunca hemos tenido voz” y presentándose como una alternativa a los extremos políticos.
Anastasia propone un paquete de reformas para las escuelas primarias y para la educación secundaria; créditos educativos “del Icetex más amplios y con plazos más largos de pago”; y un sistema de participación ciudadana llamada GobernApp, una aplicación para el teléfono en el que el ciudadano podrá participar de manera directa en los asuntos públicos realizando y votando propuestas de manera anónima.
Daniel Orozco
Daniel Orozco es aspirante a la Cámara de representantes por Bogotá del partido Centro Democrático, partido con el cual se siente plenamente identificado por su defensa “de la seguridad, el orden y la libertad”. Orozco ocupa el lugar número 114 en la lista.
Para este candidato, las elecciones “legislativas son las más importantes de este año”, Colombia se juega “el futuro del modelo económico en el país”. El Congreso, dice el candidato, “es el dique de contención contra propuestas populistas en la Casa de Nariño”.
Orozco es abogado y especialista en Derecho Público. Ha sido asesor de ministro del Interior, secretario privado del viceministro de Justicia, director de acceso a la justicia y secretario general de la Superintendencia de Industria y Comercio. Lleva casi 20 años trabajando en el sector público.
Su principal bandera es la seguridad y espera “transformar el principio de proporcionalidad, tanto de la fuerza publica como de los ciudadanos”. “El criminal, a la fuerza pública, le debe temer, y al ciudadano, lo debe respetar”. Orozco espera pasar un proyecto de ley en el que “se vuelva al porte legal de armas”, debido a que las armas “previenen y disuaden el delito”.