El gobierno ha recibido ‘palo‘ de sectores sociales, políticos y económicos por el contenido de la Ley de Financiamiento que radicó hace casi dos semanas el gobierno ante el Congreso, con la cual espera conseguir 14 billones de pesos para financiar el presupuesto de 2019. Pero, a pesar de las quejas de los colombianos, en casi todos los sectores hay consenso de que los recursos que busca conseguir esta ley son indispensables para garantizar el presupuesto del país el próximo año y sobre todo, algunos programas sociales clave. Esta convicción la comparten los dirigentes gremiales que la semana pasada se reunieron con el presidente Iván Duque y su ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, para plantearles sus puntos de vista. Al término de la reunión quedó claro que las empresas del país serán ganadoras netas con esta Ley de Financiamiento –porque les reducirán impuestos para hacerlas más competitivas–, pero también que algunos temas contenidos en la reforma generan preocupaciones en algunos sectores y esto los lleva a pensar que serán más dolores de cabeza que beneficios los que recibirán. Le recomendamos: Ya están definidos los ponentes de la tributaria y son 35 Uno de los temas propuestos por los gremios y que resulta más llamativo es que reconocen que tal vez "no convenga realizar reducciones de la tarifa general" de renta y que el texto del gobierno requerirá cambios ante el elevado nivel de recaudo que se espera del IVA. Esta posición ratificaría lo que en muchos sectores del país se discute: que en materia de extensión del IVA, la reforma podría sufrir muchos recortes, requerirá cambios y no será aprobada tal como la presentó el gobierno. Justamente este tema del IVA es el que más divide a los gremios, pues mientras unos lo rechazan de manera tajante, otros lo consideran conveniente. Esto motivó a que, al término de la reunión que se prolongó por más de tres horas, se acordara la creación de mesas sectoriales, por afinidad de gremios, que luego llevarán sus propuestas e inquietudes ante el gobierno. En grandes rasgos, esas diferencias quedaron resumidas en un documento que leyó el presidente del Consejo Gremial Nacional, Jorge Humberto Botero, ante el presidente Duque y el ministro Carrasquilla. ¿Qué es lo bueno, lo malo y lo feo que ven los gremios en el proyecto? Aquí le contamos. En video: ¿Es la reforma tributaria del gobierno la mejor opción para la economía del país? Lo bueno Se financia el presupuesto. La necesidad de una reforma para conseguir los recursos indispensables para financiar el presupuesto ya aprobado por el Congreso para el 2019. Consideran además que el proyecto radicado en el Congreso recoge las propuestas y sugerencias que en esta materia había planteado el Consejo Gremial durante la campaña presidencial. Más competitivas. Coinciden que varios de los mecanismos contemplados en la reforma permitirán dinamizar la economía y hacer más competitivas las empresas, al tiempo que se convertirán en fuente de recursos frescos para atender las necesidades de gasto y en especial los de carácter social.

Le sugerimos: Las razones por las que el Gobierno quiere gravar las pensiones Lo malo Qué pasará con el consumo. Aunque los gremios coinciden en que esta mayor competitividad debería traducirse en un aumento de la demanda interna, mayor generación de empleo y mejores salarios derivados por el aumento de la productividad, están preocupados por el impacto la reforma en el consumo. Para los dirigentes, al ser un proyecto tan ambicioso en términos de recaudo, podría terminar afectando la tasa de crecimiento de la economía. ¿Habrá recuperación? El gobierno ha dicho que el grueso de lo que recoja esta reforma irá a financiar el presupuesto de 2019, que todavía no tiene recursos asignados. Pero los gremios temen que esto podría afectar de manera negativa el proceso de recuperación que en los últimos meses ha registrado la economía. Por eso, sugieren pensar en una reducción en el nivel de ambiciones que tienen en materia de recaudo.

Asalariados preocupados. Uno de los impactos más grandes de esta reforma lo sentirán los asalariados, que en las dos últimas reformas tributarias han sido los más castigados. Por eso, los gremios dudan de la conveniencia de gravar las pensiones ordinarias de la seguridad social, imponer tributos a los fondos voluntarios de pensiones y eliminar los estímulos al ahorro para la compra o mejora de la vivienda.   Lea también: Los pros y los contras de la propuesta de la Ley de Financiamiento Lo feo Falta el ajuste. Para los dirigentes gremiales, si los colombianos en general tendrán que hacer un ajuste en sus gastos, algo similar debería pasar con el Estado. Por eso, plantean que un tema fundamental será buscar alternativas para reducir los gastos superfluos, que ya la Comisión del Gasto había recomendado. Ojo a los subsidios. Como buena parte del recaudo irá a pagar subsidios sociales, han surgido cuestionamientos sobre si estos realmente van a los más vulnerables. Por eso, los gremios creen que es indispensable adoptar metas de corto plazo para la depuración de las bases de datos de los programas sociales. Revivir venta de activos. Uno de los temas más sensibles es la venta de activos o de participaciones en empresas emblemáticas del Estado. Sin embargo, algunos gremios creen que estas son opciones que deben contemplarse nuevamente pues el Gobierno tiene un portafolio de inversiones importantes.