En una entrevista con SEMANA en la que se le interrogó sobre el balance del tejido empresarial de Bogotá para este 2021 y cuántas empresas se crearon a lo largo del año, Uribe se despachó contra quienes proponen aumentar cada vez más los impuestos a las empresas, pensando que todos los empresarios son “magnates con helipuerto”.

Uribe explicó en la entrevista que al 30 de noviembre de 2021 se crearon en Bogotá 462.000 empresas, un 6 % más que en el año 2020, pero todavía un 7 % por debajo de 2019, y al ser interrogado por cómo están clasificadas estas empresas en la ciudad, fue cuando lanzó sus cuestionamientos frente al tema de los impuestos.

Lea las preguntas de SEMANA relacionadas con el tema y las respuestas que entregó Nicolás Uribe al respecto:

SEMANA: ¿Cómo están categorizadas estás 462.000 empresas en Bogotá?

Nicolás Uribe (N. U.): Este tema es importante porque la gente no acaba de entender cómo se configura el sector empresarial y cuando le hablan de empresas cree que le estamos hablando de un magnate en edificio que tiene helipuerto y eso es una incomprensión real que después deriva en unas consecuencias muy complicadas. Entonces, cuando la gente dice súbale los impuestos a las empresas, está pensando en el magnate del helipuerto, pero no se da cuenta que la gran mayoría, por lo menos en Bogotá, casi el 99 %, son empresas micro y pequeñas.

Es decir, la gente (en Colombia) desarrolla política pública pensando en grandes empresas, diciendo: claven a las empresas, que ellas tienen con qué pagar, pero la verdad es que el porcentaje hoy en Bogotá es verdaderamente abrumador en donde el 98,3 % son micros y pequeñas empresas, es decir 457.000 de las 462.000 que hay hoy en día en la ciudad.

Exactamente, hoy de las 462.000 empresas que existen en el total de la jurisdicción de la Cámara de Comercio, 435.000 son microempresas, 19.000 son pequeñas, medianas son 5.200 y grandes 2.400.

Básicamente la mayoría de estas empresas se dedica a tres sectores: servicios, donde hay cerca de 280.000 empresas; comercio, con 150.000, y el resto industria, donde hay otras 70.000 empresas. Los otros sectores tienen una participación mucho más limitada.

SEMANA: ¿Cómo recibieron los empresarios de Bogotá la reciente reforma tributaria que aprobó el Gobierno nacional?

N. U.: La reforma tributaria lo que tenía era una progresiva reducción de impuestos corporativos que era muy importante para seguir haciendo más competitivo el tejido empresarial. Sin embargo, yo coincido en que el futuro de las oportunidades de nuestro país reside en el desarrollo del sector empresarial y era evidente que con las circunstancias que se presentaron, los empresarios tenían que aplazar ese tipo de norma para reducir el impuesto corporativo a pesar de que ya es bastante grande. Desde esa perspectiva hubiese sido mejor la reducción del mismo.

Pero de todas maneras hay un incentivo muy importante que es el referente al impuesto simple, que es un impuesto que agrupa no solamente a varios impuestos en una sola declaración, sino que reduce la tarifa, y eso es muy importante porque esta misma reflexión del tamaño de las empresas impacta en su nivel de desarrollo. Entonces la gente que cree que todas las empresas son de helipuerto, desconoce la realidad porque la mayoría de las empresas no son de helipuerto, sino de libreta y lápiz en la oreja, es decir, tienen muy poco desarrollo contable y les cuesta mucho trabajo hacer una declaración de impuestos.

Muchas veces la informalidad no tiene que ver con la idea de que los empresarios quieran ser informales, sino que el nivel de desarrollo no les da. ¿De dónde van a sacar para hacer una declaración de IVA, de impuestos distritales? Les da miedo porque no tienen la capacidad para hacerlo.

Entonces ahí hay oportunidades para estos microempresarios, facilitando, simplificando y reduciendo tarifas, pero claramente una reducción de costos desde el punto de vista tributario es, sin duda, una posibilidad mayor de desarrollo y es ahí donde tenemos que trabajar para entender precisamente quién es el sector empresarial para poder elaborar políticas públicas destinadas a esas empresas.