En medio de la tensa carrera por elegir fiscal general, un tema desató una enorme controversia, cuando el esposo de quien hasta ahora había obtenido más votos, Amelia Pérez, opinó en X (antes Twitter) con ferocidad de todo lo divino y lo humano. Se trataba de Gregorio Oviedo, un abogado que trabajó como juez y como fiscal, y un militante afín a la izquierda y defensor del presidente Petro, además de un crítico de la gestión que tuvo Francisco Barbosa al mando del ente acusador.
Algunos de sus mensajes tocaban todos los temas más polémicos que tiene que enfrentar la nueva fiscal. Por ejemplo: “La captura de Nicolás Petro significa que la Fiscalía y quien la dirige, deliberadamente desconocen principios sagrados de la administración de justicia, como la imparcialidad e igualdad. Capturados y detenidos también deberían estar los señores Óscar Iván Zuluaga y su hijo David”, escribió el 29 de julio de 2023 en medio del escándalo por la financiación irregular que gestionó Nicolás Petro para la campaña de su padre en las elecciones de 2022.
“Lo del hijo del presidente Gustavo Petro, más allá de si será, o no, responsable de la comisión de algún delito, es una aberración fundada de un procedimiento deliberadamente mal aplicado, pero que cubre, simultáneamente, varios flancos”, escribió en otra publicación del 31 de julio de ese mismo mes.
En sus redes, Oviedo había calificado como un “delirio mediático” las investigaciones contra Nicolás Petro y lo ha comparado repetidamente con el caso de la financiación de la campaña de Zuluaga en 2014. También tenía múltiples mensajes contra la Corte Suprema de Justicia, los medios de comunicación y los periodistas.
SEMANA habló con el presidente de la Corte Suprema, Gerson Chaverra, sobre lo que significó ventilar públicamente las opiniones del marido de Pérez, quien al final terminó renunciando a la terna, justo el día que se eligió fiscal.
“En el seno de la Sala Plena nunca se hicieron deliberaciones, debates o manifestaciones sobre los tuits emitidos por el esposo de la candidata Amelia Pérez. Lo que sucede es que estos procesos son procesos reflexivos, son procesos progresivos que entre sala y sala se van advirtiendo, se van estudiando circunstancias, el perfil de las de las candidatas... Y eso termina definiendo, inclinando el voto de los magistrados a partir de su análisis individual y subjetivo”, dijo.
Agregó que las circunstancias objetivas relacionadas con la hoja de vida de las candidatas estuvieron relacionadas con su profesionalismo, sus virtudes y su capacidad gerencial. “Particularidades como las que usted menciona, le reitero, en ningún caso fueron verbalizadas, ni fueron puestas de presente en el marco de las deliberaciones de nuestras sesiones de Sala Plena”, aclaró.
El presidente de la Corte Suprema también habló de lo que significó la renuncia de Pérez. Dijo que esta fue radicada y presentada ante la Corte Suprema de Justicia y la Corte no tenía competencia para hacer un pronunciamiento al respecto, en tanto que por mandato constitucional no le corresponde la integración de la terna.
“Esa es una competencia que está en cabeza del señor presidente de la República”, aclaró el magistrado.
Chaverra agregó que en el estado en que se encontraba el proceso de elección, ya incluso con cuatro sesiones ordinarias, se entiende que la votación había surtido sus efectos, y las ternas habían sido votadas en cuatro oportunidades.
“En este estado actual, la presentación de una renuncia por parte de una de las ternadas, concretamente la doctora Amelia Pérez, no le quitaba solidez, no le quitaba viabilidad, no le quitaba validez a la terna presentada y en virtud de eso se procedió al proceso de elección, e incluso bajo esa consistencia y esa consideración, la doctora Amelia Pérez obtuvo votos en el marco del desarrollo en el proceso de elección”, precisó el magistrado.
Ante la pregunta de si en la Corte Suprema se entendió esta movida como una “jugadita”, el magistrado aseguró que en la Corte “siempre actuamos y pensamos que los destinatarios del ejercicio judicial también actúan en virtud del principio de la buena fe consagrado en nuestra Constitución Política”. Agregó que para ellos lo importante en ese momento era definir cuál era el camino a tomar ante esa renuncia.
Sobre la supuesta “jugadita”, aseguró que “no hemos considerado ese juicio de valor y desde lo personal, como presidente de la Corte, descarto lo que usted llama como una jugadita”.