Una grave situación se presentó el lunes 27 de febrero en el aeropuerto internacional El Dorado, donde los pasajeros que tenían tiquetes aéreos para ser trasladados a destinos nacionales e internacionales se encontraron con la sorpresa de que la aerolínea, que está en un proceso de integración con Avianca y que argumenta como su única alternativa ante la crisis financiera que afronta, detuvo todos sus aviones.
Desde este lunes 27 de febrero, Viva Air paraliza toda su operación aérea, ante la falta de respuesta de la Aeronáutica Civil, a la solicitud que presentaron desde agosto de 2022 para integrarse con Avianca. La aerolínea anunció que no operará ni un solo vuelo, con lo cual, se verán afectados al menos 18.000 pasajeros que, en un día como el martes, tenían ya listo y confirmado su itinerario.
Lo ocurrido este lunes, luego de que la Aeronáutica Civil expidiera una resolución con la cual acepta que las demás aerolíneas que hacen parte del mercado del transporte aéreo en Colombia son ‘terceros interesados’, lo que quiere decir que estarían afectados con la integración de Viva Air y Avianca, llevó a la parálisis, por parte de la aerolínea de bajo costo, de todos sus vuelos. Esto ha sido visto como una forma de ejercer presión a la Aerocivil para que emita la decisión esperada, pero, mientras tanto, la afectación a los pasajeros es monumental y genera caos en el aeropuerto El Dorado, en donde los viajeros no dan crédito a lo que están viviendo.
Según la aerolínea, el hecho de aceptar como terceros interesados a las demás compañías de transporte aéreo llevará a un mayor retraso en la decisión alrededor de la integración con Avianca. Por lo tanto, darán paso a la suspensión de sus operaciones, lo que tendrá un efecto inmediato (desde este lunes e indefinidamente).
La decisión de la aerolínea fue muy criticada, ya que muchos consideraron que se trata de un chantaje por parte de Viva Air para que se le permita unirse a Avianca. Por este motivo, el presidente de la aerolínea, Francisco Lalinde, se manifestó y mencionó que la culpa de toda la situación es de la Aeronáutica Civil y no de Viva Air, por lo que no podían seguir funcionando en medio de la crisis.
“Lo que está sucediendo hoy es resultado de la espera de siete meses de aprobación de un proceso de integración que al día de hoy no ha podido ser resuelto por las autoridades aeronáuticas colombianas, un proceso de integración que ha tenido múltiples tropiezos”, manifestó el presidente de la aerolínea en el programa Pregunta Yamid.
Según manifestó Lalinde en la entrevista, de la aerolínea dependen muchas personas y no tienen la capacidad para autogestionarse durante unos meses más mientras se soluciona el tema. Por este motivo se vieron obligados a suspender sus operaciones indefinidamente, pensando en afectar a la menor cantidad de personas posibles con la situación.
“Ante el silencio de Aerocivil y no saber cuál era el futuro con esta decisión, tuvimos que darles prioridad a todos nuestros colaboradores. Viva está empezando un proceso de salida de más de 400 colaboradores de su planta de personas, eso no es un proceso de chantaje ante un Gobierno”, manifestó, defendiéndose de las críticas que ha recibido en las últimas horas.
El presidente sostuvo que no se trata de chantajear a nadie, pero que deben ser responsables y darles prioridad a sus colaboradores y a los compromisos que con ellos tienen. “Viva ha hecho un esfuerzo muy grande durante siete meses atendiendo la crisis con total calidad. Si Viva recibe una autorización para poder continuar adelante, tendremos que iniciar un proceso de recuperación de confianza ante los usuarios”, manifestó Lalinde.