El presidente de la República, Iván Duque, hizo referencia a los casos de denuncias de abuso sexual que involucran a docentes en las instituciones de educación en el país, al señalar que en Colombia se debe aplicar un protocolo de comportamiento por parte de los profesores.

Ese proceso, de acuerdo con lo que señaló el mandatario colombiano, debería estar supervisado por las directivas de los colegios públicos y privados para verificar su cumplimiento.

“Dentro de la libertad de cátedra, la cual tienen las instituciones en todo su derecho en pleno ejercicio profundizar la educación sexual y reproductiva, pero con otro elemento que hará parte de una política y una acción inmediata”, sostuvo Duque.

Y añadió en la explicación de sus tesis: “ojo, el comportamiento de los profesores y los protocolos de comportamiento deben ser revisados también por las directivas del sistema escolar, esto requiere que los profesores se guíen con un protocolo estricto”.

“Al exigir un registro de denuncias se tiene que saber un profesor qué pasa de un colegio a otro, si tiene denuncias en su contra, cuándo se presentaron, qué procedimientos se activaron y que sanciones hubo a lugar, y eso lleva a que la decisión de los directivos no sea discrecional sobre un manejo discreto o no discreto”, puntualizó.

A renglón seguido, el jefe de Estado indicó que los protocolos deben ser diáfanos e incontrovertible, en los cuales las directivas de los colegios están obligados a realizar el trámite de la denuncia de manera inmediata con las autoridades competentes.

“Que tienen que ver con las autoridades que hacen inspección y vigilancia en materia de educación, como es el caso en Bogotá, la Secretaria de Educación. Pero también tiene que hacerse con el ICBF y con la Policía de Infancia y Adolescencia y eso permite avanzar en términos de investigación”, insistió el jefe de Estado.

Escándalo en el Colegio Marymount

En una difícil situación se encuentra una de las instituciones educativas más prestigiosas del país. Se trata del Colegio Marymount, el cual está atravesando por un difícil momento debido a varias denuncias de presunto abuso sexual del que han sido víctimas, al parecer, alumnas y exalumnas, casos que han sido revelados por SEMANA.

Sobre ese panorama, Laura Giraldo, de 22 años de edad, venció el temor y decidió romper el silencio entregando detalles sobre el abuso del que fue víctima, el que se remonta hace cinco años, cuando no había cumplido la mayoría de edad.

El dolor fue su constante confidente durante un largo tiempo. Reveló que el responsable del abuso sería el docente de educación física, Mauricio Zambrano, señalado de presuntos actos de acoso sexual contra las alumnas.

La joven rompió la mordaza y radicó la denuncia ante la Fiscalía, la misma que narró en detalle a SEMANA. Su historia es demoledora, califica a Zambrano como un “depredador”, pero dice no tener miedo.

SEMANA: Como usted, hay al menos 20 jóvenes que dicen haber sido víctimas del mismo profesor del colegio Marymount. ¿Qué fue lo que pasó?

Laura GIRALDO: Su nombre es Mauricio Zambrano. Era profesor de educación física, nos conocía desde pequeñas. Trabajó 15 años en la institución y tuvo conductas repetitivas en muchas promociones. Sé lo difícil que es ponerle cara y nombre al abuso, quiero que todas las víctimas, como yo, sientan que no están solas. Lo que les pasó no está bien, y la justificación por medio de su manipulación no es normal. Quiero ser la voz del cambio, que sientan la tranquilidad de hablar y romper el silencio.

SEMANA: ¿Cómo se acercó Mauricio Zambrano a su vida, Laura?

L.g.: Empezó en décimo grado. Me buscaba cuando estaba sola, aunque varias personas de mi promoción fueron testigos de lo que pasó, pero todas lo justificamos. Hacía comentarios morbosos y uno estando en décimo y once piensa que es el dueño del mundo, que ya creció y deja los comentarios pasar. Conmigo logra una relación de confianza, pidiéndome el número de WhatsApp. Cuando vio que me iba a quedar callada, fue más directo. Empezó a decirme: “Te quiero proponer algo”, como volviéndome cómplice, usando técnicas de abuso para lograr la satisfacción sexual que él quería. Fue un año en el que estuvo intentando pastorearme, digo yo… como un depredador…

Sin embargo, el tema no solo se quedó en denuncias de abuso sexual, ya que se han escuchado las voces que crecen de funcionarios del plantel y las de ciudadanos, quienes exponen los malos manejos que el centro educativo tendría frente a las denuncias que, al parecer, ya se habían presentado en anteriores ocasiones sin que hubiera una respuesta clara por parte de las directivas del colegio.

Tiene que ver con una exalumna del Marymount que escribió a la comunidad del colegio, afirmando que el año pasado habría entrado a trabajar a la institución como profesora de apoyo, tiempo en el cual pudo apreciar situaciones de ‘bullying’ entre las estudiantes.

“Al reconocer y denunciar casos de ‘bullying’ que vi presentes en las generaciones de séptimo y décimo grado, me acerqué a las directivas con el propósito de poner a disposición del colegio mis conocimientos para crear un ambiente seguro e informado donde tanto padres de familia y profesores pudieran ser capacitados para manejar situaciones complejas de abuso, negligencia y bullying”, subrayó.