El presidente de la República, Iván Duque, por medio de su cuenta de Twitter lanzó un fuerte sablazo a varios dirigentes de algunos países de América Latina, en medio de la conmemoración de los 191 años de la muerte del Libertador Simón Bolívar.
Por medio del mensaje en las redes sociales, el mandatario colombiano aclaró que Simón Bolívar se mantendrá durante la historia como un patrimonio sólido de las democracias y no de las tiranías que surgen como consecuencia del socialismo del siglo XXI.
La reflexión del jefe de Estado se dio en el marco de una convulsionada situación política y social por la que atraviesan varios países como Venezuela, con el señalado régimen de Nicolás Maduro, el cual es investigado por la comisión de crímenes de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional (CPI), y el crítico panorama democrático que vive Nicaragua con Daniel Ortega.
En esa nación centroamericana la comunidad internacional ha venido denunciando hechos de violaciones y constante reprensión a las libertades de la población.
“Hoy, hace 191 años, murió el más grande hombre que ha dado este continente. Nuestro libertador Presidente, Padre de la República, será siempre un patrimonio de las democracias y no una adaptación de las tiranías derivadas del socialismo del siglo XXI”, dice el trino del presidente Duque.
Ataques de Ortega a Duque
Se agudizó la tensión entre Colombia y Nicaragua luego de que el presidente de ese país, Daniel Ortega, se despachara contra el mandatario Iván Duque tras haber puesto en duda a su Gobierno en diferentes foros internacionales de derechos humanos. Ortega catalogó al país como un “narcoestado” y, a raíz de esto, la Cancillería publicó un comunicado a manera de respuesta oficial.
“El Gobierno de Colombia expresa su profunda preocupación frente a la estrategia que ha decidido usar Daniel Ortega para distraer la atención de una comunidad internacional que rechaza con vehemencia la nueva dictadura que se instala en el país centroamericano, generando el repudio de los países vecinos y la preocupación regional por el riesgo de que el pueblo nicaragüense viva el horror del éxodo, el desarraigo, la pérdida de libertades y el brutal empobrecimiento que viven hoy el pueblo venezolano y el pueblo cubano”, se desprende de uno de los puntos del comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
La fuerte postura de la Cancillería se conoció porque Ortega había manifestado que Colombia era una nación que tenía “gobernantes que se atreven a hablar de los derechos humanos. Colombia es un narcoestado, sí, es un narcoestado”. Ante esto, la Cancillería dice que la respuesta del actual presidente de la República de Nicaragua es una estrategia para “atacar a Colombia y así distraer la atención y la censura internacional sobre su total ilegitimidad”.
Sumado a ello, la comunicación profundiza en que los demócratas del mundo seguirán ‘pullando’ a la comunidad internacional para que imponga sanciones económicas y de diferentes índoles para evitar que el mandatario nicaragüense y su Gobierno se sigan “lucrando, destruyendo la riqueza nacional y pisoteando la dignidad humana, como le sucedió a Venezuela”.
Así mismo, entre las cualidades que resalta la Cancillería sobre Colombia, en el texto emitido, se encuentra que el país es un Estado social de derecho en el que hay una sana división de poderes, libre expresión e inversión nacional que ha hecho que se destaque ante el mundo.
Se añadió que se reconocen “los sufrimientos que ha padecido nuestro país por cuenta de la guerrilla, los criminales y el narcotráfico, y es por eso que nuestro gobierno y los anteriores se han concentrado en fortalecer el marco jurídico y las instituciones que salvaguardan los principios democráticos, garantizan los derechos de todos nuestros ciudadanos y, en particular, protegen y promueven los derechos humanos”.
A renglón seguido, es importante mencionar que esta respuesta, según el Gobierno colombiano, está asentada en los principios humanitarios y de solidaridad, pues junto a la adopción del Estatuto Temporal de Protección de los venezolanos han demostrado las acciones que dan cuenta a la protección de los sectores más pobres y vulnerables del país.
“La inmensa mayoría del pueblo de Colombia cree en el valor de la democracia como condición para la construcción de progreso y de paz; en el compromiso decidido con el desarrollo sostenible y en la institucionalidad que asegure el estado de derecho suficiente para garantizar un sistema de verdad, justicia, reparación y no repetición, así como de reconocimiento a quienes han sufrido el flagelo de la violencia”, concluyó el Ministerio de Relaciones Exteriores.