A través de su cuenta en X, el presidente Gustavo Petro anunció esta mañana (viernes 29) que el Gobierno nacional llegó a un acuerdo con los más de 4.000 indígenas emberá que llegaron a Bogotá.
Los nativos llegaron a la ciudad para pedirle al Gobierno medidas urgentes en sus territorios y estaban instalados en carpas al frente de la Agencia Nacional de Tierras.
Según el Ministerio de Agricultura, al acuerdo se llegó con las organizaciones Somos Tierra Colombia, Conamu, la Confederación Jacobo Arenas e indígenas del pueblo indígena emberá.
“¡Llegamos a acuerdos! En la mesa de diálogo con representantes de las organizaciones @corsomostierra, Conamu, la Confederación Jacobo Arenas y el pueblo emberá se logró completar las negociaciones y establecer rutas de seguimiento de las mismas, gracias a los lineamientos y al liderazgo de la ministra @MCarvajalinoV y al trabajo de directivos y equipo técnico del sector”, indicaron puntualmente desde MinAgricultura.
De tal modo, indígenas y representantes de organizaciones firmantes de paz que estaban en la mesa de conversación con el Gobierno regresarán a sus territorios.
“El Gobierno del cambio escucha y trabaja por y para las comunidades. Garantizaremos el buen retorno del pueblo emberá y de las y los representantes de las organizaciones de firmantes de paz. ¡Juntos, por una #RevoluciónPorLaVida que lleve prosperidad a todas las regiones!”, resaltaron.
Desde la organización Somos Tierra Colombia indicaron que fueron alrededor de 100 acuerdos a los que llegaron con el Gobierno nacional.
Acuerdos que, según dicha organización, están orientados a temas asociados a la “tierra, producción, territorialidad, derechos humanos y fortalecimiento organizativo con enfoque diferencial de género y territorial”.
“Podemos dar hoy un parte de victoria, cumplimos la tarea y ahora nos corresponde seguir trabajando para materializar lo acordado”, agregaron desde la organización Somos Tierra Colombia.
Vale recordar que, tras su llegada a Bogotá, Rubiel Siágama, gobernador mayor del Resguardo Unificado Mistrató de Risaralda, había explicado cuáles eran algunas de las exigencias al Gobierno nacional.
“Nos encontramos 4.000 indígenas, que llamamos la minga nacional. Venimos con varios objetivos. En mi resguardo tenemos una gran división, en la cual tenemos muertos, desconocimiento y exclusión en la misma raza indígena. También tenemos amenazas entre nosotros”, dijo recientemente Siágama a Revista Alternativa.
De tal modo, la llegada de la población indígena a Bogotá tenía también como propósito, según ellos, “denunciar las condiciones desfavorables que atentan contra el bienestar de la población indígena emberá, solicitar el cumplimiento de acuerdos pactados con anterioridad y garantizar la plenitud de los derechos universales de los pueblos indígenas, de los niños y niñas, de los mayores, así como de la defensa de los territorios y el buen vivir de nuestras comunidades”.
Así mismo, estaba denunciando “la muerte de nuestras niñas y niños a causa de la desnutrición, las afectaciones por el cambio climático, el desarraigo cultural por el desplazamiento forzado, por las condiciones de saneamiento básico mínimas o inexistentes en los territorios para garantizar la vida digna, además de las distancias o barreras territoriales y culturales para la prestación de los servicios de salud”.