El presidente Gustavo Petro ha usado su cuenta de Twitter en los últimos días para defender a capa y espada la propuesta de reforma a la salud que está impulsando el Gobierno nacional. De hecho, criticó con fuerza una encuesta que fue publicada este 1 de febrero y demostró que el 67 % de personas consultadas no querrían una reforma estructural del sistema de salud.

Se trata de la ‘Gran Encuesta de Salud’, que fue realizada por Invamer y la Andi para sopesar cuáles son las impresiones que tienen los colombianos sobre el modelo de atención actual.

Entre otras cosas, la medición estadística mostró que el 73 % por ciento de los colombianos valora el sistema de salud vigente y que el 71% de los encuestados manifestó su preocupación por un sistema de salud cuyos fondos sean administrados únicamente por entidades públicas.

Los resultados contradicen varias de las premisas defendidas por el primer mandatario y su ministra de Salud, Carolina Corcho, pues ambos han advertido que la ciudadanía quiere un cambio profundo en el sistema de aseguramiento.

“¿Saben cual es el mayor problema de una encuesta de salud?”, empezó a preguntarse el presidente Petro. “Que quienes murieron pudiendo ser atendidos y sobrevivir, no pueden ser encuestados. En la franja de la población que pide el cambio, están quienes pudieran morir sin ser atendidos. ¿Qué les decimos?”, argumentó.

A continuación, destacó las bondades que tendría el proyecto de ley que reformaría la salud y que ha sido defendido por la ministra Corcho, cuyo texto aún no ha sido conocido por la opinión pública.

La ministra Carolina Corcho ha socializado varios apartes de su reforma con la opinión pública, pese a que el texto oficial aún no se conoce. | Foto: Ministerio de Salud y Protección Social

“La reforma que se propone al pueblo busca fortalecer atención primaria y la prevención en todo el territorio nacional Impide que el personal de salud sea explotado laboralmente Establece el aseguramiento general d toda la población Fortalece clínicas, hospitales y consultorios”, señaló el presidente Petro.

Una encuesta robusta

Pese a los dardos del presidente Petro, lo cierto es que la encuesta de la Andi e Invamer muestra una realidad difícil de ocultar debido a la forma en que se realizó.

Mauricio Orozco, gerente de Invamer, y Bruce Mac Master, presidente de la Andi. | Foto: Carlos Rodríguez

Según indicaron en rueda de prensa el gerente de Invamer, Mauricio Orozco, y el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, se preocuparon por que la encuesta tuviera una solidez suficiente como para representar adecuadamente lo que de verdad opinan los colombianos.

En total, recolectaron las respuestas de 2.704 personas, una muestra robusta que permitió que el margen de error de la encuesta fuera de solo el 1,88 %. Vale decir, además, que las encuestas se hicieron de forma presencial, un factor que los expertos en estadística también tienen en cuenta para determinar qué tan confiable es un estudio así.

Así fue como identificaron, por ejemplo, que la mayoría de los encuestados pertenecían al régimen subsidiado, en el cual están las personas más vulnerables del país.

“Logramos ir a 104 municipios en total, de esos 104 municipios hay 21 capitales”, dijo el gerente de Invamer, y agregó que también se preocuparon por incluir a la población rural dentro de las mediciones. “Tuvimos que tomar chalupa, coger mototaxi, para llegar a todas las veredas y a todos los municipios que habían quedado aleatoriamente en la encuesta”, indicó.

Y, aunque el presidente Petro señaló que hay franjas de la población vulnerables que apoyan sus propuestas, lo cierto es que las cifras muestran una realidad con más matices: las poblaciones rurales, que habitan la “Colombia profunda” mencionada por la ministra Corcho, parecen estar más satisfechas con las EPS y quieren un cambio moderado.

La mayoría de la población rural no está de acuerdo con la desaparición de las EPS. | Foto: Ministerio de Salud

Por ejemplo, frente a la pregunta de si consideran que las EPS deben desaparecer del sistema de salud y ser reemplazadas por el Estado, el 68% de las personas que vivían en zonas rurales del país contestó negativamente. El 26 % contestó que sí y un 5 % restante fue clasificado como no sabe, no responde.

La proporción de personas de zonas rurales que se manifestaron a favor de las EPS fue más alta en comparación a los habitantes de las zonas urbanas.

Una realidad parecida muestra la pregunta que está en la página 16 de la encuesta: “¿considera usted que puede acceder al sistema de salud cuando lo requiere?”. En la población rural el 79 % contestó afirmativamente, mientras que en la población urbana este porcentaje cayó al 72 %.

Eso sí, consideran que el sistema de salud requiere transformaciones. La mayoría de los encuestados en zonas rurales dijeron estar de acuerdo con que el sistema de salud debe tener “algunos ajustes”, pues sumaron el 53 %. Mientras tanto, una tercera parte (el 34 %) consideró que debe haber una reforma total del sistema, solo 2 % más que en las zonas rurales.