El gobierno de Colombia anunció que pedirá al Consejo de Seguridad de la ONU extender el periodo de implementación del Acuerdo de Paz de La Habana firmado en 2016 con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). Inicialmente se estableció un plazo de 15 años para cumplir con los compromisos.
El ministro de Exteriores colombiano, Luis Gilberto Murillo, ya había anunciado esta propuesta antes de su viaje al organismo, con sede en Washington, después de que hayan pasado siete años y no haya habido avances significativos en el cumplimiento de lo pactado: “Estamos proponiendo que se dé un ajuste al plan marco de implementación que se diseñó para ser implementado (...) y con los rezagos, hay que considerar muy seriamente la posibilidad de extender el periodo”, dijo.
“La desigualdad es la principal causa de la violencia en Colombia, especialmente la desigualdad en la distribución del territorio, como se relaciona con el Acuerdo de Paz de 2016: ‘Colombia no ha podido solucionar su problema de violencia de dos siglos de antigüedad porque no ha podido incluir el territorio en la construcción de una Nación común, democrática, que permita que, por encima de las diferencias de color de piel, sociales, culturales, políticas, podamos convivir todos dentro de las mismas condiciones sociales dentro de la Nación’”, dijo el presidente.
Ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el presidente Gustavo Petro Urrego anunció también que presentará al Congreso de la República una propuesta de fast track (vía rápida) para modificar las leyes que permitan acelerar el cumplimiento del Acuerdo de Paz de 2016.
“Un procedimiento de fast track nos llevaría a reducir los plazos del tiempo para cumplir con efectividad el Acuerdo de Paz firmado. Lo vamos a presentar a la sociedad colombiana y al Congreso, pero quisiéramos dejarlo aquí, refrendado ante ustedes”, dijo el jefe de Estado.
El Acuerdo de Paz entre el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en 2016 fue un hito histórico destinado a poner fin a más de 50 años de conflicto armado en el país.
Este acuerdo fue el resultado de casi cuatro años de negociaciones en La Habana, Cuba, y abordó varios aspectos clave para garantizar una paz duradera y la reintegración de los excombatientes a la sociedad civil.
Las Farc se comprometieron a dejar las armas y a reincorporarse a la vida civil y política, se establecieron zonas específicas donde los excombatientes se reunirían para entregar sus armas bajo la supervisión de la ONU.
También se garantizó a las Farc un espacio en la política colombiana, permitiéndoles formar un partido político y participar en elecciones y se les asignaron escaños en el Congreso durante dos periodos legislativos.