El presidente Juan Manuel Santos hizo público en la mañana del jueves un dolor que lleva entre pecho y espalda. En entrevista con Blu Radio el primer mandatario aseguró que “los clásicos tenían razón cuando decían que la lucha por el poder, que es la política, infortunadamente saca a relucir lo peor de la condición humana". Esa frase apesadumbrada tenía nombre y apellido: Juan Carlos Pinzón. El pasado martes, cuando el Gobierno y las Farc se preparaban para dar el paso más simbólico del proceso de paz, la dejación completa de las armas por parte de esa guerrilla, el exembajador de Colombia en Estados Unidos publicó seis trinos que desconcertaron a muchos, pero que se sintieron como un agudo golpe en la  Casa de Nariño.Las frases que escribió parecían venir más de un opositor del Centro Democrático que de uno de los alfiles más importantes de Palacio. Pinzón no solo acaba de dejar su cargo como embajador, sino que por décadas ha sido uno de los principales alfiles de Santos. Fue su ministro de Defensa y comenzó su vida política en la Fundación Buen Gobierno. Los trinos sorprendieron por el contenido y por el tono. Aseguró que es un “error” celebrar la entrega de las armas de las Farc como si se tratara de la “totalidad” del armamento. “Es claro que Farc y disidencias tienen armas”, dijo y luego pidió "más transparencia".

Los trinos terminaron siendo el punto final de una relación de confianza que Santos y Pinzón habían construido por más de 20 años, pero que comenzó a resquebrajarse hace meses. Durante el proceso de paz, Pinzón había sido una especie de Vargas Lleras. En su rol de ministro de Defensa era claro que no compartía el entusiasmo por los diálogos de La Habana, pero públicamente, aunque no vestía con orgullo la paloma de la paz, tampoco la criticaba. Esa actitud prudente comenzó a cambiar en los últimos meses cuando Pinzón aún era uno de los más altos funcionarios del Gobierno. Como embajador, Pinzón asistió el pasado 21 de febrero al foro del Club Concordia, del que era uno de los organizadores. En su discurso, Pinzón llenó de elogios a la dupla de expresidentes que lideraron el No. De Andrés Pastrana dijo que diseñó el Plan Colombia que tanto le ha servido al país y sobre Álvaro Uribe señaló que hay que hacer un reconocimiento a su liderazgo, que fue determinante para el mejor destino que tomó Colombia. Uno de los oradores de esa conferencia era precisamente Uribe, quien aprovechó el escenario para despacharse contra Santos. A pesar de ser funcionario del Gobierno, Pinzón no lo defendió, lo cual molestó al presidente.Un confidencial de la reciente edición de SEMANA recordó otro momento que marcó distancia entre ambos. Al parecer Santos le pidió a Pinzón que, como jefe de la Embajada de Colombia en Washington, solicitara el retiro de la lista de terroristas a algunos miembros de Estado Mayor de las Farc, pero Pinzón se habría negado a la solicitud del presidente, alegando que eso iba en contra de sus convicciones.Confidencial: El pedido de Santos que no le gustó a Juan Carlos Pinzón Pero esas molestias dejaron de ser privadas cuando se hizo evidente la aspiración presidencial de Pinzón. En abril, el entonces embajador organizó una comida con un grupo de congresistas para manifestarles ese interés. Parlamentarios que asistieron cuentan que en ese momento era ya evidente que la campaña quería desmarcarse del discurso presidencial.  Su primera salida pública como aspirante a la contienda de 2018 dejó clara esa nueva posición. En una entrevista con la periodista María Isabel Rueda aseguró que el acuerdo de paz “estoy seguro, se había podido hacer mejor, pero este es el acuerdo que hay y hay que cumplirlo”. Agregó que sentía que debía regresar al país para seguir ayudándole con el proceso de avance y evitar que entre nuevamente a una fase de “estancamiento, polarización y en cierto sentido desaceleración e incertidumbre que estoy viendo”. Le sugerimos: En un cónclave, Santos elegirá al candidato de la U La afirmación de que el país estaba "estancado" y los trinos contra el desarme generaron desconcierto en el alto gobierno.En cierto, modo Pinzón es la persona de más confianza de Santos que se va contra él. Llegó a al Casa de Nariño como el hombre fuerte de Palacio cuando Santos lo nombró como secretario general de su primer periodo. Su oficina quedaba apenas a 20 metros del despacho presidencial, y no había reunión de alto nivel en la que no estuviera él. Al comienzo tuvo una tarea similar a la que después asumió María Lorena Gutiérrez: era el jefe de los altos consejeros y coordinaba la comunicación entre estos, los ministros y el presidente.Su paso al Ministerio de Defensa era obvio pues es hijo de militar y uno de los mayores exponentes de la disciplina castrense. En esa cartera tuvo buenos resultados y propinó algunos duros golpes contra las Farc. Fue el civil que más duró en ese cargo desde 1957: duró 45 meses. En la campaña presidencial comenzó hace poco y quizás por eso no registra aún en los sondeos. En la gran encuesta de Invamer para Caracol Televisión, Blu Radio y SEMANA apenas logró el 2,4 por ciento y apenas lo conoce el 45 por ciento del electorado. Se dice que podría ser un candidato bisagra y abrir opciones con el urbismo o con Vargas Lleras. En los corrillos políticos no se descarta que busque la Vicepresidencia de este último.