Este lunes 23 de noviembre el presidente de la República, Iván Duque, entregó la totalidad de la Cordillera Central, un megaproyecto que se había convertido en un sueño para varias generaciones que pensaban que era imposible atravesar la imponencia de las montañas ubicadas entre los departamentos de Tolima y Quindío.
No obstante, a tan solo un día de haber sido inaugurada, se registró el primer accidente: una tractomula se volcó y su conductor quedó herido en el tramo final del viaducto de Yarumo Blanco, en la doble calzada que desciende desde Cajamarca hacia Calarcá.
La Policía de Carreteras de Quindío reveló que la primera hipótesis del accidente es “la falta de precaución al descender” del conductor de la tractomula.
En redes sociales se publicaron las primeras imágenes del siniestro que ocurrió este martes.
Es importante recordar que el director del Instituto Nacional de Vías, Juan Esteban Gil, había hecho la advertencia sobre la necesidad de manejar con cuidado en el viaducto, pues “la geografía de la cordillera Central es compleja, lluvias, neblina, radios de cobertura estrechos, longitudes pronunciadas con pendientes altas”.
Sobre la vía, el mandatario colombiano reveló los datos clave que rodean ese megaproyecto, el cual agrupa un estratégico complejo vial de 25 túneles, 31 puentes y tres intercambiadores viales entre Calarcá y Cajamarca por 30 kilómetros de doble calzada, en los que se deja atrás el incierto trayecto que suponía el ascenso y descenso por el alto de La Línea.
Sobre la inversión, se destinaron recursos superiores a los $2,9 billones, que se distribuyeron en $1,5 millones de m³ de concreto y fueron necesarias 140.000 toneladas de acero. “Su construcción requirió el esfuerzo de 7.000 hombres y mujeres entre ingenieros, topógrafos, geólogos, técnicos y operarios, que se convirtieron en los verdaderos héroes de este proyecto, gracias a su tesón, entrega y trabajo”, explicó el Gobierno nacional.
A renglón seguido, el mandatario colombiano detalló que de los 30 kilómetros que conforman el proyecto, 22 kilómetros son túneles y cinco kilómetros son puentes. Además, de las 60 obras, 25 se ubican en el Quindío y 35 en el Tolima.
El cruce de la Cordillera Central incluye, de acuerdo con el Invías, el túnel más extenso de América Latina, el túnel de La Línea (con 8,65 km de longitud, entregado el 4 de septiembre de 2020) y el viaducto Yarumo Blanco (con 643 metros), una imponente estructura en forma de herradura que cuenta con barreras de seguridad únicas en el país, especialmente construidas para proteger a los usuarios en caso de una eventual colisión.
“El cruce de la Cordillera Central, una obra estratégica que impulsa la reactivación económica y promueve la competitividad de Colombia a nivel internacional, pues conecta en menor tiempo al centro del país con el suroccidente, una región clave para el comercio colombiano”, sostuvo el presidente Duque.
Y señaló: “Hoy Colombia hace historia. Es con hechos como le devolvemos al país la confianza en que las obras sí pueden planearse, ejecutarse y entregarse, con recursos bien invertidos, cuando hay un Gobierno comprometido como este”.
Sin embargo, el mandatario colombiano destacó que con ese tipo de megaproyecto, los colombianos se enorgullecen, dijo que fue construida con ingeniería y mano de obra nacional. “Llegamos con el compromiso de concluir, concluir y concluir, y es con este cruce de Cordillera Central como estamos conectando a Colombia, creando emprendimiento, legalidad y generando equidad”, puntualizó.
Pero no todo fue color de rosa y la tarea empezó con varios tropiezos que se fueron superando en tiempo récord. El presidente Duque aseguró que registraba una ejecución del 54 %, estaba desfinanciada y con problemas de calidad de obra, debido al abandono desde 2016 de la doble calzada que une a Quindío y Tolima.
“No obstante, su decisión de concluir estas obras lo llevó a implementar una gerencia especializada y a asegurar recursos adicionales por $620.000 millones para darles continuidad y culminarlas”, dio a conocer la Presidencia.
A su turno, varios integrantes del gabinete de gobierno también entregaron detalles del megaproyecto. “Este proyecto supone un cambio histórico para la movilidad del país; con él impactamos positivamente las condiciones de vida de los transportadores, que requerían una vía expedita y más segura para mejorar el flujo de las exportaciones desde y hacia el puerto de Buenaventura, con importantes ahorros en tiempos de viaje y menores congestiones, lo que representa mayor productividad”, dijo la ministra de Transporte, Ángela María Orozco.
La funcionaria también recordó que el megaproyecto “se convierte en una gran herramienta para promover el desarrollo turístico del Tolima, del Quindío y sus alrededores, particularmente donde los viajeros podrán apreciar los parques temáticos y las fincas cafeteras y darle un espaldarazo a todo ese sector de la economía que ofrece servicios e insumos a quienes transitan por este corredor estratégico”.