Cada vez que el presidente Gustavo Petro hablaba de que se buscaba la libertad para los miembros de la primera línea, salía a flote el nombre de Andrés Pastor González, más conocido con el alias de 19, quien fue condenado a 14 años y medio de prisión, y no por protestar. Fue por tortura y vandalismo, delitos que contaron con un arsenal de pruebas que no dejó dudas para el juez.
El presidente había hablado varias veces de esa propuesta, pero solo la anunció hasta este sábado, en el marco del Diálogo con presidentes de Juntas de Acción Comunal, que se realizó en Pasto, que “centenares de jóvenes que fueron detenidos en las protestas en las que se registraron desmanes en diferentes departamentos de Colombia, serán liberados antes de la Noche Buena”.
“Tienen derecho a pasar Navidad con sus familias”, dijo el mandatario en el evento público.
La noticia levantó una enorme polémica, pues la primera línea no se trata de un grupo simplemente de protesta y el expediente de alias 19 así lo demuestra. Se trata de un sujeto que infundía temor en el Portal Américas, sector del que se apropiaron durante las protestas que se presentaron entre abril y junio de 2021, cuando crearon en este lugar su centro de operaciones y la pesadilla para los vecinos, que no tenían manera de evitar los atracos, peajes, amedrentamientos, extorsiones y hasta los secuestros y torturas, como la que generó la condena. Incluso, estando en prisión, se daba el lujo de hacer apariciones por canales virtuales alentando los desmanes.
Él asegura que es inocente y aun con la condena encima dice: “Lo que hicimos nosotros fue un movimiento nacional, un cambio, eso fue lo que hicimos, me siento orgulloso de la persona que soy, de los pelados que salieron a las calles”. Pero lo que dicen las pruebas es muy diferente, y reflejan el actuar y los crímenes de un delincuente, tal como lo señala la sentencia en su contra.
Una decena de testigos presenciales –incluidos dos integrantes de la primera línea que se hartaron de los actos de violencia–, tres informes de inteligencia, interceptaciones telefónicas y horas de videos de las cámaras de seguridad del sector de Las Américas, además de grabaciones hechas por los integrantes del autodenominado grupo Resistencia Portal Américas, que las tomaron a modo de trofeo, son las pruebas que llevaron a la condena en contra de alias 19.
El juzgado cuarto especializado de Bogotá fue claro en señalar que alias 19 fue el que dio la orden, en la noche del 4 de junio de 2021, para retener, robar, desnudar, golpear con palos y amarrar a un árbol a un hombre que pasaba por el sector, a quien acusó, sin prueba, de ser un policía encubierto.
“Con toda la sevicia del mundo, una decena de jóvenes le arrojaron gasolina en todo el cuerpo para –acto seguido– mostrarle en repetidas ocasiones un encendedor con el que amagaron prenderle fuego si no contaba la verdad y revelaba su verdadera identidad”, aseguró el juez.
Miguel Jaramillo Arias, un humilde carpintero de profesión, “cuyo único pecado”, según destaca la sentencia, fue residir en el mismo sector donde estaba instalado un campamento de la primera línea-Portal Resistencia, cerca al parque Mundo Aventura. La tortura, que se extendió por dos horas, tuvo un punto final cuando la ciudadanía y funcionarios del Distrito intervinieron. Uno de ellos, con su teléfono celular, grabó la cruel escena, dejando en evidencia que el acto sí se presentó, pese a que los abogados de los procesados insistan en lo contrario.
Como no hay cuña que más apriete que la del mismo palo, fueron los testimonios de dos integrantes de la primera línea los que fueron coherentes y concisos al confirmar la presencia de alias 19 en el lugar de los hechos. Afirmaron que fue él quien golpeó y pintó de rojo la cabeza del carpintero, todo esto mientras lo golpeaba e insultaba. “Estando a pocos metros del poste donde amarraron a los supuestos infiltrados, ubicaron (…) a Andrés Pastor González frente a los agredidos”.
Pero la versión más clara y directa fue justamente la de la víctima, quien, pese a los daños psicológicos que padeció tras el ataque, y el miedo que todavía sentía al recordar los hechos, aseguró que fue alias 19 el que lo abordó. Temeroso durante su declaración, aseguró que estaba en capacidad de identificar a quien ejecutó cada acción en su contra, algo que en realidad no era difícil.
Los cuatro tatuajes que tiene alias 19 en la cara y su cresta permitieron que se le identificara como uno de los promotores de los actos de violencia durante las protestas. “Se desvió de sus objetivos iniciales, consistentes en reclamar justicia sin que concretaran un acuerdo final frente al propósito que perseguían ante el Gobierno nacional, por el contrario, empezó a ejecutar actos de tortura a varias personas, quienes suplicaban por sus vidas, lloraban y hasta se desmayaban”, señaló uno de los testigos.
Estas declaraciones contra alias 19 no fueron tranquilas, el temor era evidente, y tenían por qué, uno de los principales testigos “fue amenazado en plena audiencia de juicio oral por alias 19”, así como también el juez que tomó la decisión de condenarlo por el delito de tortura y quien tuvo que pedir, a viva voz, protección de las autoridades.
De nada sirvieron los testigos que presentó la defensa de alias 19, entre estos dos periodistas de medios alternativos, quienes aseguraron que él no estaba cuando se presentó la retención del hombre y que un hombre tatuado, conocido con el alias de Cali, era el que motivaba la violencia. Esta tesis fue declarada insuficiente por las constantes contradicciones en que incurrieron los testigos.
Una fotografía tomada por un agente del Esmad, Gustavo Adolfo Nonsosque Bautista, fue la clave para establecer que alias 19 estaba esa noche en el campamento frente al parque Mundo Aventura. Pero también fueron sus mismos compinches, ahora arrepentidos, quienes, sin pensarlo así, dejaron más evidencias contundentes.
Videos grabados por los dos exintegrantes de la primera línea sirvieron de evidencia para establecer que alias 19 estaba en el Portal Américas y que formó parte de este acto de tortura.
Esta conclusión la dio con claridad el mismo juez, quien, pese a las amenazas contra su vida, no titubeó al señalar: “Resulta incuestionable el muy significativo daño que infligieron a Luis Miguel Jaramillo (…) al retenerlo al azar, atarlo de pies y manos, y despojarlo de su atuendo para dejarlo en ropa interior sin la más mínima ni admisible justificación”.
Como prueba del actuar violento del Portal Resistencia, cerca de 70 personas revelaron el temor que sintieron durante dos meses, cuando esta organización se dedicó a quemar llantas y semáforos, utilizando bombas molotov y machetes para atacar a la fuerza pública, “generando terror y caos”.
No contentos con eso, talaron árboles para cocinar y construir barricadas, impidiéndoles así a los vecinos cruzar por la zona y que cualquier agente se acercara. Todas estas acciones fueron coordinadas por alias 19, como lo reconocieron todos los testigos que desfilaron por el juzgado. Las actuaciones de este grupo se destacaron por su violencia y agresividad.
“Desahogaron la ira hacia quienes consideraban como contrincantes de un conflicto, lo que desencadenó el abandono de la protesta social y el interés por imponerse violentamente frente a cualquiera quien, sin motivo razonable, suponían era un oponente”, destaca el fallo. Basados en esta premisa, y con todas las pruebas documentales presentadas por la Fiscalía, se concluyó que los integrantes del Portal Resistencia ejecutaron un plan para generar el mayor daño posible a sus víctimas.
Alias 19 fue condenado con pruebas, pero no se quedó callado. En el fondo sabe que está latente la posibilidad de un reversazo desde el Gobierno para que pueda volver a la calle. Por eso, en medio de su intervención, que fue interrumpida por mensajes de apoyo, reveló lo que era ya un secreto a voces: “Ahí les dejo lo que se hablaba en las mesas de negociación con Gustavo Bolívar y el Gobierno (…) tener el reconocimiento como líderes sociales y no como terroristas”.
Su abogada, Andrea Solangie Torres, en entrevista con El Tiempo, insistió en la inocencia de alias 19, y que por eso no van a buscar un indulto o amnistía. Sin embargo, fue clara y crítica con el Gobierno Petro al advertir que él “no hizo parte de la campaña, pero sí defendió las ideas de cambio que propuso. No ha recibido apoyo”.
Como si se tratara de un mártir de la revolución, el hombre de 32 años lanzó pullas en contra del Gobierno y la rama judicial. En tono amenazante anunció: “De aquí nos sacan porque nos sacan”, advirtiéndole a su madre que todavía falta la revancha en este largo juego. “En cualquier momento Dios hace el milagro y nos reúne como una familia. Esto está empezando, el partido va 1-0”. El milagro, que tanto pide pese a su probada tortura contra el carpintero del barrio, puede venir desde el solio presidencial. Todavía no se sabe si la decisión que anunció Gustavo Petro lo cobijaría.