SEMANA conoció, en primicia, el pliego de cargos que formuló la Procuraduría en contra del exgobernador de Nariño y quien hasta hace poco era aspirante a la Presidencia de la República, Camilo Romero.

El exmandatario es investigado por las presuntas irregularidades en la firma del convenio para la compraventa del aguardiente Nariño. Para esto, le habrían entregado el convenio de administración a una empresa recién creada y que no tenía la experiencia. Dicha empresa era liderada por una persona que le había dado el apoyo en su campaña. Para la Procuraduría la falta es calificada como grave.

El documento conocido por SEMANA señala que “Camilo Romero con su conducta omisiva presuntamente desconoció sus deberes de vigilancia y control, como quiera que en calidad de Gobernador del Departamento de Nariño para la época de los hechos y, como director de la actividad contractual del mismo, tenía bajo su responsabilidad velar porque el proceso de adquisición de los licores, a cargo del Departamento de Nariño en ejercicio del monopolio de arbitrio (...) se realizara conforme a las normas que gobiernan la contratación pública”. Dice además el Ministerio Público que Romero “actuó sin la observancia del cuidado necesario que cualquier persona del común imprime a sus acciones y por ende la culpa debe ser calificada provisionalmente como grave”.

Andrés Felipe Arango, primo del exgobernador, se convirtió en testigo en su contra y la Fiscalía le prorrogó el principio de oportunidad. El primo dio en su momento versión sobre presuntas anomalías en esta licitación para vender 80.000 botellas de aguardiente, por 18.000 millones de pesos, y en el cual se habría favorecido al oferente. De hecho, Romero afronta investigación en la Corte ante la Corte Suprema por su posible responsabilidad en los delitos de contrato sin requisitos legales, interés indebido en la celebración de contrato, falsedad material en documento público, falsedad ideológica en documento público y asociación para cometer delito contra la administración pública. Según ese relato, fue el mismo Romero quien encargó a su primo para tal fin.

También advierte la Procuraduría: “De acuerdo a la normatividad trascrita y conforme al cargo formulado al señor Camilo Romero, se tiene que la conducta señalada como presuntamente irregular ha sido realizada por éste en su calidad de Gobernador del departamento de Nariño, es decir, como servidor público de mayor jerarquía y mando de la rama ejecutiva del ente territorial, sumado al hecho de que la omisión que se le atribuye al disciplinado tiene que ver con el monopolio de arbitrio rentístico de los licores del departamento que resultan de un alto valor para las finanzas del departamento, en tal sentido la falta se considera grave por la trascendencia de la conducta endilgada”.

No es el unico revés. En 2019, Romero denunció en su cuenta de Twitter que el Gobierno estadounidense le quitó la visa, perdiéndose en ese momento de la semana climática en Nueva York, evento al que estaba invitado para hablar de la defensa que ha hecho desde su departamento de la sustitución de cultivos y el rechazo al uso del glifosato.