SEMANA conoció que la Comisión de Disciplina Judicial abrió investigación en contra de la fiscal delegada ante el tribunal del Cesar, Nancy del Carmen Ramírez, que revocó la orden de captura en contra de la matrona del más poderoso clan político de ese departamento, Cielo Gnecco. La decisión se tomó de oficio, pues la funcionaria judicial se habría extralimitado en esa determinación.

La decisión de ordenar o revocar la orden de captura contra Cielo Gnecco, al tratarse de una investigación de hace varios años, es tramitada por Ley 600. Por eso, esta decisión depende de la Fiscalía. Sin embargo, la funcionaria Martínez habría excedido sus facultades. Incluso, desde la Dirección Central de la Fiscalía anunciaron que abrirán una investigación interna para establecer si se presentaron irregularidades en la emisión de esta decisión.

El proceso contra Cielo Gnecco

La investigación contra Cielo Gnecco se inició en 2002, cuando fue acusada del secuestro y asesinato de Jairo Alberto Hernández Hinojosa y Carlos Alberto Mendoza Guerra, contratistas que se habrían negado a pagarle una tajada de 2.500 millones de pesos de un contrato de obra pública.

Por tratarse de un proceso bajo la Ley 600, todas las actuaciones recaían sobre el fiscal regional y por esa razón durante más de 20 años el caso permanecía engavetado.

La Procuraduría General insistió en que el caso debía reabrirse y tras revisar el recurso de apelación la Fiscalía Tercera Delegada ante el Tribunal Superior de Valledupar determinó que existían méritos suficientes para vincular a Cielo Gnecco a la investigación, y dictar una medida de aseguramiento en centro carcelario en su contra por los delitos de secuestro extorsivo y homicidio en persona protegida. Fue entonces cuando se dictó la orden de captura.

La baronesa política del Cesar, Cielo Gnecco, fue capturada. | Foto: Gobernación del Cesar.

Las pruebas contra Cielo Gnecco

Son varios los testimonios de exparamilitares que vinculan a la matrona del Cesar con estos crímenes. Juan Manuel Argumedo García, alias Gabino –quien hizo parte del frente Mártires del Cesar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)–, señaló en un documento redactado de su puño y letra que Jairo Alberto Hernández Hinojosa y Carlos Alberto Mendoza Guerra, “quienes habrían estado vinculados contractualmente con la Gobernación del Cesar”, fueron retenidos por paramilitares “por petición que hiciera Cielo María Gnecco Cerchiaro”.

Esto, según narró alias Gabino, se hizo con el fin de “obligar a los plagiados” a devolverle a Cielo Gnecco una suma cercana a los 2.500 millones de pesos “que habrían obtenido, al parecer, de su actividad con el ente departamental y de la cual debían entregar una parte”.

Según el testigo, debido a que los dos secuestrados no aceptaron las presiones para devolver el dinero, fueron asesinados. “Cielo María Gnecco Cerchiario y Javier Gámez, según el denunciante Julio Manuel Argumedo García, pidieron a David Hernández Rojas, alias 39, que los asesinara, sugerencia que fue atendida positivamente por este, el 8 de noviembre de 2002, a través de miembros vinculados al grupo criminal”.

Lo dicho fue ratificado casi que al pie de la letra por otro paramilitar, Luis Francisco Robles. “Se llegó un acuerdo de ella (sic), doña Cielo pagaba, pero que a estos señores le diéramos muerte”, dijo.

“Después de la muerte de ellos, Cielo Gnecco entregó el dinero, se lo dio a alias 39. Me doy cuenta de eso porque yo soy el comandante militar, el segundo de 39″, señala el testimonio. Según los dos exparamilitares, recibieron 800 millones de pesos de la dirigente política, dinero que “fue utilizado para ampliar el frente y aumentar así su presencia en la región”.

También se ordenó recibir las declaraciones juramentadas del excomandante paramilitar Salvatore Mancuso Gómez y Julio Manuel Argumedo García, alias Gabino, así como de Daniel Gómez Romero y Clara Lucía Castelblanco Fonseca.