Las dudas que surgieron una vez se conoció la muerte del exsenador Mario Castaño se convirtieron en una investigación por homicidio en la Fiscalía. El ente acusador no dejó nada al azar y desde los actos urgentes se dispuso de un equipo experto de investigadores y forenses para completar el levantamiento del cuerpo y los elementos de prueba.
El Inpec informó, el pasado 18 de noviembre, que en su sitio de reclusión, una celda en la cárcel La Picota del sur de Bogotá, fue encontrado sin vida el exsenador que enfrentaba una condena por hechos de corrupción, en el llamado caso de “las marionetas”.
“El senador Mario Castaño, quien se encontraba privado de libertad en el establecimiento de La Picota, falleció en los últimos minutos, al parecer por un infarto. La Policía Judicial del Inpec ya se encuentra en el lugar de los hechos a la espera del procedimiento que permita determinar las causas de su deceso”, señaló el Instituto Penitenciario.
Aunque desde el momento de la muerte el Inpec lanzó la hipótesis de un infarto, la Fiscalía no se apresuró y ordenó que el grupo de investigadores de la unidad de homicidios adelantara los actos urgentes que permitieran conocer con certeza las circunstancias de modo, tiempo y lugar de los hechos.
Entre las labores previas de verificación, los investigadores hicieron un levantamiento en 3D de la escena del crimen, un trabajo minucioso que incluyó la tecnología usada en otros casos de relevancia nacional como el asesinato de Mauricio Leal. El propósito era alcanzar con el mayor detalle los elementos de prueba necesarios para conocer la verdad de lo ocurrido en la celda del exsenador.
Varias advertencias, versiones o incluso chismes surgieron una vez el Cuerpo Técnico de Investigaciones llegó al espacio de reclusión y se abrió la posibilidad de un hecho violento. Sin embargo, y con la certeza del trabajo forense, la Fiscalía ordenó los actos de investigación correspondientes y no a partir de las versiones de pasillo.
Los elementos de prueba que encuentren los investigadores en las celdas permitirán determinar o destacar las versiones, de ahí la necesidad de abrir la investigación por homicidio, resguardar la prueba y sumarla a otras que entregue el Instituto de Medicina Legal y que confirme las causas de la muerte.
La condena
Mario Castaño fue capturado, investigado y condenado por corrupción. Se defendió hasta donde le alcanzaron las pruebas a su favor, pero meses después de iniciar el proceso optó por aceptar cargos y acogerse a una sentencia anticipada. Así lo hizo y fue condenado por la Corte Suprema de Justicia a una pena de 15 años de cárcel.
Justamente esa condena era la que estaba pagando cuando ocurrió el fatal desenlace. Luego hubo otras denuncias de algunos internos que advertían que las pertenencias del exsenador fueron hurtadas por otro privado de la libertad.
La Fiscalía espera, luego de completar los elementos de prueba, analizar y tomar una determinación, si continuar la investigación por homicidio o, por el contrario, tras confirmar el infarto, archivar las diligencias.