Una carta del exjefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, conocido como Jorge 40, quien fue comandante del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), temido grupo paramilitar, genera polémica por cuenta de la petición que le hace al presidente Iván Duque. El título es ‘Desde el silencio de una celda’. En el país tiene cuentas pendientes con la Justicia tras años de vida delictiva al mando del Bloque Norte de las Autodefensas. Por esa razón, es considerado un recluso de mucho riesgo y de alta peligrosidad
Jorge 40 inicia su misiva señalando que: “Nuestro amado y sufrido país atraviesa por un momento de incertidumbre, el cual reúne las inconformidades acumuladas expresadas hasta ahora solo por algunos de los tantos sectores en Colombia, con los que el Estado, por su naturaleza, también tiene la obligación –que le ordena sus fines– de salvaguardar sus derechos. Para superarlos, es necesario tener presente varios aspectos”.
Cabe recordar que Tovar Pupo pagó doce años, cuatro meses y quince días de prisión en los Estados Unidos de Norteamérica, donde fue condenado por cobrar “a nombre de las extintas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá” el llamado impuesto de guerra, y arribó a Colombia el pasado 28 de septiembre.
En esta nueva carta que se conoce, el exjefe paramilitar menciona varios elementos: “Por un lado, la legítima protesta pacífica como un medio político válido y justificable, que por todos los rincones del país se eleva de manera creciente. Un pueblo que clama, un pueblo lleno de necesidades básicas insatisfechas acumuladas por generaciones, sin la posibilidad de expresarse en aquellos escenarios –creados por él mismo dentro del modelo político de la democracia– donde en un esfuerzo común se puedan construir los objetivos concertados que aborden las soluciones reales y definitivas a nuestras demandas, inconformidades y acúmulo de insatisfacciones. A falta de ese escenario y de representación, el Soberano no tiene otro camino dentro de las vías políticas civilizadas alternas que salir a la calle para, en forma masiva y pacífica, alzar su voz”.
Tovar Pupo le dice al presidente Duque que es clave escuchar a los colombianos: “Por ese camino los colombianos solo nos estamos garantizando la condena a seguir encadenados a esa llama que se aviva de la horrible noche –a la que nos oponemos por fines ideológicos e intereses mezquinos– que por fin cese. Llama, que estamos obligados generacionalmente a extinguirla ahora y desde sus raíces de forma definitiva, en favor de la salvación nacional”.
Y agrega: “Señor presidente Duque, usted reitera a diario que es el presidente de todos los colombianos. Usted le ha anunciado al país que está abierto a un dialogo nacional para escuchar a todos los sectores de la nación y contribuir así desde el Ejecutivo, a abrir la puerta para alcanzar el consenso necesario que nos permita una solución política nacional desde lo regional, sin exclusión”.
Jorge 40 le pide al presidente Duque poder participar de la denominada mesa de diálogo nacional: solicitamos que (...) podamos participar también aquellos que en algún momento –como actores de nuestro conflicto armado civil interno e interminable, quienes también somos víctimas del legado político del siglo XIX– y que por medio de un Acuerdo de Paz con el Estado colombiano hemos entregado nuestras armas, en aras del bien supremo de pasar la página de la horrible noche en nuestra patria boba y seguir nuestra misma lucha de manera pacífica, como único anhelo, desde los caminos civilizados que en Colombia nos permite la política con fundamento en la democracia participativa”.