SEMANA conoció que la Procuraduría General de la Nación llamó a juicio disciplinario al exdirector de la cárcel la Picota de Bogotá, Wilmer José Valencia Ladrón de Guevara (2022), y a tres dragoneantes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), por las presuntas irregularidades en el cumplimiento de la orden de remisión médica emitida al empresario Carlos Mattos, en la que “habría omitido solicitar y coordinar el apoyo de la fuerza pública para el traslado del interno”.
Cabe recordar que todo obedece al escándalo que se desató por los recorridos o paseos que disfrutó Carlos Mattos, detenido en la cárcel La Picota de Bogotá por hechos de corrupción en la justicia. De hecho, el exdirector del penal entregó, en su momento, su versión de los hechos advirtiendo que la salida del detenido se cumplió por disposición de la dirección del Inpec y atendiendo una cita médica que tenía el empresario.
La Procuraduría señaló que, al parecer, por la actuación del exdirector, “la remisión de la persona privada de la libertad (Carlos Mattos) no se realizó con la debida vigilancia y seguridad que se requería, situación que provocó que no regresara de inmediato a las instalaciones del complejo carcelario ‘La Picota’, en la capital”.
Según el Ministerio Público, “Valencia Ladrón de Guevara posiblemente faltó a su deber de cumplir con diligencia e imparcialidad el servicio encomendado al no contemplar las medidas de seguridad necesarias para el traslado de Mattos e incumplió la orden que le habían sido impartida, con lo que pudo impactar de manera directa el ejercicio de la labor que le fue encomendada”, se lee en el auto de más de 70 páginas conocida por SEMANA.
De igual manera, el órgano de control señaló que “con su proceder omisivo se permitió un trato preferencial al señor Mattos Barrero”, lo que produjo que el detenido “cuestionara la autoridad penitenciaria, sin tener presente el trato igualitario que se le debe dar a todos los interno”.
El coronel en retiro Wilmer José Valencia aseguró en su momento, tan pronto se dieron a conocer los hechos, que no hubo “asomo” de fuga de Carlos Mattos en el recorrido que hizo y en la supuesta cita médica que debía cumplir al oftalmólogo en el norte de Bogotá. “La remisión dispuesta se llevó a cabo con el lleno de requisitos legales establecidos para este tipo de citas médicas y además contó con el protocolo establecido”, dijo el entonces director de La Picota. Sin embargo, la investigación de la Procuraduría encuentra elementos suficientes para considerar que el expediente aún no puede cerrarse.
La escena no tendría nada de raro si no fuera por el simple hecho de que en esa salida Mattos aprovechó para reunirse, a sus anchas y sin ningún tipo de afán, con varias personas, entre ellos el abogado Iván Cancino, que forma parte de su grupo de defensores, pese a que estos encuentros se deben realizar en el centro carcelario en el que se encuentre privado de su libertad, en su caso, la cárcel Picota.
La Procuraduría, por ahora, no ha fijado fecha para escuchar al exdirector y a los tres dragoneantes en audiencia.