SEMANA conoció que el pasado 25 de octubre le fue enviado un memoria al magistrado Fernando León Bolaños Palacios en el que se pedía la extradición simplificada de Diego Mauricio Rodríguez Giraldo, uno de los socios de la reconocida diseñadora caleña, Nancy Teresa González.
González, quien es requerida en extradición presentada por una Corte de los Estados Unidos por el presunto ingreso ilegal de pieles de cocodrilo y babilla, manifestó su intención de adelantar lo más rápido el estudio de su caso y así demostrar ante las autoridades estadounidenses su inocencia.
El documento fue remitido después que la Corte Suprema de Justicia, en su Sala de Casación Penal, ordenara la práctica de pruebas documentales y testimoniales en este expediente. De esta forma, Rodríguez Giraldo se suma a la posición asumida por la diseñadora de bolsos y carteras, quien también pidió una extradición simplificada.
Rodríguez, quien trabajó durante años con González, es señalado por haber planeado y participado en el ingreso de estas pieles, omitiendo por completo los requisitos que exige la Convención para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés).
Nancy González, de 70 años de edad, quiere comparecer ante las autoridades de Estados Unidos y probar, de manera vehemente, que jamás utilizó una piel de origen ilegal para sus creaciones y que siempre cumplió con los requerimientos que exige la ley para el ingreso de los materiales.
SEMANA también pudo confirmar que la defensa de John Camilo Aguilar Jaramillo, otro de los socios de la diseñadora, manifestó su intención de seguir ejerciendo sus derechos para demostrar que no incurrió en un acto ilegal y que no tiene relación en los hechos por los que es solicitado en extradición.
En este sentido considera la defensa de Aguilar que los hechos mencionados carecen de fundamento, porque no es ninguna traficante de pieles de animales exótico, ni hacía negocios en el mercado negro. Su labor dentro de la empresa era muy diferente a las que le fueron adjudicadas.
En este caso, el despacho del magistrado Fernando León Bolaños Palacios ordenó una serie de pruebas documentales y testimoniales. Igualmente, el delegado de la Procuraduría General y los defensores de confianza pusieron sobre la mesa varios elementos que esperan ser tenidos en cuenta en el estudio del caso. Entre estos se encuentran registros de los viajes, declaraciones de personas allegadas y la documentación que tiene relación sobre sus funciones.
La diseñadora que le ha vendido bolsos a Britney Spears
En el indicment (escrito de acusación) de 16 páginas se señala que estas tres personas incurrieron en una conspiración para cometer un delito: importar clandestinamente a Estados Unidos desde Colombia productos producidos a partir de especies de vida silvestre protegidas, en violación de la ley federal, enriqueciéndose así con la venta del contrabando.
En el documento se indica que la diseñadora y sus dos colaboradores omitieron el pago exigido en el formulario de declaración 3-177, luego de realizar varios viajes a Estados Unidos para transportar bolsos y carteras que exige el CITES.
Estos mismos elementos ingresados de manera ilegal fueron transportados hasta la sala exhibición de la firma GZUNGA -fundada por González- y que estaba ubicado en un exclusivo sector de la ciudad de Nueva York con el fin de ser exhibido a minoristas para proceder a su venta.
El primer ingreso ilegal se registró el 8 de febrero de 2016, cuando Diego Mauricio González Giraldo arribó al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York en un vuelo de Avianca. En su maleta personal se encontraban bolsos de diseñador hechos con piel de caimán y que no contaban con el formulario de declaración 3-177.
Tan solo cuatro días después, John Camilo Aguilar Jaramillo contactó a dos personas para que transportaran bolsos de diseñador desde Colombia a Estados Unidos. La diseñadora caleña tuvo conocimiento de todo esto y también dio instrucciones sobre la forma en que debían viajar y transportar las maletas, así como de lo que debían decirles a las autoridades si eran detenidos.
El 13 de febrero, González Giraldo se trasladó hasta el aeropuerto JFK para recolectar los bolsos de piel de caimán. Cuatro meses después -teniendo en cuenta el éxito de la primera importación-, fueron trasladados hasta la tienda principal de la diseñadora 32 bolsos de piel de caimán por los dos mismos mensajeros.
Dos meses después, es decir, en agosto, Giraldo importó dos pieles de caimán en equipaje de mano desde una aerolínea de pasajeros que salió de Cali a Nueva York. El 5 de septiembre de 2016 -resalta la acusación-, ingresó de manera ilegal 32 bolsos de piel de caimán utilizando los vuelos de pasajeros y aerolíneas comerciales.
Un día después, la diseñadora viajó desde Colombia hasta Estados Unidos, llegando al aeropuerto internacional de Newark (Nueva Jersey) con piel de caimán en su equipaje de mano. En ese viaje, al ser retenida por un agente especial de la FWS, la diseñadora le aseguró que los cuatro bolsos que trasportaba eran un regalo para un amigo.
El susto ante una posible detención solamente le duró un mes. En octubre se repitió la misma fórmula: utilizando a los mensajeros llegaron en un avión de pasajeros con 18 bolsos de piel de caimán. 2017 inició con la misma importación fraudulenta de bolsos a Estados Unidos. El 17 de ese mes ingresaron seis bolsos en el aeropuerto Internacional de Miami.
El 11 de julio de 2017, las autoridades de Estados Unidos, el gerente en Nueva York de la firma GZUNIGA recibe un correo electrónico en el que se menciona la importación de 20 bolsos de piel de caimán. Ese año las autoridades no registraron más ingresos de la diseñadora, sus dos colaboradores y los mensajeros.
El 13 de febrero de 2018 se empezó a mover un nuevo ingreso de 28 bolsos de piel de caimán y de pitón en el aeropuerto de Miami. Toda esa mercancía fue entregada directamente a la tienda con sede en Nueva York. El 7 de junio los dos mensajeros transportaron 24 bolsos, los cuales tenían el mismo destino.
Entre el 2 y 4 de septiembre de 2018 se registró el ingreso de 24 bolsos de pitón y caimán hechos a mano, los cuales fueron llevados de manera directa a la tienda en Nueva York. Los hechos se registraron casi que de manera sistemática en 2019; el 27 de febrero las directivas de la tienda recibieron un correo electrónico en el que se les informaba la llegada de 36 bolsos.
El 13 de marzo de 2019, una mujer identificada como Paola Soto y otros tres mensajeros viajaron en el vuelo 920 de American Airlines desde Colombia rumbo a Miami con 28 bolsos y carteras. La Corte de la Florida sostiene que fue Soto la que le entregó los boletos de avión y una compensación monetaria a uno de los mensajeros para que llevara tres de los bolsos de piel de caimán.
El último viaje se presentó el 4 de abril de 2019. Un mensajero llegó por medio del vuelo 920 de American Airlines a Miami con tres bolsos de piel de caimán. La ruta, como todas, era la tienda ubicada en Nueva York. El documento insiste que ninguna de las importaciones anteriormente citadas cumplió con los requisitos que exige la ley estadounidense.
Frente a esto se menciona que pese a tener conocimiento sobre los requisitos que debían cumplir para realizar estas importaciones y las leyes de comercio de Estados Unidos, la diseñadora y sus colaboradores pusieron en marcha un plan para evitar el pago de impuestos.