El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, revisó este lunes los avances del proceso de paz de Colombia, en reuniones por separado con los equipos del Gobierno y las FARC en La Habana, en un momento crucial de las negociaciones que están ya en su recta final, pero con complejos retos todavía pendientes.En los dos encuentros, que tuvieron lugar a puerta cerrada y sin acceso a la prensa, John Kerry recordó a ambas delegaciones que EE.UU. apoya el proceso de paz y que está lista para apoyar también el posconflicto con el plan "Paz Colombia", anunciado el mes pasado y por el que invertirán más de 450 millones de dólares cuando se logre el acuerdo final.Kerry, quien acompaña al presidente estadounidense Barack Obama en su histórica visita a Cuba, señaló que los diálogos de paz de Colombia y la nueva relación entre EE.UU. y la isla, "son una señal de la profunda transformación que se está produciendo en América Latina", indicó el Departamento de Estado en un comunicado.El jefe de la delegación de paz del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle, destacó que el encuentro con Kerry fue muy "productivo" y permitió analizar "de manera muy detallada" los avances y los desafíos en la mesa de negociación.De la Calle, que se reunió con Kerry junto a todo su equipo de negociadores y asesores, indicó que EE. UU. ha comprometido ayuda para garantizar la "seguridad de las personas que dejen las armas", que es un elemento "crítico en las conversaciones".De hecho, las partes se habían comprometido a firmar el acuerdo de paz el próximo 23 de marzo, pero sus discrepancias en el asunto de las zonas de ubicación en las que se concentrará a los guerrilleros durante el cese el fuego bilateral y la dejación de armas ha entorpecido las posibilidades de cumplir ese plazo.Según De la Calle, Kerry también corroboró el compromiso de EE. UU. de cooperar, junto con Noruega, con el Gobierno de Colombia para "emprender una amplia y profunda campaña de desminado en todo el territorio nacional".El secretario de Estado se reunió también con el equipo de los negociadores de las FARC, incluido el líder máximo de la guerrilla, Rodrigo Londoño, alias ‘Timochenko‘, quien se encuentra desde el pasado septiembre en La Habana, aunque no participa directamente en la mesa de negociación."Nos asisten razones para creer que los Estados Unidos están en condiciones de ver en las FARC un socio confiable en la construcción de la paz continental, y esperamos que en consecuencia, nos reconozcan como una fuerza política empeñada en la expansión de la democracia y el progreso social de Colombia", señaló las FARC en un comunicado.En el encuentro también participaron los miembros del Secretariado Mayor Central de la guerrilla que son negociadores plenipotenciarios, como ‘Iván Márquez‘, ‘Pablo Catatumbo‘, ‘Pastor Alape‘, ‘Ricardo Téllez‘, ‘Joaquín Gómez‘ y ‘Carlos Antonio Losada‘.Las FARC agradecieron al Gobierno estadounidense su compromiso para "poner fin al más largo conflicto armado" del continente y el nombramiento, el año pasado, de un enviado especial al proceso de paz, Bernard Aronson, quien les ha ayudado a "comprender la visión de EE. UU. sobre Colombia"."Aspiramos a que por su intermedio, también comprendan nuestra altruista lucha, llena de ideales y de humanismo", indicaron las FARC, organización guerrillera que todavía figura en la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos.La insurgencia también solicitó directamente a Kerry que EE. UU. ayude a "frenar la violencia paramilitar, que en medio del proceso de paz, sigue impunemente segando la vida de defensores de derechos humanos y dirigentes sociales".Desde las dos delegaciones estuvieron de acuerdo con Kerry en que el rumbo de este proceso hace augurar el fin de más de medio siglo de guerra en Colombia; aunque admitieron las dificultades de los asuntos que centran ahora las negociaciones, como el cese el fuego bilateral y definitivo, que será verificado por un equipo conformado por la ONU, y la desmovilización de la guerrilla en condiciones de seguridad.El encuentro de Kerry con las dos delegaciones se celebró a puerta cerrada en un salón de protocolo de El Laguito, un exclusivo complejo que el Gobierno cubano reserva a visitas de alto rango y en el que se alojan los negociadores de paz desde que comenzaron las conversaciones en La Habana, en noviembre de 2012.