El 23 de junio de 2016 queda como una fecha histórica para Colombia. El Gobierno y las FARC dieron el salto más importante en casi cuatro años de negociación que, de una vez y por todas, pondrá punto final a la violencia.No cabe duda: la guerra tiene los días contados en Colombia. Este jueves desde La Habana los negociadores de paz acordaron cuál será la hoja de ruta que seguirán para facilitar la transición de más de 6.000 miembros de esa guerrilla a la vida civil.Con el mundo como veedor de este histórico paso, el presidente Juan Manuel Santos y el máximo jefe de las FARC, Timochenko, sellaron el acuerdo que pondrá fin a más de medio siglo de lucha fratricida que dejó más de 8 millones de víctimas.El fin del conflicto, punto tercero de la agenda, se convierte en el quinto de seis acuerdos aprobados por los negociadores. Como parte de los subpuntos, se acordó la implementación del cese al fuego bilateral y definitivo.Aunque la lectura de este comunicado conjunto 76 no significa su automática implementación deja constancia de algo: la guerrilla más vieja del continente silenciará sus fusiles para siempre.La guerrilla se comprometió a entregar las armas y dejarlas en manos de la ONU, que construirá tres monumentos con ellas, mientras el Gobierno se comprometió a abrirles las posibilidades para construir una nueva vida. Lejos de la lucha armada."Ni FARC ni Estado son fuerzas vencidas", sentenció el máximo jefe de la guerrilla durante su intervención. Atrás quedaron los triunfalismos. No hay vencedores, ni vencidos, sólo un compromiso para trabajar por la paz de Colombia.Como parte del acuerdo se estableció la creación de 23 Zonas Veredales Transitorias de Normalización y 8 Campamentos que estarán ubicadas a lo largo y ancho del país. Facilitarán la concentración para la posterior desmovilización de la guerrilla.Por un lado, las zonas veredales garantizarán el cese al fuego bilateral y la dejación de las armas para iniciar el proceso de preparación para la reincorporación a la vida civil de las estructuras. Mientras que las territoriales serán temporales y transitorias.No estarán a sus anchas. Cada zona contará con equipos de monitoreo local. Tendrán facilidades de acceso por vía carreteable o fluvial, tendrán una extensión razonable que permite el monitoreo y verificación y el cumplimiento de los objetivos. Razón por la cual la salida de combatientes de los campamentos se hará sin armas y de civil.Son 180 días para la historia y en los que agonizará la guerra. En la primera fase, a los 90 días de la firma, se recogerá el 30%; a los 120 días otro 30% y a los 180 días el 40% restante."Las FARC contribuirá con la limpieza y descontaminación de los territorios afectados por minas antipersonal (MAP), artefactos explosivos improvisados (AEI), y municiones sin explotar (MUSE) o restos explosivos de guerra (REG) en general", dice el comunicado.El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon; los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; de Venezuela, Nicolás Maduro; de República Dominicana, Danilo Mejía, de El Salvador, Salvador Sánchez, de México, Enrique Peña Nieto fueron testigos del paso que dio el país en su camino por construir un país en paz.Como en otras ocasiones, la ceremonia fue presidida por el presidente cubano Raul Castro. "La paz no es utopía, es un derecho legítimo de todos los pueblos" dijo y Colombia trabaja para ello.Y es que "las FARC podrán realizar dentro de las zonas todo tipo de capacitación de los integrantes de las FARC en labores productivas, de nivelación en educación básica primaria, secundaria o técnica, de acuerdo con sus propios intereses, jornadas de cedulación y demás actividades de preparación para la reincorporación", puntualizan las partes sobre el acuerdo.El otro pactoComo parte los puntos que se discutieron en la subcomisión del fin del conflicto, se llegó a un segundo acuerdo sobre las garantías de seguridad y lucha contra las bandas criminales responsables de homicidios y masacres. Una amenaza "inminente" para la implementación de los acuerdo.Ambas partes suman fuerzas. Trabajarán en el surgimiento de una nueva cultura que proscriba la utilización de las armas en el ejercicio de la política"Nos llegó la hora de vivir sin guerra, de vivir en un país con paz, de vivir en un país con esperanzas", dijo el presidente Juan Manuel Santos, "quien señaló que los colombianos se acostumbraron "a vivir en conflicto" por más de 50 años y "ya no tenemos referencia, ni siquiera recuerdos de lo que es la paz".Santos, que presenció por segunda vez la firma de un acuerdo junto a Timoleón Jiménez, señaló que el pacto alcanzado "significa ni más ni menos que el fin de las FARC como grupo armado".A su turno el jefe máximo de las FARC aseguró que se necesita "que se produzca efectivamente una definitiva reconciliación" y reclamó: "Basta ya de la violencia y de los delirios por ella".SorpresaUno de los puntos que más llamó la atención fue la aceptación de ambas partes del mecanismo de validación del pacto final de paz que avale la Corte Constitucional, y que corresponde al sexto punto de la agenda.En el documento firmado, las FARC se acogió a la propuesta unilateral que desde hace meses impulsa el Gobierno del pleciscto como el mecanismo de refrendación de los acuerdos.