Después del asombro que causó la historia de Sebastián Castellanos, el joven estudiante de medicina que se quitó la vida después del matoneo que recibió por parte de compañeros y profesores de la universidad de Los Andes, según su familia, ahora se iniciaría un proceso penal contra el centro académico por las “omisiones” que pudo tener en este caso.
SEMANA se contactó con el abogado Felipe Alzate, quien lleva el caso de la familia del joven que tan solo tenía 20 años, y anunció que ya se están adelantando todos los trámites que permitan interponer una denuncia contra la universidad para que responda penalmente por la muerte del estudiante oriundo de Paipa, Boyacá.
El abogado Alzate explicó: “Nos encontramos analizando el caso del joven Johan Sebastián, no solo la historia clínica, sino la extracción forense sobre su iPad, computador y celular, de cara a que podamos obtener información, conversaciones de WhatsApp, correos, que nos permitan [determinar] los motivos, las circunstancias y las causas que pudieran incidir en que tomara este tipo de decisión”.
Y es que la denuncia de Oliva Romero, la madre de Castellanos, tomó más fuerza cuando, después de que su hijo se quitó la vida, apareció un compañero de la universidad que le envió una lista de compañeros y profesores de varias especialidades de Medicina que habrían sido los principales protagonistas detrás de la presión y el matoneo al joven boyacense.
“Una vez nosotros podamos analizar esto de manera conjunta y con cada uno de los elementos probatorios recaudados, acudiremos ante las autoridades judiciales para que se determine la responsabilidad de terceras personas que pudieran haber incidido en el marco de lo acontecido y determinar si existe responsabilidad sobre instituciones que conocieron las circunstancias por las que estaba atravesando Johan Sebastián y asumieron un papel omisivo”, agregó el abogado Felipe Alzate.
Hay que recordar que la familia de Sebastián denunció en SEMANA que su principal pecado fue no tener los recursos económicos para permanecer en esa universidad. El matoneo habría comenzado cuando al joven de 20 años le tocó aplazar varios semestres porque debía trabajar en un call center en búsqueda de recursos para mantenerse.
El joven estudiante llegó a Los Andes gracias a su rendimiento académico, que le permitió una beca del Ministerio de Educación. Así fue como el joven de origen humilde logró estudiar una de las carreras profesionales más costosas que hay actualmente en Colombia.
Oliva contó en SEMANA que por el matoneo su hijo “ya no dormía bien, cuando salía era con miedo, caminaba con la zozobra de que le iban a hacer daño. Se empezó a adelgazar muchísimo y fue cuando tomó la decisión de que lo llevara a la Clínica Montserrat porque se sentía muy mal”.
La universidad de Los Andes no ha dado ninguna respuesta sobre esta grave denuncia y explicó a través de un derecho de petición que este año ha sancionado a nueve personas por conductas de acoso, maltrato, amenaza y violencia de género. Pero no dieron ningún tipo de respuesta concreta sobre lo que habría ocurrido con Sebastián.
Después de que se conociera este nuevo caso que pone en juego la salud mental de estudiantes de medicina y médicos, explotó una ola de reacciones sobre la difícil situación que se estaría presentando en las universidades del país y en los hospitales. Estudiantes de Medicina y médicos aseguraron que el maltrato en la profesión es un problema sistemático y hasta el Gobierno nacional lo calificó como una “podredumbre en la política pública”.