Al escándalo de supuesto acoso sexual en el que se ha visto involucrado el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, por cuenta a una columna del periodista Daniel Coronell, se suma ahora una indagación preliminar de tipo disciplinario que tendrá que enfrentar el funcionario por los supuestos malos tratos a sus subalternos, especialmente contra la supuesta víctima de las insinuaciones.Esto atendiendo las denuncias de su exsecretaria privada Astrid Helena Cristancho y las versiones de otros funcionarios respecto a supuestos insultos, malos tratos y abusos de distinta índole que habría cometido el jefe de la entidad.La columna de Coronell se convirtió desde hace unos días en eco de las denuncias por supuestos abusos de poder del defensor. Por su pluma se conocieron los primeros señalamientos sobre presuntos malos tratos a los empleados.La primera en poner la cara fue la exsectetaria privada del funcionario, Astrid Helena. Supuestamente, el jefe del organismo se excedía en encomendar labores a su joven colaboradora y se dirigía hacia a ella utilizando palabras faltas de decoro y usando un tono de voz no acorde a los cánones de cordialidad.Por eso, la exsecretaria acudió a la Procuraduría. Presentó una queja disciplinaria contra su exjefe, exponiendo todos estos puntos y presentando algunos elementos mediante los cuales pensaba demostrar lo dicho.Atendiendo a la solicitud, el organismo de control disciplinario abrió una investigación previa el miércoles pasado. Lo hizo únicamente por los hechos relacionadas con el supuesto acoso laboral del que era protagonista Otálora.El rumbo de esta investigación previa podría cambiar después de las denuncias de la exsecretaria de Otálora, que fueron hechas públicas por SEMANA. En su columna dominical, Daniel Coronell expresó que Otálora, al parecer, también acosaba sexualmente a su excolaboradora. Por eso, el organismo de control avalúa si incluye o no esta otra parte de la denuncia en el expediente.Para determinar si hay mérito o no para hacerlo, la Procuraduría buscará examinar el contenido de los mensajes que, vía celular, le habría enviado Jorge Armando Otálora a su secretaria. Fuentes del organismo de control disciplinario le aclararon a Semana.com que estas conversaciones no fueron incluidas en la queja que interpuso la joven.Mientras tanto, el indagado se ha defendido de ambas acusaciones. Frente al acoso laboral, explicó que si bien en una que otra oportunidad ha utilizado expresiones soeces nunca lo ha hecho con la intención de irrespetar a sus inferiores jerárquicos. Ante el supuesto acoso sexual, aseguró que sostenía una relación sentimental con Astrid Helena Cristancho, desestimando así que los mensajes tuvieran el propósito que le atribuyen.Según los medios de comunicación que han hecho eco de las denuncias, la joven está dispuesta a llegar hasta el final con sus acusaciones. Por eso, se dice que está preparando una denuncia que será presentada en los próximos días ante la Fiscalía General de la Nación.Historia de amorEn la noche del domingo Otálora dio la cara, lo hizo ante la periodista Vanessa de la Torre que fue emitida en Noticias Caracol. El Defensor pidió disculpas por su silencio, que en su criterio permitió a “muchas personas sacar conclusiones que no son ciertas”, admitió la veracidad de las ‘selfies’ y chats publicados por Daniel Coronell, pero dijo que hacían parte de una relación de noviazgo que sostuvo durante más de un año con Astrid Helena Cristancho, quien fuera su secretaria privada.“Sostuve una relación sentimental por más de un año, fue una relación de mutuo acuerdo entre dos personas solteras. Me enamoré de una persona muy inteligente. Viajamos, compartimos con muchos amigos. Esas fotos se presentaron en medio de una relación muy bonita de quien me enamoré. Tan importante era nuestra relación que llegamos a hablar de tener un hijo….”, fueron algunos de las palabras del Defensor.Esa misma versión sostuvo el alto funcionario en una rueda de prensa que entregó a los medios de comunicación este lunes. Allí, Otálora manifestó que la relación que sostuvo con la joven abogada duró más de un año y comenzó tres meses después de que ella entró a trabajar a la entidad el 23 de julio del 2013."Se pasaron momentos bonitos en mi vida con quien compartí como pareja. Viajando, departiendo y asistiendo a eventos sociales, asistiendo a restaurantes y viajes de descanso. En fin, como lo hace cualquier pareja. Lastimosamente ella está desconociendo una relación que nos toca reconocer públicamente", dijo.Debido a las reacciones que se produjeron mientras Otálora guardaba silencio por varias horas, en esta intervención fue tajante en advertir que se trata de un hecho ajeno al funcionamiento de la entidad."Aquí nunca ha estado en juego la estabilidad de la Defensoría del Pueblo. El soporte de la Defensoría no se está cuestionando. Lo que está en vilo y las autoridades van a esclarecer y dar unas conclusiones finales va a ser de la vida íntima de una pareja. La relación de Astrid Helena y Jorge Armando Otálora.Durante la corta rueda de prensa Otálora sostuvo que tiene evidencia que lo respalda y que será aportadas a la investigación. "Cuando uno tiene un escenario judicial o disciplinario al frente debe tener todos los medios necesarios para soportar su versión", sostuvo después de aceptar sólo dos preguntas de los periodistas.