La Procuraduría General de la Nación no ocultó su preocupación por la crisis que se vive actualmente en la Unidad Nacional de Protección (UNP) y aseguró que esta tiene que activar planes de contingencia para garantizar la seguridad debido al paro que adelantan sus trabajadores.
Mediante un comunicado de prensa, el ente regulador le advirtió al ministro del Interior, Alfonso Prada, y al director de esa entidad, Augusto Rodríguez Ballesteros, sobre el alto riesgo en que se encuentran las personas protegidas con los esquemas de seguridad asignados por esta unidad, cuyos funcionarios se encuentran en paro desde el pasado 30 de enero de 2023.
El Ministerio Público, de igual manera, les recordó que, de acuerdo con lo estipulado en la Ley, la prestación del servicio de protección a sus beneficiarios no puede ser desmejorada ni interrumpida, y solicitó se le informen las medidas de contingencia adoptadas frente a esta crisis.
“Se debe contar con planes de choque para reaccionar de manera inmediata y oportuna, ante circunstancias que puedan poner en riesgo la prestación efectiva del servicio de protección a cargo del Estado”, precisó en el documento Javier Sarmiento Olarte, procurador delegado para los Derechos Humanos, Javier Sarmiento Olarte.
La Procuraduría General también aseguró que, de presentarse alguna vulneración al derecho a la vida e integridad física de los protegidos, no dudará en ejercer su función disciplinaria.
Olarte reiteró finalmente en el comunicado el compromiso del ente regulador con la garantía de derechos de las personas protegidas, y advirtió que “de presentarse una situación que afecte los derechos fundamentales, a la vida y a la integridad física de algún protegido por causa de la desmejora o interrupción en la prestación del servicio de protección”, se adelantarán las investigaciones a las que haya lugar.
Cabe recordar que en entrevista con SEMANA, el director de la Unidad Nacional de Protección, Augusto Rodríguez, confesó que no deja de sentir miedo tras las agresiones que recibió de unos pocos trabajadores de su entidad, según él, molestos por las denuncias de corrupción y manejos oscuros que ha hecho.
”No hay temas laborales, son exclusivamente temas judiciales. Quieren mi cabeza, quieren que renuncie y que las prácticas corruptas que ha habido tradicionalmente se sigan repitiendo, y no estoy dispuesto a eso. Por eso, me han hecho todo este tipo de cosas”, indicó inicialmente.
El funcionario aprovechó el diálogo con este medio para puntualizar que el paro lo están llevando a cabo actualmente dos sindicatos de esa entidad. Asimismo, indicó que uno de estos es liderado por Wilson Devia.
“Hay una protesta de dos sindicatos de la Unidad Nacional de Protección. Uno de ellos está dirigido por un señor Wilson Devia y él ha generado una situación que proviene de unas denuncias que tuve que trasladar a la Fiscalía, relacionadas con la persona aquella que, en alguna oportunidad, estuvo en la UNP confesando unas situaciones ilegales que había cometido junto con Wilson Devia”, agregó.
Luego, enfatizó: “El señor Devia –según fue ampliamente conocido, incluso en SEMANA– le arrendaba esquemas de protección al señor Manuel Castañeda de una manera ilegal porque eran esquemas de personas protegidas. Además, otra serie de cosas que hubo necesidad de poner en conocimiento de la Fiscalía”.
Rodríguez Ballesteros recalcó en SEMANA que siente un poco de temor por su seguridad debido a los antecedentes que han pasado en la UNP en años anteriores, por lo cual confesó que tiene un esquema de protección de confianza.
“Indudablemente, causa un poco de miedo por la historia que tiene la entidad. Allí ha ocurrido todo tipo de cosas feas, violentas, seguimientos, interceptaciones en años anteriores. Yo tengo un esquema de seguridad y, obviamente, me lo asignan por el cargo, tengo unas personas de confianza y la solidaridad de la mayoría de los funcionarios y el grueso de los sindicatos”, concluyó.