La Procuraduría General le pidió a la Corte Suprema de Justicia revocar el fallo que absolvió a Laura Moreno por los extraños hechos que rodearon la muerte de Luis Andrés Colmenares Escobar, registrada el 31 de octubre de 2010.
Para el delegado del Ministerio Público, existen pruebas suficientes que permiten inferir que contrario a lo dicho por el Tribunal Superior de Bogotá, la muerte de Colmenares Escobar no se trató de un accidente, contrariando así las conclusiones a las que llegaron tanto el juzgado 11 de conocimiento de Bogotá como la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá.
“Es claro que estas fracturas en el rostro se causaron por lo menos en dos momentos cronológicos distintos y no en uno con un grado de violencia tal que resulten compatible con una caída desde altura”, explicó el procurador Fernando Ortega.
Citando varias pruebas periciales, el delegado del Ministerio Público aseguró que la concusión que se ha presentado en los dos fallos sobre una muerte accidental por caída en el canal de aguas lluvias del parque El Virrey, en el norte de Bogotá, se torna injustificable.
“La hipótesis según la cual Luis Andrés cayó en el canal y se causó con ese solo impacto las heridas reseñadas se tornan inexplicable, pues atenta contra los principios técnicos científicos”, precisó. Por esto le pidió al alto tribunal revisar con lupa las pruebas documentales y los testimonios de los expertos.
Igualmente mencionó que ya en un fallo por este mismo caso, la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá concluyó que la muerte de Luis Andrés Colmenares Escobar había sido un homicidio pero no existían las pruebas suficientes para determinar o identificar plenamente a su autor.
En otro aspecto de la intervención, el procurador llamó la atención sobre la forma en cómo Laura Moreno afectó el desarrollo de la investigación entregando versiones contrarías frente a los últimos minutos de vida de Colmenares Escobar, con quien se encontraba en una fiesta de disfraces en una discoteca en el norte de la capital de la República.
“Hay evidencia sobre la intención de la procesada de obstruir el hallazgo del cuerpo demostrando con su actitud que la versión, entre comillas del accidente, es falsa dado que los detalles deberían coincidir en mayor o menor grado si fueren posibles y creíbles”, manifestó el delegado del ente investigador.
Tras hacer una revisión sobre las primeras versiones de Laura Moreno a los bomberos y policías que llegaron al parque El Virrey con las que entregó poco tiempo después a la Fiscalía General se evidencia que existen varias contradicciones.
”Por lo tanto, la falta de coherencia interna y externa en sus versiones dadas, tanto a sus compañeros de fiesta, a los policías del CAI, a los bomberos del primer y segundo grupo y a los familiares de Luis Andrés refuerzan la mendacidad en el dicho del acusar y demuestran su intento deliberado de ocultar, la verdad demostrado el hecho indicador de la mentalidad de la acusada sobre los hechos objeto de prueba y con soporte en las demás pruebas”, sostuvo en su intervención.
Finalmente, señaló que siendo la última persona que estuvo con Luis Andrés y que, supuestamente, lo persiguió por varias cuadras hasta el mencionado parques, las versiones que entregó a lo largo de la investigación fueron, y por mucho, bastante contradictorias por lo que resulta obvio que faltó a la verdad.
“Es una regla de la experiencia por un lado que las personas que mienten pueden olvidar fácilmente las versiones que han dado especialmente al tratar de recordar los detalles en múltiples ocasiones incluso si solo han pasado unos minutos desde el suceso hasta que se les pide que den su versión de lo acontecido”, explico al procurador al resaltar que Laura Moreno tenía una relación sentimental con el principal sospechoso, hecho que explicaría su actitud para no socorrer a Luis Andrés ni ayudar en la investigación.
“De otro lado no resulta razonable, que una persona con la formación como la de Laura Moreno presencie un hecho delictivo y prefiere encubrirlo a sabiendas de las consecuencias legales que ello acarrea, típica conciencia de antijuridicidad, a menos que esté involucrada en el mismo y conserve un interés personal en mantenerlo oculto ahora bien ante el hecho jurídicamente irrebatible”, concluyó el procurador al pedir que se emita un fallo condenatorio.