Una de las situaciones que más indignación genera en los ciudadanos tiene que ver con la gran cantidad de privilegios con los que cuentan los congresistas, especialmente su amplio período de receso.
Actualmente, los parlamentarios sesionan del 16 de marzo al 20 de junio y del 20 de julio al 16 de diciembre de cada año. Es decir, gozan de cuatro meses de receso cada año.
Con el fin de cambiar esta realidad, el exconcejal y candidato al Senado de la Coalición Centro Esperanza Juan Carlos Flórez y su fórmula a la Cámara, Fernando Rojas, propusieron que los congresistas tengan solo 15 días de vacaciones cada año.
“Lo primero que hice cuando llegué al Concejo de Bogotá fue rechazar el carro blindado y el esquema de seguridad y nunca jamás lo tuve. En eso fui pionero en Colombia. Con Fernando Rojas decimos no a ese despilfarro y sí a reducir las vacaciones del Congreso de 3 meses a 15 días hábiles”, apuntó Flórez.
Actualmente, los colombianos tienen, por ley, 15 días de vacaciones cada año, por lo que la idea es que los parlamentarios tengan ese mismo tiempo.
“Los congresistas deberían tener los mismos 15 días hábiles que tiene una persona que tiene un empleo formal. No puede ser que yo les pague 35 millones de pesos al mes y tengan tres meses de vacaciones al año”, manifestó Rojas.
Un hecho curioso es que tanto Flórez como Rojas se comprometieron a hacer una campaña a costo 0, por lo que no cuentan con volantes ni afiches ni vallas, tampoco tienen sede de campaña ni pautan en medios.
Hace algunas semanas el exministro Juan Fernando Cristo, quien desistió este jueves de su candidatura presidencial, también propuso reducir a la mitad las Unidades de Trabajo Legislativo de los congresistas, que tienen actualmente una asignación mensual de 50 salarios mínimos, lo que, según Cristo, significaría un ahorro de 100.000 millones de pesos al año.
También propuso reducir las vacaciones de los legisladores a un mes y pagarles por sesión asistida y completa, además de eliminarles las dos camionetas de la Unidad Nacional de Protección con que cuenta cada congresista por el solo hecho de serlo. Un esquema básico de seguridad le genera al Estado mensualmente alrededor de 30 millones de pesos, lo que significaría un ahorro de 100.000 millones de pesos anuales.
Si bien esta propuesta resulta llamativa y altamente popular, se podría encontrar con un muro que en los últimos años ha sido difícil de derribar: el propio Congreso.
Para reducir el número de congresistas en Colombia o recortar su tiempo de vacaciones se requiere tramitar una reforma constitucional en el Congreso de la República, un órgano que en los últimos años ha dado pocas muestras de querer reformarse.
Así pasó hace apenas mes y medio con la reforma que recortaba las vacaciones de los congresistas. La iniciativa superó siete de los ocho debates que requería para convertirse en ley, pero se hundió en el último debate por falta de quorum.
La otra vía, que resultaría peligrosa, pues sería abrir una caja de Pandora, es tramitar una Constituyente, una vía en la que, por lo visto hasta el momento, el país no está dispuesto a recorrer.