Audios reveladores a los que tuvo acceso SEMANA pusieron al descubierto a un grupo de policías que se valieron de un CAI en la localidad de Kennedy, Bogotá, para sacar provecho de actividades criminales en la zona. A través de extorsiones, dependiendo la gravedad del delito, algunos uniformados quedaron en evidencia de la confabulación con la banda del Tren de Aragua y otros delincuentes.
Un agente se infiltró en la red ilegal que operaba en la ‘fachada’ del CAI Caldas y recopiló una serie de material probatorio que, con nombre y apellido, no dejó lugar a dudas de que la zona estaba a merced de los delincuentes, siempre y cuando el signo pesos estuviera presente.
A los policías partícipes en esa trama se les conocía como los ‘Sombra’ y hasta había un grupo de WhatsApp en el que no solo compartían información sino que también monitoreaban el seguimiento de las autoridades. De hecho, se conoció que “darían piso” al traidor, en relación con la posibilidad de que hubiese algún encubierto en el círculo que pudiera entorpecer sus actividades.
Protección, a cambio de dinero
La prostitución infantil y el tráfico de estupefacientes en el sector de la 38 hacían parte de los delitos que se pasaban por alto, pese a que los ‘Sombra’ conocían quiénes estaban detrás. Con esa actividad irregular, los uniformados le entregaron a la banda del Tren de Aragua las llaves de esa zona en Kennedy, pues sus integrantes sabían que con dinero de por medio podían seguir delinquiendo.
La investigación señaló a varios uniformados como cabecillas de las extorsiones con las que no solamente permitían la comisión de delitos sino también daban protección a los sicarios. Con la fuerza pública a su servicio, esa organización criminal originaria de Venezuela sabía si la Fiscalía les estaba o no siguiendo los pasos.
En uno de los audios, a un individuo del Tren de Aragua se le escuchó decir: “Mi Dios le pague”, después de que un policía del CAI Caldas, en el sur de Bogotá, lo dejó en libertad tras pagar un soborno de un millón y medio de pesos. La escena de corrupción quedó plasmada en un video que conoció SEMANA y que hace parte de un expediente abierto en la Fiscalía.
Así funcionaban las extorsiones
Cada delito tenía una cuota fijada, dependiendo la magnitud del mismo, e incluso los audios (que ahora hacen parte de la investigación) reflejan que el ‘temor’ de los delincuentes no era por ser capturados en la comisión de sus actos. Para estos, la incertidumbre giraba sobre cuánto tendrían que pagar en sobornos para salir invictos.
“Es que, marica, ese man (en alusión al teniente Víctor Manuel Flechas, capturado en octubre de 2022) solo quiere plata, huevón. Si no hay, y si uno no trabaja, pues de dónde vamos a sacar. Uno no niega que colabora y tal, pero si no hacemos para nosotros, cómo le vamos a dar”, señaló un traficante de drogas.
En medio de la revelación de los audios, trascendió que los ‘Sombra’ tenían conocimiento de que a un integrante del Tren de Aragua se le adjudicaban dos homicidios. Pese a ello, su ‘conducto regular’ fue llevarlos hasta un tráiler donde pusieron precio a su libertad: dos millones de pesos.
“El sujeto llama a su pareja y llegan dos mujeres, manifiestan que nos alcanzan a dar 1.500.000 por dejar ir a su marido. Los integrantes del cuadrante y mi compañero de patrulla aceptan. Le piden a la señora que entre al baño que está atrás del tráiler y los deje ahí”.
La investigación por esa serie de hechos sigue abierta y, por lo pronto, fueron capturados el intendente Óscar Javier Vanegas y los patrulleros Johan Manuel Hernández Gordillo, Walder Antonio Orjuela Morales, Jairo Alexander Pineda López, dos de los cuales admitieron su responsabilidad en los delitos adjudicados por la Fiscalía.