En 2015 Medellín tuvo la tasa de homicidios más baja de los últimos 40 años: 494 personas fueron asesinadas. Pese a ese logro, la tendencia no se ha mantenido y en la Alcaldía de Federico Gutiérrez la tendencia ha venido en un aumento alarmante. En el cuatrenio, que no termina, se cuentan 1.752 homicidios que la administración le aduce a las venganzas entre bandas criminales, pero movimientos ciudadanos encuentran que la política de seguridad y social que tiene la ciudad es desacertad y desenfocada.
Le puede interesar: Los rostros de las balas perdidas: un drama que no termina. Este jueves un movimiento ciudadano llamado el Derecho a No Obedecer hizo “un camposanto” en La Alpujarra para llamar la atención sobre los homicidios con 1,752 lápices que representan cada persona asesinada en Medellín entre el 2016 y el 2018. “Con esta acción, queremos invitar a la ciudad a entender el dolor ajeno, escuchar al otro, cuidar y reconocer la importancia de la vida. Por eso les compartimos estas herramientas pedagógicas sobre el valor de la vida y la desnaturalización del homicidio, en www.yoenotros.com”.
El tema de los homicidios preocupa a los medellinenses, que han asistido a 544 en 2016, 582 en 2017 y 634 en 2018, cada año un aumento cercano al diez por ciento con relación al periodo anterior. Puede leer: “No me llevo ningún rencor”: las conmovedoras palabras del papá de Legarda. Justo esta ha sido unos de los temas que más han mencionado los candidatos a la Alcaldía de Medellín, quienes ven en este fatal aumento un desden por las políticas sociales, culturales y educativas, que fueron tan importantes en administraciones pasadas.