Ante la pandemia, el trabajo remoto se convirtió en la única alternativa para miles de empresas. Las personas dejaron vacías las oficinas y adaptaron sus hogares para continuar sus labores, pero ninguna ley reglamenta el asunto. Sin embargo, en el Congreso hay un proyecto al que solo le faltan dos debates en el Senado para regular esta nueva modalidad laboral justo cuando algunas compañías podrían optar por que sus empleados trabajen a la distancia de manera definitiva.
En el trabajo remoto, por común acuerdo con el empleador, la persona puede trabajar desde su hogar o cualquier otra parte, y enviar sus reportes mediante dispositivos electrónicos. El proyecto limita el tiempo de disponibilidad del empleado y el fenómeno de la hiperconectividad, es decir, el trabajo que abarca las 24 horas del día sin descanso. Pero esta iniciativa, aparentemente inofensiva, ha desatado polémica porque en uno de sus artículos propone regular el controvertido “trabajo por horas”. Algunos interpretaron esto como un mico para fomentar la precariedad laboral. No obstante, la propuesta pretende llenar un vacío legislativo para quienes pueden desempeñar actividades puntuales e incluso trabajar al servicio de varias empresas. Por ejemplo, un community manager, un agente de call center y un desarrollador web pueden manejar varios clientes. Si la iniciativa pasa, los ciudadanos podrían desarrollar este trabajo desde sus casas, en jornadas previamente establecidas con el empleador, y con las condiciones y garantías de un empleo regular.
En febrero, la entonces ministra de Trabajo Alicia Arango recibió críticas cuando dijo que “a un ingeniero de sistemas tú no lo necesitas todo el día en tu oficina, sino dos horas”. Arango quería referirse a la necesidad de formalizar a millones de personas que trabajan por horas en condiciones precarias y sin seguridad social. El autor del proyecto, el representante a la Cámara por La Guajira Alfredo Deluque, del partido de La U, dice que han malinterpretado la discusión del empleo por horas. La iniciativa ya fue aprobada en los debates de comisión y plenaria en la Cámara en las últimas semanas. Deluque le dijo a SEMANA que aprobaron que las empresas puedan coordinar el trabajo por horas con los empleados teniendo presente una garantía esencial. En efecto, no contratarán a alguien por menos horas al equivalente a la media jornada laboral establecida, es decir, cuatro horas al día. El representante también dice que este proyecto resulta esencial para que el país se ponga a tono con la legislación internacional en materia laboral. Según comenta, muchas compañías extranjeras hasta el momento han preferido no invertir en mano de obra colombiana por la falta de condiciones y reglamentación para establecer los contratos en determinadas labores.
Su propuesta causó recelo en un comienzo, pero cada día tiene más apoyo político. El representante Mauricio Toro, de la Alianza Verde, aseguró: “El trabajo por horas no puede ir en detrimento de los empleados. No es una puerta para que ahora las empresas empiecen a pagar por horas. Aquí lo que se permite es que haya trabajos ocasionales que pueden ser pagados por determinadas horas, y eso hoy es imposible”. El representante a la Cámara Fabián Díaz, de la Alianza Verde, dice que el desafío estará en los horarios que determinarán los empleadores, lo cual puede derivar en problemas de carácter laboral.
Al proyecto le faltan dos debates en el Senado. Allí tendrá el respaldo de Andrés García Zuccardi, coautor de la iniciativa, quien ya busca los apoyos necesarios para convertir el proyecto en ley de la república. La iniciativa es necesaria para un nuevo escenario que surgió con la pandemia, en el que muchas empresas preferirán que algunos de sus trabajadores continúen trabajando desde el hogar, en actividades específicas.