Cada día el periodismo enfrenta nuevos desafíos. Desde el cubrimiento de la coyuntura hasta los formatos en los que los contenidos se presentan tienen hoy una gran influencia de los procesos comunicativos propios de la era digital. Por eso, Desde hace cinco años, La Silla Vacía realiza anualmente una campaña de donaciones llamada los Súper Amigos de La Silla. Con el aporte, el proyecto de periodismo independiente ha logrado financiar varias iniciativas. En 2017, por ejemplo 904 Súper Amigos entregaron a través de donaciones 133 millones con los que La Silla pudo realizar contenido de calidad y con una mejor cobertura, entre ellos un seguimiento a las campañas electorales de este año.  Este año no será la excepción, la campaña para encontrar Súper Amigos con Criterio regresa para conseguir nuevos aliados que le apuesten a la calidad de la investigación y el análisis. Con las donaciones que reciban, La Silla reforzará su trabajo en redes sociales para entregar más chequeos sobre la información falsa que circula en estas plataformas. SEMANA habló con Juan Esteban Lewin, editor general de La Silla, sobre la campaña de donaciones.  SEMANA: ¿Por qué y para qué hay que ser Súper Amigos de La Silla Vacía? Juan Esteban Lewin: Ser Súper Amigo de La Silla Vacía es apoyar el periodismo independiente y que le apuesta a las regiones. Para serlo basta ir a www.lasillavacia.com/superamigos y aportar. SEMANA: ¿Cuántas personas han ayudado a financiar La Silla Vacía en pasadas convocatorias? Juan Esteban Lewin: Llevamos seis años haciendo estas campañas para recoger fondos entre muchos pequeños donantes. La cantidad de personas que nos apoyan ha ido creciendo y el año pasado fueron más de 900. SEMANA: ¿Por qué es importante para el periodismo que los lectores lo financien? Juan Esteban Lewin: El modelo de negocios del periodismo, que se fundamentaba en la publicidad y en vender el soporte físico de los medios escritos, está en crisis en todo el mundo, en buena medida por el acceso gratuito y directo a la información en internet. Por eso algunos medios han decidido cobrar por el acceso a sus contenidos, como es el caso de SEMANA. En La Silla Vacía le apostamos a mantener nuestra información abierta a quien la quiera consultar, pero para eso es fundamental conseguir ingresos de otras fuentes. En nuestro caso las donaciones de los Súper Amigos son una de esas fuentes, con la ventaja adicional de que permiten que haya cientos de donantes con intereses y miradas tan diversos que potencian la pluralidad e independencia de La Silla Vacía. SEMANA: ¿Qué temas tienen prioridad en la agenda del portal? Juan Esteban Lewin: La Silla Vacía nació para cubrir el poder en Colombia. Por eso nuestra prioridad es investigar y analizar cómo funciona, quiénes son los poderosos, cómo, por quién y por qué se toman las grandes decisiones que definen el rumbo del país. SEMANA: ¿Cómo han hecho para convertirse en el portal de periodismo más importante del país? Juan Esteban Lewin: En La Silla Vacía trabajamos mucho y lo hacemos con pasión. A eso le sumamos una mirada propia, que algunos pueden compartir y otros no, pero que no refleja la agenda de ninguna fuente que cubrimos, de ningún grupo económico o político. Además, hemos intentado renovarnos constantemente para cubrir nuevos temas, hacerlo de forma creativa y contar lo que sabemos de forma que le llegue, en lo posible, a cada vez más gente. Todo eso ha sido exitosos gracias a la comunidad de personas que nos rodea, desde los superamigos hasta los expertos de nuestras redes de La Silla Llena. SEMANA: ¿Qué le falta al periodismo digital en Colombia? Juan Esteban Lewin: El periodismo digital en todo el mundo es una frontera, un espacio en permanente construcción y cambio. Creo que acá aparecen muchas iniciativas interesantes pero se estrellan muchas veces con las dificultades para armar una audiencia que les dé relevancia, y con las de crear un modelo de negocios que los haga sostenibles. A eso se suman los retos para todo el periodismo nacional, cómo mantener la independencia, evitar o por lo menos transparentar los conflictos de intereses y mantener la credibilidad y la atención de una audiencia bombardeada de forma de información interesadas y de estímulos de entretenimiento.