La lucha contra la violencia vicaria, un tipo de agresión contra las mujeres poco conocida, pero ampliamente ejercida, se volvió la bandera de ‘batalla’ de Ximena Ordóñez, sobreviviente de violencia vicaria.
En septiembre de 2021, cuando sus hijos fueron alejados violentamente de ella, decidió acabar con este flagelo que ejercía su pareja sentimental y empoderarse para promover acciones concretas para que la justicia colombiana actúe a tiempo ante esta clase de violencia intrafamiliar.
“La violencia vicaria es una violencia por sustitución, donde se utiliza a los hijos para lastimar a las mujeres. Una violencia en contra de las mujeres, una violencia machista, una violencia que está rompiendo familias y que está causando unos daños terribles”, explica a SEMANA Ximena, directora y fundadora de la Fundación Colombiana contra la Violencia Vicaria.
Y es que en este tipo de agresión, los hombres, como forma de controlar a una mujer, usan a los hijos para manipularla, retenerla y chantajearla. Las forma de hacerlo pueden ir desde comentarios denigrantes, golpearlos delante de ellas hasta alejarlos de sus progenitoras. De ahí su nombre, vicaria, “persona que tiene las veces, poder y facultades de otra persona”, según la RAE.
“Nace de una violencia familiar, donde nosotras las mujeres hemos sido sometidas constantemente a un control y a un poder por parte de nuestras exparejas, lo hacen a través de las personas que más queremos, y a nuestras hijas e hijos”, añade Ximena.
Su experiencia personal la llevó a “romper ese ciclo de violencia” y a promover una iniciativa que busca se convierta en ley. Con el apoyo de la representante a la Cámara Alexandra Vásquez Ochoa, del Pacto Histórico, esperan radicar la propuesta el próximo 11 de mayo en el Congreso de la República.
“Inicialmente, se busca reconocer la violencia vicaria, su existencia, hacerla visible y tipificar esta violencia en el sistema judicial para que los violentadores, que utilizan a las infancias para seguir violentando a las parejas y exparejas, sean sancionados y tengan un castigo; pues utilizar a un infante para lastimar a su madre es un acto machista de los mal ruines”, asegura.
De acuerdo con Ximena, las reformas que promueve la iniciativa se harán sobre la Ley de Género, la 1257 del 2008.
“Reforma la Ley 1257 del 2008 por la cual se dictan normas de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las mujeres. Se reforma el Código de Procedimiento Penal, la Ley 294 de 1996, y se dictan otras disposiciones. En este borrador se contempla un tipo penal, no obstante, hemos decidido a raíz de la mesa técnica que se realizó en el Congreso el 13 de abril del año en curso, y del contexto político en que actualmente se encuentra el Congreso; primero, reconocer la existencia de la violencia; y segundo, explorar otros campos como el civil y el penal”, explicó.
Con esto, esperan luchar contra esa “sustracción” de los hijos, ya que “estamos viendo las repercusiones y los efectos colaterales en ellos al estar alejados, manipulados, aislados, en lo que nosotras vemos como un secuestro, pero que legalmente se llama ‘sustracción’. Es un secuestro como tal de las infancias. Los daños con los que estos niños y niñas están regresando con sus mamás son daños terribles, que van a ser muy difíciles de reparar”.
Este proyecto de ley se suma al llamado a declarar “estado de emergencia de género” ante el incremento de violencia contra las mujeres en el país.
La periodista Ana María Vélez, quien reveló que tuvo que enfrentar un ataque físico por parte de su expareja, recolectó firmas por medio de la plataforma Change.org para pedir que se declare estado de emergencia de género por el incremento en la violencia contra la mujer en Colombia.
La también presentadora se unió a la solicitud de la senadora María José Pizarro, quien en noviembre de 2022 planteó la necesidad de que se atendiera de forma urgente esta problemática.
Al lograr recolectar más de 14 mil firmas virtuales, la comunicadora se las llevó a la senadora con la intención de que sirvan para argumentar ante el Gobierno la necesidad de acoger esta medida.
La senadora Pizarro prometió que las firmas serán entregadas lo más pronto posible al presidente Gustavo Petro y a la vicepresidenta Francia Márquez. De esta forma, buscan evidenciar que la iniciativa “es un clamor de todas las mujeres que quieren ejercer su derecho a vivir una vida libre de violencias y que exigen medidas urgentes para contrarrestar las agresiones estructurales que han vivido”.
Según el Observatorio Colombiano de Feminicidios, solo en 2022, 619 mujeres fueron asesinadas por violencias basadas en género. En lo que va del año, al menos otras 23 han sido víctimas del mismo delito.