Con un argumento fundamentado en el cuidado del mar y la tierra, los raizales en la isla de San Andrés y Providencia aseguran que el territorio que se disputó con Nicaragua y que tras el fallo de la Corte le pertenece a Colombia, siempre les perteneció, pues durante siglos se encargaron de su preservación.

La molestia de los raizales se convirtió en alegría y su principal argumento es que más allá de 200 millas marinas contadas desde la costa nicaragüense son ellos quienes se han encargado del cuidado, por lo que incluso les parece un irrespeto que el presidente del país vecino quisiera tomar control y expandirse.

El logró es parte de una recompensa merecida para ellos, pues en el año 2012 La Haya le cedió territorio a Nicaragua. Sin embargo, hoy 13 de julio es otro el destino que se le ha dado a la isla y al territorio.

“Gran victoria para Colombia en La Haya. La CIJ no accedió a las pretensiones de Nicaragua sobre expandir su plataforma continental. Esperamos con este fallo cerrar la controversia limítrofe y abocarnos a llevar desarrollo sostenible a nuestro archipiélago”, enfatizó Petro en su perfil oficial de Twitter.

Archipielago isla de San Andrés, Colombia, parque regional Johnny Cay panorámica de turismo. | Foto: Guillermo Torres Reina - Publicaciones Semana

Por el momento, desde Nicaragua no hay un pronunciamiento oficial sobre si seguirán en su lucha de seguir ganando territorio en el mar que limita con Colombia, pero quedó claro con el contundente fallo de La Haya que esas aspiraciones podrían acabar.

La decisión de La Haya

Se podría concluir que Colombia ganó todo y Nicaragua perdió todo. La decisión se dio por una mayoría muy grande de la siguiente manera. En todas las pretensiones, Colombia ganó con 13 votos contra 4.

El primero tenía que ver con la hipótesis de Nicaragua de delimitar el límite marítimo de la plataforma continental extendida. El segundo, con declarar que las Islas de San Andrés y Providencia tienen una plataforma limitada. Estos dos puntos tuvieron una mayoría de 13 contra 4.

La corte de La Haya pronunciándose a favor de Colombia. | Foto: No

El tercero tenía que ver con limitar los espacios marítimos de Serrana, Serranilla y Bajo Nuevo. Allí, Nicaragua había dicho que Serranía, Bajo nuevo y Serrana no generan derechos territoriales, pero la Corte dijo que Colombia sí tiene soberanía sobre estas. La corte sobre esto último, votó 12 a favor y 5 en contra.

El líder del equipo de defensa, el abogado Eduardo Valencia-Ospina entregó unas declaraciones al salir de la audiencia. “Hoy es un día de inmensa celebración para Colombia”, dijo.

“Estamos muy complacidos con la decisión de la Corte Internacional de Justicia de aceptar los argumentos de nuestra defensa y decidir cerrar definitivamente el tercer y último caso. Con ello la saga de más de 20 años que ha enfrentado a Colombia y Nicaragua. Es sin duda la mayor victoria internacional de nuestro país en las últimas décadas. Es un notable logro, ya que victorias completas son poco frecuentes en la corte”, agregó.

El agente agregó que la corte reconoció que Nicaragua, basándose en consideraciones ideológicas, “no puede reclamar una plataforma continental extendida, dentro de las 200 millas de la zona económica de Colombia. En consecuencia, la Corte Internacional rechazo todas las pretensiones de Nicaragua al final de sus alegatos”.

Mapa mostrando el resultado del fallo de la Corte Internacional de Justicia del 19 de noviembre de 2012 sobre el litigio entre Nicaragua y Colombia por límites marítimos en el mar Caribe occidental. Wikipedia | Foto: Mapa mostrando el resultado del fallo de la Corte Internacional de Justicia del 19 de noviembre de 2012 sobre el litigio entre Nicaragua y Colombia por límites marítimos en el Mar Caribe occidental. Wikipedia

Al final, invitó a que este fallo sirve para reactivar la cooperación necesaria que debe existir entre los dos Estados para temas clave como la cooperación para el medio ambiente y los derechos de los raizales.

El jurista dijo que el fallo sobre Colombia llena enormes vacíos en el derecho del mar y evitará nuevas e innumerables controversias contra Estados en muchas regiones del planeta.

Agregó que el fallo reivindica la política de Estado de emplear el derecho, privilegiar el imperio de la ley y fortalecer los mecanismos judiciales siempre. “No es fácil para un Estado que debe hacer frente a una pretensión tan exorbitante, participar en un proceso en donde el único resultado aceptable es una victoria”, reconoció.