Este lunes, Gustavo Petro le dijo a Vicky Dávila, en entrevista en SEMANA, que en Colombia “hay hambre creciente y eso ha hecho crecer el delito de hurto en el país”.
Enrique Peñalosa, por su parte, sostiene que “quienes están cometiendo delitos en las ciudades no son jovencitos que salen a robar para llevarle almuerzo a la abuelita, sino miembros de estructuras criminales”.
Lo argumentado por Petro tiene que ver con un discurso suyo o una propuesta política según la cual la “seguridad humana” debe prevalecer sobre el concepto de seguridad del Estado. Y que conecta también con otra tesis suya en el sentido de que “el delito hay que verlo de manera multinacional”, a propósito de lo cual sostiene que “una persona que se roba un celular es porque decidió volverse mala”.
Petro asegura que el germen de delitos como el hurto es el hambre y la situación social de pobreza, profundizada por lo que él considera el mal manejo de la pandemia de covid-19.
Peñalosa sostiene que cuando se analizan las causas de delitos como el hurto lo que se encuentra son “empresas del crimen”.
Sostiene, además, que no puede afirmarse que el hurto sea una causal directa del hambre de la gente, pues en sociedades donde no hay pobreza o hay poca pobreza, también existe ese delito y hay cárceles donde confinan a sus autores.
“Hay muchos estudios en distintas partes del mundo que prueban que no son necesariamente los ciudadanos pobres los que se convierten en delincuentes”, sostiene Peñalosa.
Petro asegura que si es presidente tomará medidas para calmar el hambre y afirma que “el simple hecho de poder comer reduce el delito del hurto”.
En Colombia, después de la pandemia, se ha disparado el delito de hurto a personas, a viviendas y al comercio, como lo ha reconocido el mismo Gobierno.
La Corporación Excelencia para la Justicia reportó en agosto pasado que “el delito de mayor impacto en lo corrido de este año es el hurto a personas con 166.858 casos, es decir, un promedio de 687 hechos cada día”.
En el mismo periodo del año pasado ocurrieron 131.138 delitos, una media de 537 casos por día.
El contraste de las cifras de la Corporación Excelencia para la Justicia permite ver la evidencia del aumento en el delito del hurto, sobre el que Petro y Peñalosa controvierten en su origen.
Del total de los robos en 2021, hasta el 31 de agosto pasado, el 30 % se presentó entre las 6:00 a. m. y las 11:59 a. m.
Los viernes es el día de la semana en los que más se cometieron hurtos a personas, considerando que ese día se presentaron hasta 58 % casos más en comparación con cualquier otro día de la semana.
Sobre el manejo del tema, Peñalosa propone decisiones más fuertes, control policial y el conocimiento de los casos por parte de los jueces. Petro dice que hay que “dar de comer a la gente reduce el hurto”.
La diferencia de posiciones entre Petro y Peñalosa, aspirantes a la Presidencia, recuerda que el debate ha tenido sus discusiones entre juristas y entre escuelas filosóficas del derecho.
El Código Penal Colombiano de 1936, por ejemplo, contemplaba el llamado “hurto famélico”, que no era otra cosa que cierta tolerancia de la ley con quien robaba por necesidad.
“Queda eximido de responsabilidad el que ejecute cualquier delito contra la propiedad, llevado por apremiante necesidad de proveer a su subsistencia o vestido, o a las de su familia, cuando no hubiere tenido otro medio lícito de satisfacer esas necesidades, siempre que se limite a tomar lo indispensable para remediarlas, que su personalidad no sea socialmente peligrosa y que no ejerza violencia contra las personas”.
Esa norma ya no existe y evolucionó a otras discusiones como la del “estado de necesidad”, también regulado de manera sucesiva en la ley penal, con propósitos afines.
Los puntos de vista de los dos aspirantes a la Presidencia ponen de manifiesto la valoración de un asunto apremiante de la seguridad, como es el delito de hurto, que agobia hoy de manera grave a la sociedad.