El ministro de la Defensa, Iván Velásquez, reiteró que, con la entrada en vigencia del cese al fuego con la guerrilla del ELN, la fuerza pública debe frenar sus operaciones ofensivas.
“Las instrucciones para las Fuerzas Militares y la Policía Nacional son similares a las que ya con ceses anteriores se habían definido, en cuanto que el cese no implica suspensión de las actividades propias del cumplimiento de la función de Fuerzas Militares y de Policía en la represión de los delitos”, aseguró el ministro Velásquez.
Y agregó: “el que exista un cese con el Ejército de Liberación Nacional no significa que habrá tolerancia o falta de acción respecto de expresiones delictivas, como la extorsión o el secuestro o los homicidios. La fuerza pública tiene la responsabilidad de continuar cumpliendo con su función constitucional. Se suspenden las operaciones ofensivas, es decir, todas aquellas que están dirigidas a la confrontación armada contra la organización ilegal. Pero esas son las únicas operaciones que se suspenden. En lo demás tiene que continuar la fuerza pública cumpliendo con su obligación constitucional”.
Estas declaraciones de Velásquez se dan en el marco del inicio del alto al fuego con el grupo subversivo, acuerdo alcanzando en medio de los diálogos que se adelantan en el marco de la llamada política de ‘paz total’. Dentro de lo pactado, se estableció que no habrá operaciones ofensivas por parte de la fuerza pública, ni acciones criminales por parte de la guerrilla.
El Gobierno del presidente Gustavo Petro y la guerrilla del ELN dieron a conocer, el pasado 15 de julio, los protocolos que se implementarán para el cese al fuego bilateral que empezará a operar desde la fecha.
Se trata de las reglas de juego con las que las partes tienen claro cómo operará el mecanismo, y queda contemplada la operación de monitoreo y verificación que se encargará de acompañar la medida.
En total, son nueve los puntos que las partes suscribieron y en los que quedó contemplada la manera en que se aplicará el cese al fuego en todo el territorio colombiano. Entre los que se contempla: el papel de la Iglesia, monitoreo y verificación, prórroga y suspensión del cese al fuego, seguridad y protección, entre otros.
Cabe mencionar que, en paralelo a este acto bilateral, este 3 de agosto se tiene previsto instalar en Bogotá el Comité Nacional de Participación, con el que se buscará que las poblaciones afectadas puedan tener una mayor participación en la mesa de diálogos de paz, que se desarrollará en Corferias, y contará con la presencia del presidente Gustavo Petro.
No obstante, parece no haber un criterio unificado al interior del grupo armado ilegal en cuanto a las negociaciones. Los diferentes frentes del ELN emitieron el miércoles 2 de agosto comunicados distintos en los que confirmaron que acatarán el cese al fuego, obedeciendo de esta forma las órdenes del Comando Central de esta guerrilla.
En ese sentido, indicaron que no adelantarán acciones ofensivas en contra de la fuerza pública durante el tiempo que está estipulado el cese.
El primero en pronunciarse fue el Frente de Guerra Oriental del ELN. En el comunicado, esta estructura criminal señaló que asumirá el compromiso de cumplir con lo pactado en el cese al fuego con el actual Gobierno.
“Saludamos la conclusión de la mesa, determinando que los excluidos y sin voz del pueblo, como lo ha sido el Bloque Popular y Revolucionario, participe(n) en la determinación de los cambios profundos y estructurales que requiere la sociedad y el Estado Colombiano”, indicaron sus miembros.
Por la posición amenazante de los diferentes frentes y el vehemente llamado del ministro de Defensa a que no haya ofensiva por parte de las Fuerzas Militares, la negociación iniciará con la situación de seguridad para el país en vilo.