La mayoría de los colombianos saben quién fue Daniel el 'Loco’ Barrera el hombre a quien el presidente Juan Manuel Santos calificó como el último gran capo tras su captura por parte de la Policía en septiembre del 2012. Sus crímenes, así como su prontuario, ocuparon amplios espacios en los medios durante prácticamente la última década. Sin embargo, hoy pocos saben que, incluso desde antes de abordar un avión de la DEA rumbo a Estados Unidos, ese narco ya había sido destronado a sangre y fuego por un personaje, que, como ocurrió con Barrera en su momento, es un completo pero peligroso desconocido. Se trata de un hombre de apellido Pachón, conocido con el alias de 'Puntilla', quien aplicó a cabalidad el viejo adagio de la mafia que señala que a rey muerto rey puesto y hoy es considerado por las principales agencias antidrogas nacionales y extranjeras como el reemplazo de Barrera. ‘Puntilla’ Pachón tiene un poco más de 40 años de edad y en el mundo de la mafia es un viejo conocido. Comenzó a trabajar como uno de los palafreneros del cartel de Medellín, en donde empezó a conocer los secretos del negocio de la droga. De allí pasó por una temporada en las filas del cartel de Cali y cuando apenas superaba los 30 años, se instaló en el departamento de Meta, donde rápidamente se enroló con el capo que dominaba el negocio del tráfico de drogas en Bogotá y el oriente del país: el ‘Loco’ Barrera. Bajo la fachada de ser un próspero comerciante y ganadero creció y se hizo inmensamente rico al lado del capo, de quien aprendió los trucos del negocio. Con Barrera se formó en el manejo de rutas, testaferros, socios y cómo sobornar miembros de la fuerza pública para convertirlos en sus mejores aliados. Por años pasó inadvertido, al punto de que tiene visa americana vigente y las cuatro hijas que tiene con su esposa, conocida como 'Chacha', vivían y estudiaban en Boston hasta hace pocas semanas, cuando regresaron al país. Hace unos años uno de sus hermanos menores fue asesinado en una vendetta y ese episodio los transformó en un hombre de un perfil violento, al igual que a sus dos hermanos mayores, alias 'Murdoc' y alias 'Balín'. Gracias a ese episodio Barrera ya no sólo lo encargó de coordinar las rutas de tráfico hacia Venezuela, sino de manejar su aparato de sicarios. Esto hizo a ‘Puntilla’ Pachón en un hombre aún más poderoso y temido. Desde la captura, en 2012, y la posterior extradición de Barrera en el 2013, el capo dejó al mando de muchos de sus negocios a uno de sus hombres de confianza, Antonio Angulo, alias el 'Pollo’. Con Barrera en una cárcel gringa, ‘Puntilla’ optó por “darle un golpe de Estado” y quedarse con todo lo de su antiguo jefe. Algunos de los se negaron a traicionar a Barrera pagaron con su vida, entre ellos el 'Pollo’, que fue asesinado en agosto pasado en Bogotá. ‘Puntilla’ se movía con tranquilidad entre Villavicencio y su apartamento en la calle 108 en el norte de Bogotá, cerca al de su madre. De allí viajaba a Bucaramanga y Venezuela, forjó una alianza con alias 'Megateo', el jefe de una disidencia del EPL en el Catatumbo, a quien le compra la droga. También era habitual verlo en La Dorada junto con un narco conocido como ‘Mario Bross’, un hombre de la organización de los Urabeños, grupo que ‘Puntilla’ llevó a Meta, quien maneja los laboratorios de droga en Vichada junto a su amigo ‘Cúper’. Gracias a esa alianza, se consolidó una ruta de salida de droga que va desde el oriente, Meta y Vichada, hasta Buenaventura y Chocó, en donde mandan los Urabeños. Para eliminar a los hombres de Barrera, ‘Puntilla’ contó con la ayuda de sus dos hombres de confianza conocidos como el 'Flaco’ Castillo y Leonardo ‘Cepillo’, quien es conocido por la exótica y costosa camioneta Mercedes Benz blanca que conduce. Pero el hombre clave que le ha permitido a ‘Puntilla’ tomar el control de todo el emporio de Barrera es un exteniente retirado de la Policía conocido en el bajo mundo como ‘Cejas’ Trujillo. Expulsado de esa institución en el 2004, ‘Cejas’ buscó otras manzanas podridas que también habían salido de esa institución y creó una temible oficina de cobro para la delincuencia. Navarro, Melo y Parra son algunos de sus principales compinches con quienes tiene oficina en San Andresito y en el barrio Colina Campestre, en el noroccidente de Bogotá. Con ellos fue condenado a siete años de prisión, de los cuales pagaron sólo tres años y ocho meses, por los delitos de tráfico de armas y hurto agravado, y quedaron en libertad en el 2008. ‘Cejas’ se transformó en el hombre más importante para ‘Puntilla’. Es el encargado no sólo de los asesinatos, sino de realizar secuestros de ganaderos o presuntos testaferros o socios de Barrera a quienes retiene durante días mientras firman y traspasan propiedades. Después de esto los asesina. Una parte de esos bienes son para ‘Puntilla’ y otros para ‘Cejas’ y sus hombres. Una de sus últimas víctimas fue un ganadero de apellido Sánchez a quien hace un mes secuestró en un hotel en Girardot y posteriormente asesinó. Es uno de los cerca de 50 homicidios que las autoridades le atribuyen a ‘Cejas’ en el transcurso del último año. Esto sin contar con las múltiples denuncias que existen por secuestro y extorsión en su contra en Meta. Su “eficiencia” y la de sus hombres es tal, que las agencias de inteligencia saben que hace tan solo un mes ‘Puntilla’ le entregó 1.200 millones de pesos para efectuar seis asesinatos por encargo en Bogotá y los Llanos. El dinero fue entregado en un conocido sitio de Mariachis del barrio Colina Campestre en donde ‘Puntilla’ y ‘Cejas’ estuvieron departiendo. Ese es el hombre que reemplazó a Barrera y al que ya las autoridades nacionales y extranjeras le tienen puesto el ojo para evitar que tenga un largo reinado al frente del imperio criminal que dejó el 'Loco’.