A la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal nadie le saca de la cabeza que monseñor Darío Monsalve, arzobispo de Cali, es un activista de izquierda. Al menos así lo ha dejado en evidencia cada vez que cuestiona las polémicas posturas del máximo jerarca de la Iglesia católica en la capital del Valle del Cauca.
Cabal no desaprovecha cada escenario para criticar el papel que desarrolla Monsalve en la Iglesia y más cuando el religioso escapa a su papel de sacerdote para intervenir en política, especialmente contra el gobierno de Iván Duque.
En esta oportunidad, la senadora se molestó porque Monsalve apareció en una fotografía junto con un joven que luce de negro en el monumento a La Resistencia que se construyó en Siloé, el sector de Cali donde más se sintió la protesta de las marchas del 28 de abril en el país. La estructura conserva los rostros de los fallecidos en medio de las manifestaciones del año anterior. Monseñor Monsalve y el joven se observan empuñando sus manos en señal de respaldo.
“Qué asquerosidad el activismo de este cura comunista. ¿En qué quedaron las investigaciones por malversación de fondos de la Iglesia donde el sacerdote denunciante lo persiguieron injustamente? ¿En qué estado quedaron las investigaciones de encubrimiento a curas pederastas?”, preguntó Cabal.
Monsalve es agudo en su crítica. Recientemente cuestionó el papel del Gobierno frente a la operación militar del Ejército que dejó como saldo la muerte de 11 supuestos disidentes de las Farc en la vereda El Remanso, en Puerto Asís, Putumayo, un hecho que puso en el ojo del huracán en el Congreso al ministro de Defensa, Diego Molano.
“Las víctimas de El Remanso, en el Putumayo, le griten al mundo entero cómo manos criminales institucionalizadas puedan sacar a este país de la criminalidad subversiva, paramilitar, narcoterrorista y de la espantosa inseguridad creciente. ¡Por Dios, gobiernos dignos del mundo” (sic), expresó el religioso.
Llamar al Ejército “manos criminales institucionalizadas” es una denuncia de grueso calibre porque la Fiscalía aún adelanta las investigaciones y no ha llegado a una conclusión sobre dicha operación militar.
El exceso en las afirmaciones de Monsalve son de tal talante que congresistas del Centro Democrático le han asegurado que la sotana no es para hacer política. “El arzobispo es especialista en espantar feligreses que desean escuchar el mensaje del Evangelio, no el discurso del Che Guevara”, le dijo Cabal en su momento.
Aun, en medio de la escalada de críticas, a Darío Monsalve no parecen importarle los chaparrones políticos que despiertan sus comentarios y sigue lanzando de vez en cuando afirmaciones que, sin duda, cruzan la línea del catolicismo y terminan convertidas en posturas políticas.
Monseñor Monsalve saldrá en menos de un año del arzobispado de Cali por jubilación. De hecho, Luis Fernando Rodríguez ya llegó a la capital del Valle del Cauca y se convertirá en su reemplazo.