La repentina muerte de Samuel Moreno conmociona a la clase política. El exalcalde de Bogotá permaneció en el Hospital Militar tras sufrir un ataque al corazón. Pero en el viernes tuvo un duro diagnostico: muerte cerebral.
Según el portal especializado Neural.com, se trata de un estado muy grave. “Hablar de muerte cerebral no es lo mismo que hablar de coma. Cuando una persona entra en coma, está inconsciente pero sigue viva. Se trata de un estado grave de pérdida de conciencia y puede deberse a diferentes condiciones. En cambio, cuando se produce la muerte cerebral, el cerebro deja de funcionar. Todas las funciones cerebrales habrán cesado su actividad de manera completa e irreversible”.
El doctor Kenneth Maiese, de la Universidad de Rutgers, explica que “la muerte cerebral es la pérdida permanente de la actividad cerebral. Como resultado, el paciente no puede respirar o mantener cualquier otra función vital por su cuenta, y pierde de forma permanente toda consciencia y capacidad para el pensamiento”.
El médico explica que en ese momento “los medios artificiales pueden mantener la respiración y el latido cardíaco durante un tiempo, pero una vez ocurre la muerte cerebral, nada puede mantener a los otros órganos funcionando indefinidamente”. Agrega que ningún tratamiento, hasta el momento, ha podido revertir esa realidad.
Moreno Rojas habría caído en esta condición tras haber sufrido un infarto. El exalcalde permanecía recluido en la Escuela de Carabineros, en el centro de Bogotá. Falleció en la tarde del viernes.
El exmandatario, según informó el hospital, llegó sin signos vitales, hecho por el cual tuvo que ser reanimado: “En el documento se indica que Moreno Rojas, de 62 años de edad, habría sufrido un infarto agudo al miocardio”.
“Paciente con retorno a circulación espontánea y signos de perfusión posterior de reanimación con evidencia ecocardiografía, que sugiere infarto agudo al miocardio, por lo cual se traslada a la sala de hemodinamia para cateterismo cardíaco, y se confirma enfermedad coronaria severa”, precisa el documento.
El hospital detalló en su comunicado de prensa que se realizó “angioplastia primaria, recuperando flujo coronario y estabilidad hemodinámica”. El exmandatario distrital fue traslado a la unidad de cuidados intensivos coronarios “para manejo y soporte”.
El pasado 16 de noviembre, el exalcalde recibió una buena noticia después que la Corte Suprema le rebajara su condena de 24 a 11 años de prisión por su participación en la entrega irregular de millonarios contratos de malla vial, los cuales fueron direccionados por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU).
En esa oportunidad, el alto tribunal casó parcialmente el fallo y lo absolvió del delito de peculado por apropiación a favor de terceros, lo que le representó una rebaja en la sentencia. Aunque no era lo que quería, pues el exmandatario buscaba que se anulara todo el fallo emitido el 13 de noviembre de 2019 por la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá.
Moreno Rojas fue sentenciado por haber creado una empresa criminal junto a su hermano, el entonces senador Iván Moreno Rojas, en la que se cobraba el 10 % del valor total de los millonarios contratos de infraestructura vial. Tras varias reuniones, se entregaba a dedo los convenios a empresarios –entre los que se encontraban Emilio Tapia y Julio Gómez–.
Por esta red de corrupción ya fueron sentenciados varios exconcejales de Bogotá, contratistas, funcionarios públicos y particulares que se beneficiaron directamente con la entrega irregular de estos contratos. Las demoras en las obras y fallas afectaron considerablemente la calidad de vida de los bogotanos.
Desde 2011, Moreno Rojas se encuentra privado de la libertad en la estación de Policía de Carabineros, en el centro Bogotá. En todos los procesos penales, disciplinarios y fiscales por el carrusel de la contratación se ha declarado inocente.
Por el tema del carrusel de la contratación, el 23 de octubre de 2011, el entonces procurador general, Alejandro Ordóñez Maldonado, lo suspendió de su cargo por tres meses mientras se adelantaba la investigación. Posteriormente, fue destituido e inhabilitado por 18 años para ejercer cargos públicos.
En la actualidad tiene pendiente un proceso por el caso Odebrecht, referente a la entrega del contrato Tunjuelo-Canoas que tenía como objetivo descontaminar el río Bogotá. Según la Fiscalía General, el entonces alcalde mayor de Bogotá habría recibido cerca de mil millones de pesos de un grupo de empresarios y contratistas que estaban interesados en el millonario contrato, el cual tenía un valor total de 244 mil millones de pesos.
Siendo parte activa de la junta directiva de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, que era la encargada del proceso de contratación, se hizo una manipulación del pliego de condiciones y fechas para así beneficiar a los contratistas que ya se habían comprometido a pagarle la respectiva comisión.
Moreno Rojas deberá responder en juicio por los delitos de peculado por apropiación, cohecho por dar u ofrecer, concierto para delinquir e interés indebido en la celebración de contratos.