El candidato presidencial Gustavo Petro no termina de salir de una polémica y ya está metida en otra. En las últimas semanas ha sido blanco de varias críticas por sus declaraciones, y este domingo surgió una nueva molestia, incluso entre sus seguidores, por unas palabras que pronunció en Ciénaga, Magdalena.
El aspirante del Pacto Histórico estuvo recorriendo varios municipios de ese departamento y en cada uno de ellos presentó las propuestas de gobierno que aplicaría, en caso de llegar a la Casa de Nariño el 7 de agosto.
Sin embargo, su recorrido quedó opacado por unas declaraciones en las que ofreció un perdón a los paramilitares, al invitarlos a su campaña a cambio de una segunda oportunidad. “Los paracos, que vengan aquí, porque tendrán una segunda oportunidad; como [en] todas las sociedades, deben tener una segunda oportunidad”.
Las palabras de Petro revivieron la polémica por el llamado ‘perdón social’ del que se habló cuando su hermano, Juan Fernando, estuvo reunido en la cárcel La Picota de Bogotá con varios condenados por diversos delitos, supuestamente, para ofrecerles rebajas de pena a cambio de apoyar la campaña del Pacto Histórico.
El senador del Centro Democrático, Honorio Henríquez, calificó el discurso del candidato presidencial como guerrerista y señaló que eso es lo que le espera a Colombia si él es elegido presidente. “El típico delincuente indultado, que se cree con autoridad moral para calumniar e injuriar a los demás. ¡Cínico!”, aseveró.
Por ahora, el aspirante presidencial no ha dado explicaciones sobre sus declaraciones, pero ha quedado la sensación de que está ofreciendo a los paramilitares una segunda oportunidad a cambio de que se apoye su candidatura presidencial, y eso ha molestado a los propios integrantes del Pacto Histórico.
Varios integrantes de la campaña han manifestado que verán el video completo para poder pronunciarse a fondo, pero, sin duda, aceptan que las palabras del candidato son bastante polémicas.
Sin embargo, el senador Luis Fernando Velasco, quien apoya abiertamente a Gustavo Petro y Francia Márquez, aclaró el tema y señaló que “el frente amplio ciudadano, que es la coalición entre el Pacto Histórico y quienes pensamos liberal, venimos hablando transparentemente la necesidad de desactivar las bandas criminales y grupos paramilitares que permanecen a pesar de la desmovilización de hace algunos años (...) El Estado tiene la posibilidad de someter a la justicia para acabar con las organizaciones y de eso es lo que está hablando nuestro candidato Gustavo Petro, de manera transparente. Una organización tan fuerte como el Clan del Golfo se desarma en la medida en que se busque la salida en un sometimiento a la justicia”.
No obstante, en las declaraciones el candidato no habló de sometimiento a la justicia, sino de segundas oportunidades.
El exdirector de Cambio Radical Jorge Enrique Vélez lanzó duras críticas en contra de Gustavo Petro por las palabras que pronunció en la tarima de Ciénaga, Magdalena.
El senador del Centro Democrático, Gabriel Velasco, se sumó a quienes se molestaron por las declaraciones del candidato del Pacto Histórico y señaló que han sido varias las polémicas del aspirante que han pasado por alto.
Por ahora, la campaña presidencial del Pacto Histórico ha dicho que no habrá respuesta de Gustavo Petro a esta polémica, pero no se descarta que el candidato aclare sus palabras, a través de su cuenta en Twitter.
Que Petro sea presidente y revoque el Congreso o tenga mayorías
El ‘perdón social’ del que viene hablando Petro desde 2015 y que se revivió en esta campaña presidencial por las visitas de su hermano, Juan Fernando Petro, a varios condenados por corrupción y homicidio, ha dado para todo tipo de interpretaciones jurídicas y para el rechazo general de todos los sectores políticos, incluso del propio Pacto Histórico.
Las redes sociales se han inundado de mensajes en los que califican de “absurdo” otorgar un “perdón social”, por ejemplo, a Iván Moreno Rojas y a otros políticos que fueron condenados por desangrar el erario público.
Aunque Petro intentó aclarar las visitas de su hermano a la cárcel, sus explicaciones han generado más dudas, porque las versiones de los hermanos no coinciden.
En medio de las discusiones políticas que se han dado por esta propuesta, la realidad es que, jurídicamente, la propuesta es inviable, por ahora. Para que pueda aplicarla, Petro deberá ganar las elecciones presidenciales y, además, tener las mayorías en el Congreso para modificar la Constitución Política de Colombia, o sencillamente intentar revocar el Legislativo.
El representante a la Cámara de Cambio Radical, César Lorduy, aseguró que una ley aprobada en 2014 y el Código Penal tienen una prohibición expresa para otorgar ese tipo de beneficios a los condenados por diversos delitos, entre ellos, la corrupción.
“La propuesta de Petro implica modificar el artículo 32 de Ley 1709 de 2014 y el artículo 68A del Código Penal. Por tanto, deberá partir de la base de que él como presidente puede concederla. Eso solo podría ocurrir si el Congreso no existiera, y si existe, significaría que tiene o presume que tendrá las mayorías en las plenarias de cada cámara, incluyendo las comisiones primeras”, dijo el congresista.
La realidad política es que el Pacto Histórico no configuraría las mayorías en el Congreso, después del 20 de julio, y los demás partidos políticos impedirían que una propuesta como esa salga adelante. Por las declaraciones que se han dado, las colectividades tradicionales no están de acuerdo con que haya beneficios ni “perdón social” para quienes estén condenados por corrupción ni homicidio.
El artículo 32 de la Ley 1709 de 2014 dice que “no se concederá la suspensión condicional de la ejecución de la pena, la prisión domiciliaria como sustitutiva de la prisión ni habrá otro beneficio, judicial o administrativo, salvo los beneficios por colaboración regulados por la ley, siempre que esta sea efectiva, cuando la persona haya sido condenada por delitos dolosos contra la Administración Pública”, entre otros.
Por esa razón, Lorduy cree que si Petro es presidente de Colombia y no cuenta con las mayorías en el Congreso, el camino que tomaría sería el de revocar el Legislativo.