El Consejo Nacional Electoral (CNE) le dio la razón a Karen Abudinen, exministra de las TIC, en el pleito por las vallas publicitarias que instaló la representante Katherine Miranda. “Que no nos abudineen el país”, decían las piezas de campaña que hicieron que la barranquillera solicitara una investigación en contra de la congresista de la Alianza Verde.
El martes pasado, Miranda acató y mostró que se bajaron las vallas. A pesar de ceñirse a la orden del CNE, la representante evidenció su molestia en redes sociales.
“No podemos permitir que sigan censurando la verdad en este país. Por eso les pido que sigan ustedes con la sanción social. Para que no nos... el país”, aseveró, poniendo un pitido sobre la palabra “abudineen”.
Ahí les dijo a los ciudadanos que esperaran su nueva valla, y este miércoles la presentó. El único cambio que le hizo a la publicidad anterior fue tapar una parte de la polémica palabra y cambiarla por lo que sería un sinónimo.
“Que no nos ‘robeen’ el país”, dice la nueva valla de Miranda. Junto a la frase, se evidencia una mano que sostiene una rata con una bolsa de dinero que dice “70.000 millones”, con referencia al escándalo de Centros Poblados que el Ministerio de las TIC tuvo que enfrentar.
“Espero que esta valla sí les guste. Devuelvan los 70.000 millones. ¡Corruptos!”, trinó, junto a la imagen de la nueva publicidad.
De acuerdo con Miranda, esto evidencia su resistencia a lo que ella califica como censura. “Esta simplemente es una muestra más de que no me voy a dejar censurar por los politiqueros en este país. Mi derecho y, sobre todo, mi deber como congresista es luchar contra la corrupción”, señaló.
También sacó pecho por su rol en el debate de moción de censura contra la exministra. “Lo seguiré haciendo en cualquier espacio que pueda. Porque, ante la ausencia de justicia, lo único que nos queda a los colombianos es la sanción social y votar bien”, concluyó.
Karen Abudinen ha dado la batalla contra Miranda ante las autoridades, pero también le ha respondido públicamente por medio de redes sociales. Ahí dio a conocer que, a causa de la utilización de su apellido para referirse al robo o a la estafa, un menor de su familia estaba siendo matoneado.
“Una cosa es la libertad de expresión y otra muy distinta es LA LIBERTAD DE AGRESIÓN. Mi sobrino, un Abudinen, fue víctima de insultos la semana pasada en su colegio. Lo suyo es el matoneo y el matoneo asesina. Irresponsable, torpe”, publicó la exministra en su cuenta oficial de Twitter, en respuesta a una foto de las vallas.
Miranda concilió con la productora que plagió
Hace semanas trascendió una polémica que pocos se imaginaron que se iba a convertir en un serio pleito internacional. Miranda, en un video de campaña, plasmó casi de forma idéntica un video de publicidad del Salón Erótico de Barcelona en 2016.
Sin embargo, las cosas no quedaron como un caso de simple coincidencia. La firma de publicidad y cine, basada en Barcelona, exploró acciones legales contra la congresista colombiana.
En su momento, el director, Carles Valdés, le dijo a SEMANA que sus abogados en España se estaban poniendo en contacto con una firma en Colombia para explorar una posible demanda por derechos de autor. En ese entonces, la congresista, personalmente, no había hablado con los dueños de la productora.
El lunes pasado, por medio de un comunicado, Vimema Films se pronunció dando a conocer que hubo acuerdo entre Miranda y el equipo legal de la compañía. El acuerdo fue monetario y esto le pone fin a la posible acción legal en contra de la representante.
De acuerdo con el comunicado, se trata de una cesión de derechos de adaptación. “Quiero agradecer a Katherine Miranda que me contactara personalmente y que pudiésemos tener una reunión para esclarecer lo sucedido y buscar una inmediata solución”, señaló Valdés.