A las 6:10 de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel, hoy viernes primero de septiembre, en SEMANA? La opinión gira en torno al duelo que cazó el presidente Petro en un discurso en El Carmen de Bolívar, retransmitido anoche como alocución presidencial por todos los canales de televisión, con la empresa antioqueña Argos.
“¡Qué cosa tan violenta! El presidente de frente se fue contra Argos, acusándolo de usurpador de tierras de las poblaciones desplazadas, es decir, de ladrón de tierras de miles de campesinos colombianos en lo que llamó una acumulación de codicia. Es decir, el presidente puso a Argos en el centro del conflicto por la tierra en Colombia como uno de los principales despojadores del país”.
“Además, asoció a Argos con la propiedad del diario El Colombiano, aunque dijo, no que lo supiera, sino que él creía que era así, para además poder embestir contra la prensa, que ha convertido en uno de sus principales enemigos. Pero ni eso resultó ser cierto, según aclaración del propio El Colombiano, el periódico estandarte de Antioquia”.
“Sino que además, Argos le respondió al Presidente en una carta en la que, sin embargo, me llamó la atención su sumisión y su timidez a la hora de defenderse, luego de semejante embestida presidencial. En ella, sencillamente, Argos invita a perseverar en la búsqueda de acuerdos nacionales por medio de acercamientos con la sociedad civil colombiana, añadiendo que, de ella, el sector empresarial es un actor trascendental que genera empleo y crecimiento para todos”.
“Obviamente, negó que en ningún momento haya generado desplazamientos ni despojos y afirmó que siempre ha obrado de buena fe y que nunca se ha opuesto a los procesos de restitución de tierras. Aunque Argos donó 6.600 hectáreas a la Fundación Crecer para la Paz y 21.000 millones de pesos para adelantar proyectos sociales, según el presidente, eso no se le debe agradecer a Argos como un favor, sino como un deber como usurpador de tierras, como un pago de una deuda”.
“Pero es claro que en Colombia el régimen presidencialista es tan, pero tan fuerte y su presidente tan, pero tan poderoso, y en el caso particular de Petro, tan vengativo, que Argos prefirió agachar humildemente la cabeza, así implique que se vaya con el pecado atribuido a cuestas”, afirmó María Isabel Rueda.
Lea la segunda opinión de María Isabel, hoy 1 de septiembre:
¿Qué opina María Isabel? ¿Por qué baja el crecimiento y disminuye el desempleo?
O mejor dicho: ¿puede sacar con tranquilidad pecho el Gobierno porque, según el Dane, el desempleo parece en bajada? No. Las cifras de desempleo tienen un rezago en relación con las del crecimiento del PIB, luego lo más probable, si sigue el decrecimiento económico, es que el desempleo comience a notarse en el segundo semestre del año. Pero ahí no paran las explicaciones, porque también está el factor del Estado empleador.
A las 6:00 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel, hoy viernes 1 de septiembre, en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a si cabe que el Gobierno saque pecho por las cifras de desempleo que, un poco incomprensiblemente, siguen a la baja, cuando el crecimiento económico del segundo trimestre de este año fue escasamente del 0.3 %.
La tasa de desempleo cayó al 9.6 %, 1.4 puntos menos que hace un año. Sin embargo, la recomendación al Gobierno es que no saque mucho pecho, a no ser que el crecimiento en el país se recupere en los dos últimos trimestres de este año de manera considerable. La lógica indica que, inevitablemente, ello tendrá que reflejarse en las cifras de desempleo.
Hay dos razones que explicarían que hoy no se refleje ese decrecimiento económico. Una, que no van al mismo ritmo, las cifras de desempleo son más inelásticas y se presentan con frecuencia rezagos, al ser comparadas con el crecimiento económico. El empresariado es prudente a la hora de tomar medidas ante un mal trimestre económico y prefiere esperar un poco más a ver qué sigue el resto del año.
Según Fedesarrollo, lo más probable, sin embargo, es que, en la segunda mitad de este año, empiece a subir el desempleo. Además, la temida recesión económica, que sería la que llevaría a que las empresas recojan velas, técnicamente se produce cuando un país acumula dos trimestres seguidos con índices económicos negativos de su producto interno bruto y Colombia, por fortuna, aún no llega a ese extremo.
La segunda razón de que las cifras de desempleo aún no registran el decrecimiento económico, es que el empleo público ha crecido considerablemente en Colombia, sí, bajo las tesis estatistas del presidente Petro. En un solo mes crearon 269.000 puestos, hasta completar 2.85 millones de personas que en Colombia están contratadas por el Estado en sus distintas modalidades laborales.
Lo malo de que el Estado sea el alojador principal del empleo y no el sector privado, es su alto costo fiscal y que no es un trabajo que mejore estructuralmente el mercado laboral, según dice ANIF.
La tercera razón es que en Colombia vienen aumentando los trabajadores que llaman por cuenta propia, mas asociados con la informalidad que con la formalidad. Mejor dicho, lo que llamamos comúnmente, el rebusque. De manera que a la hora de sacar pecho, el Gobierno sería mas prudente si inhala y no exhala, en espera de lo que suceda en el segundo trimestre de este año.