A las 6 de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel hoy lunes 10 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno al esperado fallo en el que tanto se juega Colombia en su pleito con Nicaragua acerca de la llamada plataforma continental extendida, que de ser fallado a favor de los nicaragüenses por parte de la Corte de La Haya, llevaría prácticamente a que la soberanía de Nicaragua llegará hasta el lecho marino de Cartagena.
Está anunciado que este jueves el fallo será revelado a las 8 de la mañana y la opinión de los expertos es que, probablemente, nos va a ir mal, lo que no se sabe es qué tan mal. Por eso es importante saber los escenarios a los que nos enfrentamos, de manera que entendamos, cuando nos enteremos del contenido del fallo: qué perdimos y qué ganamos, si ganamos algo el jueves.
Son básicamente dos puntos los que la Corte Internacional de La Haya aceptó discutir de la demanda de Nicaragua. Uno, si la plataforma continental extendida de un país, en este caso, la de los nicaragüenses, se rige por el derecho consuetudinario, o, por el contrario, implica temas técnicos que deben ser objeto de un tratado, por ejemplo, donde diga qué se rige por el derecho consuetudinario, Nicaragua se habrá ganado el 50 % de su demanda.
El otro 50% se lo ganaría si La Haya acepta que la plataforma continental extendida se puede meter dentro de las 200 millas que conforman la zona económica exclusiva de cada país. En ese caso, la soberanía nicaragüense llegaría muy cerca del continente colombiano. Entonces, el fallo puede resultar cien por ciento favorable a las pretensiones de Nicaragua, lo cual sería gravísimo porque quedaría abierta la puerta para otra delimitación con ese país, en la cual Colombia seguiría y seguiría perdiendo territorio.
Con la agravante de que el fallo podría dejarnos en lo que en el derecho internacional se llama una zona gris, que sería absurda, porque implicaría que el mar es de Colombia, pero un amplio espacio del piso marino, que está por debajo, es de Nicaragua. Lo cual nos dejaría en un lío de la Madonna, porque por ejemplo, si Nicaragua quisiera explotar su piso marino, pues tendría que pasar por aguas colombianas. Un absurdo, ¿no?
Se considera que fue un error estratégico que la Defensa de Colombia aceptara discutir el absurdo de la zona gris en una de las audiencias que hubo en La Haya. Entonces lo que podemos esperar es uno de tres tipos de fallos. El primero que la Corte diga que hasta aquí llegó y que cierra este caso. El segundo, que diga que no tiene información suficiente para hacer esa delimitación y que, por lo tanto, el pleito sigue y que convocará una nueva audiencia para ver las pruebas y eso nos alargaría un año más la situación con Nicaragua.
El tercero, que la Corte diga que quedan resueltos los temas de derecho, pero que la delimitación de esos límites marinos entre Colombia y Nicaragua, por carecer de pruebas y capacidad tecnológica, le corresponderá a la Comisión de Límites de plataforma continental, fruto de un tratado de Colombia que no ha ratificado, pero Nicaragua sí, lo cual tomaría un jurgo de tiempo y seguiría dejándonos en el limbo.
Un detalle de cierre: las mujeres magistradas de la Corte, dicen los expertos, no son queridas porque parecen no haber quedado nada contentas con la defensa colombiana que llevó a La Haya a Elizabeth Taylor, una mujer raizal y afro, a la que no se le dio ni cinco de juego en La Haya. Es decir, la llevaron de florero, la trataron como una nadie para acudir a la fauna de las famosas referencias de la vicepresidenta Francia Márquez. ¿Será que frente a Nicaragua se confirmaría aquel adagio que dice que toda situación por mala que sea es susceptible de empeorar?
Lea la segunda opinión de María Isabel Rueda de hoy lunes 10 de julio:
¿Qué opina María Isabel? ¿Se rajará la emergencia económica en la Corte?
Las posibilidades, en opinión de muchos expertos, de que la emergencia pase ese examen, son escasas. Primero, porque el hecho sobreviviente que la justifica es muy discutible; segundo, porque lo hecho en la Guajira hasta ahora no necesitaba la facultad del presidente de gobernar por decreto.
A las 6 y 10 de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel hoy lunes 10 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la nueva forma de gobierno de Gustavo Petro, que arrancó con una prueba de piloto en La Guajira, pero que podría, no nos sorprendamos, extenderse gradualmente a otras zonas del país.
Me refiero a la emergencia económica y social que decretó el Gobierno en ese departamento, pero que, en opinión de muchos expertos, no se necesitaba, de acuerdo ni con los hechos sobrevinientes que alega el Gobierno como justificación que no son ni tan sobrevinientes, ni con las medidas que al amparo de la emergencia y sin necesidad de ella, ha emprendido el Gobierno en el departamento de La Guajira.
Más aún, las apuestas suben, apuntan a que la Corte Constitucional esta emergencia no pasará el examen. Es que, como muy bien lo decía en su columna del domingo, el exvicepresidente Germán Vargas: el fenómeno del Niño en Colombia no tiene nada de impredecible, como por ejemplo sí lo fue el covid en su momento, nadie se imaginaba que el mundo lo fuera a coger esta pandemia, que en el momento en que se presentó.
Añadiría yo que según el Ideam, El Niño tiene este año un 60 % de posibilidades de ser moderado y que en el peor de los casos, las lluvias disminuirán entre un 10 % y un 20 % en algunas regiones del país. Si el Niño sirvió de justificación para declarar la emergencia y gobernar por decreto en La Guajira, ¿entonces por qué no servirá el mismo argumento para gobernar por decreto en las demás regiones del país que también sentirán los efectos de El Niño?
Mejor dicho, si decretar la emergencia económica y social se justifica con el argumento del cambio climático, estaríamos a un paso de que Petro diga que tiene que gobernar por decreto para explayar su poco humilde convicción de que su misión en esta tierra es salvar a Colombia, y salvando a Colombia salvar al planeta.
Pero lejos de eso, las empresas encargadas de instalar, por ejemplo, en la Guajira proyectos de energía alternativa vienen empacando maletas para trastearse a otras regiones del país donde sí las dejen trabajar. Porque en La Guajira, por cobrarles millonarios peajes no se los permitieron. Y como dice también Vargas, desde octubre del año pasado se está anunciando la llegada de El Niño de este año, pero nada se previó al respecto en el Plan de Desarrollo aprobado este año, ni en la edición presupuestal de finales de junio.
¿De manera que cuál hecho sobreviniente? Más aún, el anuncio del presidente al amparo de las facultades que le da la emergencia económica y social de que arrancará a adelantar en La Guajira su reforma a la salud, hace más injustificable su declaratoria.
El Gobierno, sin emergencia, perfectamente puede fomentar en La Guajira y el resto del país, una política de prevención en salud y la construcción de centros de primer nivel que puedan atender a los colombianos en sus dolencias. Nada de esto justifica gobernar por decreto, lo que pasa es que el estilo político mesiánico de nuestro presidente es el estilo de gobierno que mejor se acomoda a su corazón.