A las 6:00 a.m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy lunes 24 de abril en SEMANA? La opinión gira por los lados de la cumbre con la oposición venezolana que el presidente Gustavo Petro, mañana 25 de abril, organizó en Bogotá y que cerró la atención por encima de todas las cosas conversadas entre los presidentes Gustavo Petro y Joe Biden.
En este caso, lo único que se trajo Petro en su valija es que Biden le envíe un par de funcionarios de peso a la reunión de mañana, pero al respecto de levantar sanciones en Estados Unidos le dijeron al mandatario colombiano que por ahora “nanay cucas”.
Que primero unas elecciones que garanticen el regreso a la democracia, con la suficiente transparencia, que le dé garantías a la oposición, y que si eso sale bien Estados Unidos procedería comenzar a levantar las sanciones que desde hace años impuso al gobierno venezolano por su tiranía.
El presidente Petro habló de por lo menos paralelismo, que sea por dos vías paralelas que ambos objetivos se vayan cumpliendo. El de realizar las elecciones y el de levantar las sanciones.
Pero la reunión de mañana no será fácil porque a ella acudirá la oposición venezolana, algunos, pero por ahora no se sabe si viene Maduro aterrado de que lo vayan a coger presos si pone un pie por fuera de Venezuela. Ni tampoco acudirá a nadie de su gobierno, ¿entonces quién representará al gobierno maduro en la reunión de mañana en el Palacio de San Carlos para hablar de libertad y de elecciones?
Pues por insólito que parezca serán el presidente colombiano, su canciller y el embajador en Venezuela. Leyva ya dijo con emoción patria no se sabe si patria de Colombia, o patria de Venezuela, que seremos precipitadores del gran acuerdo que se producirá con la oposición. Pero la tal precipitación no se ve fácil, repito, porque la posición venezolana ―que obviamente no confía en el actual gobierno colombiano― pide muchas cosas que por elementales que sean en una democracia casi que implican que este Maduro se tiene que volver otro Maduro.
Que acepte liberar a los presos políticos, que ambiente con garantías el regreso a Venezuela de quienes han salido huyendo sintiéndose perseguidos, y la realización de esas elecciones libres en un país cuyo gobierno tiene cooptado al Congreso, a la justicia y obviamente a los organismos electorales. la única solución clara es que maduro se vaya del poder.
Primero es muy difícil que lo haga, y segundo, si lo hace lo hará a lo Chávez: dejando encargado a alguien de su máxima confianza. Petro ha querido meterle a la solución de la crisis política venezolana la presión internacional de 20 países, que mandarán sus delegados a la reunión de mañana y que a su vez servirán de espectadores de la pasarela en la que Petro espera graduarse del líder continental.
Solo habría que darle dos consejos que llegue a tiempo, por favor, y que no se le vaya a ocurrir decir nada parecido a lo que dijo en la Universidad de Stanford. Como las estructuras del capital fósil, que digo yo aún se mantienen inexplotadas en Venezuela, o el concepto de rotación de capital que se hace en la medida en que se vuelve más veloz aumentar los niveles y volúmenes de ganancia.
Rumbo del que Venezuela se apartó, digo yo, cuando el régimen de Maduro dejó que se robaran su industria petrolera, y que miles de millones de dólares fueran acumulados en el exterior a través de lavado de dinero. Esto gracias a los oficios de los héroes de la revolución venezolana como el barranquillero Alex Saab. Otro de los delegados de maduro como negociador de la mesa diálogo con la oposición, que tampoco estará presente mañana en la cumbre del Palacio de San Carlos porque está preso en los Estados Unidos.
¡Claro! queda la posibilidad de su esposa la modelo, Camila Fabri. Pero ya sería totalmente exótico que al régimen Maduro los represente en la cumbre, y con la oposición de su país, el gobierno colombiano y una modelo italiana. A no ser que a última hora Maduro se arrepienta y mande a un propio.
Escuche aquí la segunda opinión de María Isabel del día de hoy:
¿Qué opina María Isabel? Qué hacemos con esa ‘mona’
Pregunta clave del exvicepresidente Germán Vargas. Porque cada vez parece más inevitable que la “mona”, y su amigo conservador Fincho, terminen apoyando la reforma Corcho. Mientras tanto, clínicas y hospitales presentan sus delicadas preocupaciones. Y la procuradora Cabello investiga por qué nos estamos quedando sin medicamentos, antes de que nos quedemos sin salud.
A las 6:10 de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel hoy lunes 24 de abril en SEMANA? Pues la opinión gira alrededor del cada vez más inminente apoyo de los partidos rebeldes, o ahora apodados ‘bisagra’, a la reforma la salud, porque les queda facilísimo decir que se sienten satisfechos de la forma como el gobierno acogió en el articulado del proyecto la mayor parte de sus inquietudes, aunque sea mentira.
Con ello el presidente del conservatismo, Efraín Cepeda, se queda con su Coljuegos y Dilian con su Fiduprevisora, pero además con el apoyo del Pacto Histórico que se asegura el camino hacia la Gobernación del Valle. De ahí, la pregunta del exvicepresidente Germán Vargas, “¿qué hacemos con esa mona?”.
Mañana podría destrabarse de todo su trámite en la Comisión Séptima de la Cámara, aún es incierto si nuevamente el ministro del Interior, estadista Alfonso Prada, pedirá la ayuda de la primera dama, Verónica Alcocer, para que se haga presente en el recinto reforzando igualmente al presidente de la Comisión Agmeth Escaf.
Pero paralelamente, en materia de reforma y de salud en general, han sucedido dos nuevas noticias en las últimas horas. La primera es que por fin clínicas y hospitales han presentado sus graves reservas, o una de sus grandes reservas a la propuesta de la reforma Corcho, que es imponer un tarifario único de servicios médicos. Es decir, que los que han hecho multimillonarias inversiones entre en tecnología de punta, deben cobrar lo mismo por el servicio que prestará un hospital o una clínica que todavía atiende a sus pacientes con vejestorios tecnológicos, o incluso sin ellos.
Eso implicará un grave desincentivo para invertir en salud, otro de los maravillosos efectos de la reforma Corcho. Pero también en las últimas horas y por fortuna, la procuradora Margarita Cabello, inició una investigación, esta vez sí auténticamente exhaustiva como se espera, por la delicada escasez de medicamentos que afecta al país.
¿A qué se debe?, ¿quiénes son los funcionarios responsables? Es decir, el rumbo que toma en Colombia el futuro es sin salud y sin medicamentos. Procuradora Margarita, haga usted su investigación exhaustiva y cuéntenos cuáles medicamentos no conseguiremos en las droguerías, antes de que ya ni siquiera nos lo recetará nuestro eventual nuevo sistema de prestación de salud en Colombia, porque no lo incluyen o no lo venden.