A las 6:10 a. m., ¿qué estará opinando María Isabel hoy viernes 28 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la captura del hijo del presidente Nicolás Petro y su exesposa Day Vázquez, que desde luego no tiene que alegrar a nadie, como dice el expresidente Uribe, por ser Nicolás, el hijo del presidente Petro.
Tampoco es que haya que aplaudirle, como lo ha hecho todo su gabinete y su vicepresidenta, que en un comunicado haya escrito que respetará las decisiones de la Fiscalía porque ese es su deber, por lo tanto, le sobraba reiterarlo.
Una cosa es la lamentable tragedia de que le pase esto a un padre con su hijo, y la otra es que aquí no sea exigible la justicia, en este caso, de supuesta corrupción por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Lo que no entendemos o no se entiende bien es la acusación a su exesposa Day por violación de datos personales cuando lo que ella hizo fue adjuntar unos chats como prueba de unos delitos de los cuales ella fue testigo de excepción, y se podría hasta alegar que supuestamente cómplice, por lo menos al comienzo.
Lo que no le quedó bien al abogado de Nicolás Petro fue la frase que usó para criticar el supuesto tratamiento hostil de parte de la Fiscalía, de la cual dice que no les han entregado las garantías suficientes sobre su neutralidad añadiendo a continuación que lo que no le sonó bien es que estas audiencias tienen que garantizar la igualdad de armas en “un país donde matan todos los días a alguien”, pues había podido escoger otra expresión.
Por lo pronto, esa captura empieza a producir efectos políticos en las elecciones de octubre, el primero fue que Atlántico se libró de la candidatura a la Gobernación del controvertido Máximo Noriega, padrino político de Nicolás Petro, y señalado de estar en el círculo de la recepción de dineros a nombre de la campaña Petro, que fue el origen de la recepción de estos dineros del hombre Marlboro y el turco Hilsaka y a quien la Colombia humana le había otorgado el aval y a las dos horas se lo revocó.
Tampoco le hace bien a este gobierno que ganó con la bandera del cambio, de las costumbres políticas que no solo no ha cambiado, pues, ni cinco, sino que ha ahondado como la compra de congresistas al “menú dedo”. Lo más increíble de Noriega es que tenía plan B de la vieja política o de la política tradicional.
¿Que en qué consiste? En que si yo no puedo, pues aquí les pongo a mi esposa o a mi hijo o a mi cuñado o a mi prima, esta es la esposa como candidata a la Gobernación del Atlántico. Esa no es una decisión, pues que se tome a última hora, se ve que la jugadita la tenían planeada porque Noriega, en principio, tuvo que enfrentar una disputa interna por el otorgamiento de su aval en la Colombia Humana de Petro.
Con este incidente se le da el banderazo por fin a la inauguración de la campaña propiamente dicha de las elecciones de octubre, pues el plazo para inscripciones ya se venció y por lo pronto en Bogotá tendremos que escoger entre nueve candidatos, incluido el exdirector de la Policía, el general Jorge Luis Vargas, por Cambio Radical, partido por el que el candidato finalmente no fue Vargas..., pero sí fue Vargas. Gracioso, ¿o no?
Lea la primera opinión de María Isabel de hoy lunes 31 de julio:
¿Qué opina María Isabel? Trasteos ministeriales
Este gobierno ya tiene récord de haber cambiado a 11 ministros en 11 meses de gobierno. Pues para conmemorar su primer año, se dice en los corrillos políticos que prepara un remezón. Y hay sorpresas grandes.
A las 6 de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel hoy lunes 31 de julio en SEMANA? Pues la opinión ronda por los lados de la pregunta de si este gobierno seguirá con su tendencia inédita de cambiar 11 minutos ministros en sus primeros 11 meses de gobierno.
La segunda sorpresa sería la salida de la ministra de Vivienda, Catalina Velasco, eso no tiene sino una sola palabra, por incompetente. La tercera sorpresa, el ministro de Comunicaciones, Mauricio Lizcano, trasladado allí, a ese ministerio desde el Dapre en Palacio de Nariño.
Pues a Lizcano no le estaría perdonando el Gobierno, que con agenda propia prácticamente participó en las elecciones de las directivas del Congreso, o influyó, mejor dicho, en contra de las directivas del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, que sería el cuarto cambio, pues él iría al Dapre y el actual director del Dapre, Carlos Ramón González, que reemplazó a Lizcano (un ex M-19), pasaría a ocupar el Ministerio del Interior.
González fue escolta del asesinado en 1990 candidato presidencial, Carlos Pizarro, pero una vez firmada la paz con este grupo guerrillero, emprendió actividades empresariales hasta en compañía de fuerzas sindicales que hoy lo tienen no solo del lado del presidente y muy cerquita de él, sino en una cómoda posición económica.
También se mencionan dos cambios más, pero precedidos —ahí sí digo— de un gran signo de interrogación, porque se dice que también saldría Iván Velásquez, ministro de Defensa; pero no suena muy lógico, porque por su inactividad, conocida de autos como dicen, es la persona perfecta que necesitaba el presidente Petro para desactivar o desintegrar a nuestras Fuerzas Militares y de Policía tal y como ha sucedido.
Y por último, con el mismo signo de interrogación está el canciller Álvaro Leyva, y el motivo sería el escándalo que se ha armado con la contratación de la elaboración de los pasaportes de los colombianos, que, según dicen los que han investigado el tema, deja muchos interrogantes. Si estos pronósticos se cumplen, aunque sea parcialmente, este gobierno seguirá batiendo récords en mudanzas en el gabinete ministerial.