¿Qué estará opinando María Isabel hoy miércoles 5 de julio en SEMANA? Pues la opinión gira alrededor de la situación de orden público en el país. ¿Alguien se ha dado cuenta de que ahora a las primeras planas de las noticias se las tomaron los asesinatos, los secuestros, las bandas criminales que se pavonean por los pueblos, las extorsiones, la coacción de la población civil a la cabeza de todo, lo cual, hoy tristemente, es la situación de la ciudad de Buenaventura, sepultada por la criminalidad?
Y es bastante irónico que esto suceda en épocas de la tal ‘paz total’. Pero quizá lo más irónico de todo es que el comando central del ELN ordene un cese de fuego de un mes contra la fuerza pública, Ejército y policía. Eso sí, con despedida sangrienta, tres policías fueron cobardemente asesinados en Norte de Santander, dos mientras desayunaban, uno más por un francotirador.
Mientras que en Cúcuta, un atentado terrorista que también se le atribuye al ELN dejó a 16 personas heridas en la planta de Incolmine, previamente había habido una detonación al paso de varios trabajadores de Minex.
Luego, supuestamente vendrá un cese al fuego bilateral más larguito, por 180 días, pactado con el Gobierno colombiano. La orden que empieza a regir mañana es cesar todas las acciones ofensivas contra las Fuerzas Militares y Policía en todo el territorio nacional. Este cese de un mes forma parte de lo que llaman período de alistamiento para el cese más larguito.
Lo curioso es que aunque también se comprometen a cesar las acciones de inteligencia, “El ELN mantendrá activado dispositivos de defensa y seguridad para responder a amenazas o ataques de cualquier estamento, grupo armado contra nuestras unidades o contra la población civil”. Esto en la práctica deja abierta una clara posibilidad de que el tal cese al fuego pueda romperse con cualquier disculpa.
Y más aún, pone bajo la lupa si realmente el ELN tiene unidad de mando, pues de lo contrario no tendría ningún sentido estar negociando en una mesa si sus jefes son incapaces de mantener una orden que dan.
Y, muy probablemente, sin haber escogido voluntariamente los términos o las palabras apropiadas para describir la situación; ayer el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, dijo lo siguiente, repito, debió ser de manera involuntaria:
“Muy bien lo del cese a fuego al ELN, pero parecen un poco desproporcionadas las acciones previas”, refiriéndose al asesinato de los tres policías. Ministro, ¿sí será desproporcionada la palabra adecuada para hablar de este tipo de crimen? O se lo pregunto de otra manera, ¿qué sería entonces lo proporcional?
Escuche la primera opinión de María Isabel Rueda de hoy miércoles 5 de julio:
¿Qué opina María Isabel? Odebrecht, ¿el país, en tablas?
Lo que más impactó de las grabaciones publicadas por SEMANA fue la revelación de la manera en que Óscar Iván montó una pirámide de artilugios para mentir. El actual registrador dejó la cosa “en tablas” con lo sucedido con Odebrecht en la campaña Santos. Y ahora, ¿cómo hará el Consejo Electoral para meter a la campaña Petro en las mismas tablas?
¿Qué estará opinando María Isabel hoy miércoles 5 de julio en SEMANA a las 6:00 a. m.? Pues la opinión gira, y gira, y gira alrededor del caso de Óscar Iván Zuluaga, porque este análisis requiere dos partes. La primera, el hecho de que todo el mundo conocía acerca del caso del publicista brasilero Duda Mendoça, que vía Odebrecht había entrado mediante un arreglo un dinero a la campaña de Zuluaga.
Ese hecho fue público, fue hasta motivo de controversia y corrió paralelamente con la forma en que el dinero, también de Odebrecht, entró a la campaña Santos, pero la vía fue que hubo unos afiches y, además, unas supuestas encuestas que serían las más caras de la historia, porque una encuesta cara, cara, puede costar unos 200 millones de pesos, y si quieren súbanle, pero jamás un millón de dólares.
La segunda parte del análisis del caso Óscar Iván es lo que más sorprendió y molestó y dolió, las grabaciones públicas por SEMANA en las que se revela claramente que Zuluaga planeó el ocultamiento de la verdadera cifra del aporte de Odebrecht por medio de varios artilugios, que incluirían, y por ello le imputarán cargos el próximo 10 de julio, falsedad en documento privado, fraude procesal y enriquecimiento ilícito. Una falta grave por la cual no habrá cargo penal es haber engañado al expresidente Uribe y a su esposa Lina.
Concretamente, sobre esta última acusación de enriquecimiento ilícito, pues se debe a que la campaña cometió una grave omisión en contabilidad, pero sí accedió en cambio a una suma por reposición de votos del Estado por cerca de 25.000 millones de pesos.
Entonces, lo que más sorprende y tiene ofendido al expresidente Uribe, como a sus amigos del Centro Democrático, repito, es escuchar las grabaciones que probarían que Óscar Iván Zuluaga montó una pirámide de mentiras, que incluyó hasta la búsqueda de tranquilidad de conciencia de parte de un sacerdote, a quien confesó que él sabía todo y que lo ocultó todo.
El epílogo del análisis sería la frase que, como presidente del Consejo Electoral, habría pronunciado el actual registrador nacional Alexander Vega, que sigue callado al respecto, ni una palabra, y que lo resume todo esa frase.
Ante la investigación que avanzaba tanto sobre las campañas de Zuluaga como de Santos, Vega habría dicho esta perla: “Si esto no lo sacamos en tablas, se forma una crisis institucional para el país ni la berraca”.
Lo peor es que vía Armando Benedetti, también acusado por unos audios que lo comprometerían con una compra de votos en Maicao, La Guajira, más los 15.000 millones que el propio Benedetti consiguió, según contó él en la conversación con Laura Sarabia para la campaña Petro, entonces la pregunta que viene es: ¿cómo hará ahora el Consejo Electoral para volver a dejar esto en tablas?