A las 6 y 10 minutos de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel, hoy martes 7 de noviembre, en SEMANA? Pues la opinión va por los lados de la disculpa insólita del ELN de que no ha podido liberar al padre del jugador Luis Díaz porque el Ejército estorba con su presencia en la zona fronteriza con Venezuela, donde lo tendrían y donde se daría su liberación.
La orden, como ha sucedido con los repetidos secuestros de miembros de la fuerza pública en lugares que ‘Iván Mordisco’ considera como santuarios de las Farc, solo contribuye en la merma de la autoridad del Ejército para mantener el orden público en el territorio nacional, lo cual ha sido una constante deliberada bajo este gobierno.
La presencia de más de 300 hombres ha servido como pretexto para no liberar a don Luis Manuel. El Gobierno les ordenó salir de la serranía del Perijá, donde andaban buscándolo para rescatarlo. Imagínense por un momento lo contrario: que el Ejército no estuviera haciendo presencia en la zona para intentar por lo menos su rescate.
Magnificado, ello sería equivalente a que el Ejército no se haga presente en los lugares del territorio donde está amenazado el orden público, para no empeorar las confrontaciones con los grupos ilegales, lo cual, efectivamente y por increíble que parezca, está alegando las Farc en zonas como el corregimiento del Plateado, en Cauca, prácticamente un peladero minado que se ha convertido en Fortín del Estado Mayor Central de Iván Mordisco, luego de secuestrar acerca de 200 militares, instrumentalizando a los habitantes de la comunidad.
Los obligan a desplazarse desde las veredas y movilizarse al casco urbano para presionar la salida de los militares, con la disculpa de que su presencia, no la de las Farc, desde luego, sino la del Ejército, significa violencia y terror; pues ni más ni menos, esa ha sido la disculpa para no liberar, tal y como lo prometieron presionados por la opinión, a Luis Manuel Díaz.
En un comunicado que debería colocarse bien colgado en el Museo de la Memoria por su gravedad, el ELN alega que la liberación no ha sido posible porque la zona sigue militarizada, hay sobrevuelos, hay desembarco de tropas, hay perifoneos y ofrecimiento de recompensas en intensa operación rastrillo. Y rematan con esta perla:
“Comprendemos la angustia de la familia Díaz Marulanda, a quienes decimos (sic) que cumplimos la palabra de liberarlo de manera unilateral, tan pronto como tengamos garantías de seguridad para su liberación. Continuamos con nuestro empeño en construcción de paz y en la resolución del conflicto político armado y social”. Y firma cariñosamente el comunicado el Frente de Guerra Norte, comandante José Manuel Martínez Quiroz, del ELN.
¿Quién se habrá copiado la fórmula de quién, Hamás del ELN, o el ELN de Hamás, consistente en secuestrar personas para utilizarlas como rehenes y con el objeto de evitar, amenazando su vida, que no haya ataques militares para restablecer el orden? pues, al parecer, esa se está convirtiendo en la cara de una repugnante e hipócrita manera de buscar una supuesta paz.