A las 6 en punto de la mañana, ¿qué estará opinando María Isabel hoy martes 16 de abril en SEMANA? Pues la opinión gira en torno a la muerte del elefante, un símil que introdujo para la posteridad el cardenal Pedro Rubiano Sáenz, quien acaba de fallecer a sus 91 años de edad.
Pues en los albores del que se conoció como el proceso 8.000, cuando comenzaba a rebelarse con pruebas contundentes que la campaña del entonces candidato Ernesto Samper había sido financiada por el cartel de Cali. Monseñor Rubiano pronunció la famosa frase: “si a uno le meten un elefante en la sala de su casa, tiene que verlo”.
Tan famosa fue la que se conoció como la parábola del elefante, que Monseñor siguió insistiendo en usarla y dijo después que había que impedir que el elefante se instalara en el nuevo Congreso por la miopía de que no de quienes no querían verlo.
Desde entonces el elefante jamás volvió a abandonar al presidente y hoy expresidente Ernesto Samper, pero cuando se recuerda el recién fallecido cardenal Pedro Rubiano, no se le recuerda a otro episodio de su vida muy famoso, cuando siendo obispo de la diócesis de Cúcuta, señaló indignado al entonces presidente Julio César Turbay por andar bailando el polvorete, sugestiva canción que hizo furor en su momento y hasta varios años después, con, dijo el obispo, las damas cucuteñas.
Del resto todos fueron honores y méritos en la vida de monseñor Rubiano, desde ser el fundador del cada vez más importante Banco Arquidiocesano de Alimentos y ya como cardenal como participante en el cónclave en el que salió elegido Papa Benedicto XVI.
Murió el cardenal Rubiano, pero el promedio de vida de un elefante es hasta 70 años, que desde la parábola no han pasado.