A las 6:20 a.m., ¿qué opina María Isabel hoy miércoles 3 de mayo en SEMANA? La opinión gira en torno a la visita de Gustavo Petro a España, porque qué cantidad de contrastes los que estamos viendo.
El primero, bien curioso, es que un día antes de que el presidente Petro volara hacia España se despachó desde su ventana-balcón contra el país anfitrión. Dijo que la juventud que creó esta República estaba dispuesta a dejarse matar por una libertad que en aquel entonces no se entendía bien si consistía en liberarse del yugo español, de destronar Reyes duques y príncipes, o de acabar con un régimen productivo de esclavistas.
Mírenlo ahora, Petro visita a uno de esos reyes, Felipe VII y a su esposa, Leticia. Lo hace montado en el Rolls-Royce que utilizaba uno de los que debe ser para Petro personaje repudiado de la historia, el generalísimo Francisco Franco. Y pernoctarán el Palacio El Pardo, escogido por el propio Franco como su residencia personal y su sede de trabajo.
También recibirá una condecoración creada por Fernando VII en 1815, “La Real y americana orden de la reina Isabel la Católica, que premia comportamientos ordinarios de españoles y extranjeros que redundan en beneficio de España o que contribuyan de modo relevante a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de España con el resto de la comunidad internacional”.
¿En cuál de esos méritos cuadrará el presidente colombiano, que el día anterior recordaba indignado desde su ventana-balcón el yugo español y que amenazaba a los colombianos con ponernos en el rumbo de una revolución si no le avalan el Congreso y las Cortes sus reformas? Petro soportará con estoicismo el Rolls-Royce, la residencia de Franco y la lagartada de la condecoración, pero eso sí el frac de la cena nocturna que impone el protocolo real si no. Ha pedido dispensa para no ponérselo esta noche.
Como es visita de Estado, y es cena de gala en el Palacio Real, tendría que atender el evento vestido de frac, y la primera doma dama, Verónica Alcocer, con vestido largo ―pero a ella si no le da problema eso, porque siempre está bien puesta―. Pero Petro tendrá el evento con un vestido de paño normal, mientras no le dé ―porque todo puede pasar― por irse vestido como fue a posicionar a sus nuevos ministros: de chaqueta de sudadera y de jeans.
El frac le apoya la espalda al presidente. Irá entonces esta noche en un traje de baño en lugar de ese traje originario del siglo 18, considerado el vestuario más formal para un hombre en celebraciones nocturnas. Lleva el frac una cola abierta, pero por delante la chaqueta es corta, aunque no tanto como el famoso frac que lució el entonces presidente Álvaro Uribe en su recordada visita a la monarquía española. Lleva una o dos filas, esa chaqueta, de botones que van cosidos de manera oblicua. Se acompaña con un pañuelo blanco de seda en el bolsillo. Los pantalones llevan dos franjas de raso a lo largo de las piernas del pantalón. La camisa es blanca, con el cuello diplomático, qué significa que las puntas van dobladas hacia afuera, los puños cerrados con mancuernas y deben asomar por la chaqueta.
Aunque Petro no es la primera persona que se niega a ponerse frac, siendo uno de los casos más famosos del de Gabriel García Márquez en la entrega de los Nobel en 1982 que reemplazó por su famoso liquiliqui, pues no deja de ser un contraste que Petro se sienta incapaz de, pues, lucirlo esta noche aunque se desplace a la cena en el Rols de Franco, vaya a dormir en la cama del Generalísimo, que se deje con decorar por el yugo español y que además los españoles lo condecoren después del incendiario discurso de la ventana balcón, aunque a España llegó a corregir que lo suyo no es un llamado a la violencia, sino al apoyo popular.
¿Qué opina María Isabel? La farsa de la independencia conservadora
No se atrevieron los conservadores a declararse partido de oposición. Llegaron hasta el estatus de independientes, lo cual no les impide seguir negociando con el gobierno migajas burocráticas. Es probable que La U haga lo mismo y siga con sus cuotas. Nada cambia en el gobierno del cambio.
¿Qué opina María Isabel hoy miércoles 3 de mayo en SEMANA? Pues la opinión gira por los lados de la presentación que le ha montado al país, el Partido Conservador, que ayer se declaró partido independiente del gobierno, pero fue incapaz de tomar el paso de declararse partido de oposición.
Muy seguramente para cuidar los puesticos que en este gobierno se han repartido tan generosamente como en cualquier gobierno de los que lo han antecedido, con la diferencia de que este se hizo elegir con el cuentico de que iba a cambiar las costumbres políticas.
Se espera que La U tome un camino semejante, que llegue hasta la independencia, pero no dé el paso hasta la oposición, eso después de que el propio presidente Petro fue el que rompió con la coalición de los partidos de gobierno, declarando que hasta acá llegaba ese matrimonio.
Es decir, lo hizo trizas, pero los partidos llamados bisagra, porque se abren o se cierran a los deseos del gobierno de acuerdo con las migajas burocráticas que les tiren, no se van a dejar así como así y resolvieron quedarse en la mitad, en la independencia. Estatus que no los obliga a votar todo lo que el gobierno quiera, pero tampoco se los impide.
Lo curioso es que a ninguno de los partidos que formaba parte de la coalición de gobierno le cuadra a ser parte de ella desconociendo el talante del presidente Petro. Es decir, sabían perfectamente a dónde se estaban metiendo, pero a la hora de votar las reformas se hicieron los difíciles.
Eso solo indica, como lo dijo el mismo ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, que todavía se puede dialogar con ellos en un intento el ministro por bajarle el tono al rompimiento de la coalición de gobierno.
La fórmula, pues ya está inventada, la inventaron los gobiernos anteriores y no es sino hacer ‘copy paste’, negociar con los miembros de los partidos al menudeo e irles desbaratando las jerarquías con migajas burocráticas, porque migaja es migaja, y a nadie le cae mal una encima.
De manera que en el fondo lo de la independencia de los conservadores, pues es una farsa. Y si La U también se declara en Independencia será doblemente falsa, pero así es nuestra política, que remedio.